Yo No Puedo Hacer Esto.
Stalin calló ante mis pies.
No, no lo había matado, solo le había disparado en la rodilla causando que este por el dolor cayera antes mis pies formando un gran charco de sangre. Jos corrió hasta a mí y en un acto desesperado me arrebató la pistola y antes de que pudiera siquiera respirar ya le había plantado un balazo en la cabeza.
Ahora Stalin estaba completamente muerto.
Las lágrimas llegaron a mis ojos y mis piernas no pudieron aguantar más. Caí de rodillas al frió piso mientras todas esas lagrimas rodaban por mis mejillas mientras yo miraba a un Stalin perdiendo poco a poco el color optando por uno azul. ¿Cómo había podido hacerlo? ¿Cómo Jos ni siquiera se inmutaba al haber matado a alguien?
No fuiste una asesina y nunca lo serás. Pensó mi subconsciente. Hiciste lo correcto
¿Correcto? ¿En realidad lo había hecho? Debo admitir que hubo un momento en el que pensé seriamente en matar sin piedad a Stalin, pero luego todos esos consejos y todos las cosas buenas de la vida llegaron a mi diciendo: '' ¿Enserio quieres esto?'' Y obviamente no quería terminar siendo una asesina. Que esta rodeada de muchos no significa que me volveré una. Ahora, ¿por qué no lastime a Jos? ¿Por qué? simplemente bastaba un apretón de gatillo y yo, tal vez, estaría ya mismo huyendo a la comisaria.
--¿Por qué?--susurré entre lágrimas tratando de encontrar la respuesta a mi duda
--Era necesario--respondió Jos limpiando la pistola con un pañuelo blanco. Lo que no sabía él, es que en realidad la pregunta me la hacía a mí misma, no hacia el preguntando porque lo había matado
Me abrace a mi misma y cerré los ojos con fuerza mientras imaginaba a mi padre con millones de cables incrustados a su piel tratando de salvarle la vida. Todo era culpa de Canela. No, todo era mi culpa. Todo, absolutamente todo.
Mis manos se aferraron a la pistola que aun poseía apretándola con fuerza. Puedes hacerlo. Pensé. Solo en presionar un maldito gatillo. Y así lo hice, me pare con fuerza y sostuve de nuevo la pistola apuntando a Canela . Debía hacerlo. Debía matarlo. Debo hacerlo, ya no puedo ser cobarde. Pensé. Tu mismísimo padre te dijo que en este mundo no hay espacio para los débiles. Debes ser fuerte.
--¿Pero qué mierdas haces?--preguntó Jos cuando me vio apuntándolo. Al igual que yo, el me apunto con su pistola--¿Piensas matarme?
Mas lagrimas cayeron sobre mis mejillas. ¿Enserio quería ser una asesina?
--Por tu culpa mi padre está en el hospital--grité desesperada--¿Porque a mí, Canela ? ¿Por qué? Desde que llegaste a mi vida lo único que has hecho ha sido destruirme poco a poco ¡Ya casi no queda nada de mí! ¿Qué planeas hacer conmigo cuando esto acabe? ¿Matarme?--mas lagrimas cayeron por mis mejillas. En este momento, todos me miraban sorprendidos--gracias a ti estoy cada día consumiéndome mas ¡Por tu culpa eh dejado todo lo que amo! mis padres, mi vida, mi mejor amiga ¡Todo!
Mis manos se movían violentamente y el aire poco a poco me faltaba. Si no usaba mi nebulizador en ese momento iba a caer desmayada.
--Baja el arma, Tn___--dijo Jos acercándose a mi aun con el arma arriba--te conviene bajarla
Reí amargamente. En realidad, ni siquiera era una risa, solo un intento de burla.
--¿Me conviene? ¿Por qué?--pregunté burlándome--de todos modos vas a matarme en algún momento ¿O estoy equivocada? no, claro que no, pude verlo en tus ojos desde el primer momento en que te vi
Jos transmitió un destello de tristeza al verme. ¿Tristeza? ¿En realidad Jos podría tener corazón?...Y de repente, lo recordé todo: como me había desmayado por la falta de aire, como Jos se había puesto como maniático al verme, como se había estampado contra mis labios y me había salvado la vida, y como... había sentido de nuevo sus labios dándome un corto y ligero beso. Parecía casi irreal, y como si mi mente hubiera querido bloquear todo, pero eso es lo que había pasado en realidad. No lo podía negar y estaba cien por ciento segura de que...me había gustado ese momento.
Mire a Jos por un momento a los labios. Sentí una fuerza magnética horrible de correr y estampar de nuevo mis labios en los suyos. ¿Qué me sucedía?
¿En realidad quiere hacer esto? Dijo mi subconsciente. ¿En realidad quieres matarlo?
No, claro que no quería. A pesar de que el haya causado todo mi dolor interno no podía hacerle daño. Simplemente no me visualizaba haciéndolo.
Baje el arma y en menos de un segundo se la había lanzado a Jos. El, como buenos reflejos que tiene, la agarró en el aire mientras me veía dudoso y sin bajar su arma.
--No puedo hacer esto--susurré entre lagrimas mientras volvía a caer al suelo de rodillas. Esta vez mis manos se mancharon de sangre de Stalin. Sorprendida las mire y me dije a mi misma que no valía la pena convertirse en un animal--solo mátame ya. Acaba con todo esto de una buena vez.
Jos me miro sin poder creerlo. Su rostro de un momento a otro se volvió duro y sin compasión mientras fijaba el arma en mi cráneo a lo lejos. Pude ver como presionaba poco a poco el gatillo antes de que yo pudiera cerrar los ojos y soltar mi última lagrima.
Perdónenme. Pensé refiriéndome a Cole y a mis padres. No pude lograrlo.
Al final, solo pude oír como algo se estampaba contra el suelo duro. Por un momento pensé que era mi cuerpo el que al fin había sido acabado, pero luego me di cuenta de que aun seguía de pie con los ojos cerrados. Poco a poco los fui abriendo y con lo único que me encontré fue con un Jos desconsolado y dos armas tiradas en el suelo.
--No puedo--susurró viéndome a los ojos. Si no lo conociera bien, diría que en realidad estaba llorando
Pero, la verdad era que en realidad no lo conocía del todo bien.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Les esta gustando?
ESTÁS LEYENDO
Secuestrada
RandomSecuestrada Sinopsis Un día, ella despertó, y se dio cuenta que ya nada era igual... ¿Que pasaría si un día alguien te lo hubiera arrebatado todo? ¿Si las personas que amas ya no estuvieran? ¿si todo el mundo que conocías se hubiera esfumado? ¿S...