Cap. 52

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Momo Ella Ha Desaparecido Y Lo Único Que Pueden Pensar Es Sobre Comida.

Tn___

--A la derecha, Jos que no, es a la derecha ¡Esa no es tu derecha!-dije

Jos podía ser muy guapo, un haz con las armas, todo un gran delincuente y sobretodo la personas que más amaba en la vida ¡Pero cuando se trataba de seguir ordenes simplemente se quedaba corto! Le había repetido como nueve veces que debía tomar la ruta cinco pasando por el río y en vez de hacer eso tomó el camino hacia dios sabe dónde. Después de eso habíamos tenido que parar en una gasolinera donde Cole y Freddy pidieron instrucciones al dueño de ahí. Ya cuando supimos qué dirección tomar, volvimos a la ruta pero nuevamente Jos hizo lo que se le pegó la gana.

--¡Que ese no es el camino, reverendo idiota! Derecha. DE-RE-CHA-gritó Bryan mientras se metí una hamburguesa a la boca--¿Te to tabes tual et tu tetera? ¡Tatoso!

Jos se volteó a ver a Bryan confuso al igual que todos pero al ver lo que este hacía, una sonrisa se nos escapó de los labios a todos. Bryan que comía una hamburguesa de tres pisos con extra queso y más de nueve pepinillos en este combinado con una soda tamaño jumbo de naranja. '' ¿Qué no sabes cuál es la carretera? ¡Baboso!'' Había tratado de decir Bryan, pero al empezar a atascarse con la comida, se le había dificultado solo un poco. Reí al verlo meterse casi la mitad de la hamburguesa a la boca. Vaya talento que tenía aquel chico.

--¡De acuerdo, de acuerdo!-dijo Jos alzando solamente cinco segundos las manos del volante en forma de rendición-a la derecha, ya entendí chicos

Reí al ver como finalmente doblaba a la derecha y después de mucho tiempo, me permití relajarme en el respaldo del asiento dejando salir un suspiro de triunfo. Había sido, al menos para mí, el viaje más largo que había realizado en un coche. Un día y medio sentados con el trasero adolorido y sin parar. Jos se había tomado al menos seis cafés para poder despertarse y de vez en cuando lo descubría dándose unas cuantas cachetadas para no dormirse mientras manejaba. Había estado pensando en que deberíamos para por lo menos en un motel para descansar, pero la idea se me borró automáticamente de la mente al ver claramente el letrero que decía la palabra ''Evesham''

Sentí como los nervios empezaban a hacerse presentes en todo mi cuerpo, pero una vez más, los ignoré diciéndome mentalmente que todo iría perfectamente bien. Si lo creía yo y me convencía, así sería.

--Tenemos que descansar-dijo Jos al pasar el pequeño letrero que indicaba la entrada de nuestro pueblo--¿Sabes donde hay algún hotel por aquí?

Esto último me lo había dicho y a mí y, sinceramente, no pude evitar reír junto con Cole de una manera un poco falsa. Miré hacia la ventana y poco a poco fui reconociendo los largos bosques con su típica imagen de terror que obtenían a medio día en la tarde de un invierno. Aquello siempre, siempre, me había fascinado al grado de que unas cuantas veces me perdía en ellos con el único propósito de caminar hasta terminar agotada. Cerré los ojos y bajé mi ventana con la esperanza de poder oler aquel delicioso aroma a tierra mojada mezclado con la fragancia de los enormes pinos. Si existía el cielo, aquel debía ser su aroma. Ese o el de Jos Canela.

--Aquí nunca encontrarás un hotel y si lo hicieras, todo el pueblo se enteraría. Correrías una grave peligro-dijo Cole mientras se colocaba un fino guante rosa en su delicada mano-Lo que trato de decir es que, sería más seguro dormir bajo el puente de la calle noreste

Regresé a la realidad, donde los chicos y Cole votaban por dormir en la camioneta hasta encontrar al menos una casa vacía con regadera y calefacción. Por un momento, pensé que sería nuestra única idea, hasta que otra me llegó a la mente con un relámpago.

SecuestradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora