Por Favor No Me Dejes
No pude evitar sonrojarme a medida de que se iba acercando más y más. Sus labios, oh dios mío, esos perfectos labios rosados y suaves. Sus ojos, madre mía, esos lindos, redondos y grandes ojos marrones. Sus mejillas, tan suaves y rosados circulitos. Su nariz, tan fina y libre de puntos negros o cualquier imperfección. Sus pestañas, largas e envidiables. ¿Cómo podía ser tan perfecto?
--Dilo de nuevo--susurró ya prácticamente sobre mis labios. Rozaban, pero no era un beso.
Sus manos apretaron más mis caderas acercándome más a él y de un momento a otro me estampó violentamente contra la puerta del cubículo haciéndola estremecer. Ahora, los dos estábamos tan cercanos del otro que prácticamente podría enrollar mis piernas en su cintura. Y así lo hice. El me subió pegándome por la puerta y yo enrollé mis piernas para no caer. Jos sonrió risueño.
--Bésame--volví a susurrar enrollando mis dedos en su perfecto y rizado cabello
--¿Lo quieres?--respondió en un susurro
Sentí como sus manos se metían por debajo de mi blusa acariciando suavemente mi pequeña cintura. Mierda, se sentía tan bien eso. Después, antes de que pudiera responder algo, el besó mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja con el cual empezó a juguetear. Yo gemí inconscientemente y el rubor se apodero de mi rostro. ¿Había gemido? Si, ¡Y había sido por Jos!
--Lo quiero, ahora--respondí mientras en aun besaba mi cuello. Una constante y fuerte lucha por no gemir--¿Y tú?
Sus besos acabaron y yo me sentí un poco desilusionada. Sus ojos y los míos se conectaron de nuevo y una corriente caliente y eléctrica me recorrió toda la espalda. Jos volvió a sonreír.
--Lo quiero desde el primero momento en el que te vi--susurró y dio un último beso en mi cuello.
Era la hora.
Se acercó a mí y yo cerré los ojos esperando el delicioso roce de sus labios. Pero lo que ocurrió fue otra cosa. Al cerrar mis ojos, imágenes aparecieron en mi cabeza: yo siendo secuestrada, Cole a punto de ser asesinada, Jos golpeándome, Jos siendo un animal, mi madre, mi padre...Meredith. No, ¿Que estaba haciendo? ¿Estaba cayendo en las redes de Canela? ¿Sería otro juguete? Pero no, el no sentía...el no podía hacer esto ¿Y yo? No, yo tampoco podía. Además, ¡estábamos en un condenado baño! Y deja tú lo romántico, ¡los hombres de Galeoto nos buscaban a fuera de estas cuatro paredes!
--Para--susurré dudando un poco ¿Enserio quería que parara?
Jos paró de acercarse a mí. Mierda, tan solo unos tres milímetros de distancia. El abrió los ojos y me miro con el seño fruncido, como si no creyera que yo hubiera mencionado esa simple palabra.
--¿Que?--susurró un poco ¿triste?
¿Que mierda haces. Pensé. ¡Recuerda! ¡Mantén la cabeza fría!
--¡Suéltame!--dije en tono normal y desesperado--¡No me toques!
Jos frunció más el seño, esta vez enojado y me soltó de golpe, sin importarle que cayera o que golpeara con algo. Afortunadamente yo caí sin ningún rasguño o golpe, acto seguido, abrí la puerta violentamente encontrándome con tres chicas francesas mirándose al espejo. Al verme no se inmutaron ni un poco, pero al ver quien venía detrás mío si. Una chica rubia alzó una ceja.
Modo de puta ''Activado''. Pensé poniendo los ojos en blanco.
Las tres rieron nerviosas y hasta puedo jurar que una se acomodo los pechos para impresionar a Jos ¿Y luego porque me arrepiento?
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Secuestrada
RandomSecuestrada Sinopsis Un día, ella despertó, y se dio cuenta que ya nada era igual... ¿Que pasaría si un día alguien te lo hubiera arrebatado todo? ¿Si las personas que amas ya no estuvieran? ¿si todo el mundo que conocías se hubiera esfumado? ¿S...