Cap. 19

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Ahora Usted Puede Besarme

Desperté por un leve y cariñoso zangoloteo en el brazo. Mi espalada dolía al igual que mi cuello, de seguro dormí torcida todo este tiempo ¿Pues como no? El que no duerme torcido en un avión es porque ha de ser súper flexible.

--No los despiertes, se ven tan tiernos--dijo un susurró con la voz parecida a la de Bryan--¡Ay que tomarles una foto!

Abrí mis ojos lentamente encontrándome con Bryan, Freddy, Alan y Alonso enfrente de mi riendo como cuatro chicas. Si, cuatro chicas, ya que normalmente así ríen: huecas y estúpidas...como ellos en este momento. ¿Pero que veían? No lo sé y la verdad me valía una mierda en ese momento.

--Déjenme dormir--gruñí enojada y me abracé a algo duro y lindo a lado de mí. Sentí una respiración en mi oreja y luego un brazo pasándome por la cintura.

Sonreí en mi interior y me abracé con más fuerza de aquella persona...un momento ¿Persona? Si, era una persona, con un aroma dulce, un torso grueso, unos brazos que te hacían sentir protegida, un aliento deseable, una piel suave y tersa...Mierda, mierda, mierda, mierda ¡Mierda! Abrí los ojos de golpe un poco asustada, y fue justamente en ese momento cuando Jos igualmente los abrió. ¡Maldita sea! que ojos más lindos

--¡Mierda!--gritamos a la misma vez deshaciéndonos del abrazo y parándonos de los asientos, acto seguido, nos golpeamos al mismo tiempo con el bajo techo del avión

Bryan, Alan, Freddy y Alonso se echaron a reír a carcajadas al ver nuestros rostros rojos de la vergüenza. Miré para todos lados, ya nadie se encontraba en el avión, solo los pilotos que ya bajan y algunas aeromozas que miraban con lujuria a los chicos, sobre todo a Jos. Un enojo me invadió por completo y con la mirada fulminé a la chica ordenándole que se largara, está solo me miró de mala gana y se marchó mostrando su enorme y flácido trasero.

--Lo siento, chicos, pero se veían tan lindos que no quisimos despertarlos--dijo Freddy entre tremendas carcajadas--¡Bryan dime que si tomaste la foto, por favor!

Brayn asintió riendo a todo volumen, yo solo me puse aun más roja.

--Cierren la boca y bajémonos de aquí--gruñó Jos mientras agarraba tosas sus pertenencias y bajaba de mala gana del avión

Yo, por mi parte, les saqué la lengua a los cuatro que aun reían a carcajadas, esto solo logró hacerlos reír aun más.

Los chicos me pusieron nuevamente en una silla de ruedas y se arreglaron de nuevo los disfraces para pasar por desapercibidos. Pasamos por documentación y luego nos registramos con nombres y apellidos falsos. Nos quedamos aproximadamente unas tres horas sentados en el aeropuerto esperando alguien que debía de pasar por nosotros. Se supone que íbamos a alojarnos en un pueblito llamado Montecinisio, ubicado en la provincia de Torino con aproximadamente cuarenta y dos habitantes. Un lugar perfecto para esconderse.

--¿Puedo ir al baño?--pregunté aburrida de haber visto los mismos infomerciales las últimas tres horas sentada. Jos negó con la cabeza sin despegar la vista de su revista ¿Porque tanto interés por la misma revista? Llevaba tres horas viendo la misma página sin despegar un solo ojo...empiezo a creer que no es solo una revista común--por favor, necesito ir urgentemente

Y no era mentira, durante todo el vuelo el estomago me había estado doliendo muchísimo en la parte baja ¿Y que significaba eso? Si, exacto, ya casi me llega el periodo.

Jos gruñó enojado y harto cerró su revista mientras agarraba mi silla de ruedas y me llevaba directo al baño de damas. Cuando llegamos revisó que no hubiera nadie que pudiera estar viendo y con lentitud me paré de la silla para meterme al baño. Ya en el cubículo revisé mis pantí-medias, si, como los sospechaba, no tardaría en que llegara mi periodo. Como único remedio traté de agarrar papel mientras iba a una farmacia y compraba toallas sanitarias pero, vaya, vaya sorpresa ¡No había papel! Salí del cubículo y gracias a dios vi una pequeña maquina que vendía tampones y toallas sanitarias. Genial, tres euros, hora de pedir dinero a Jos.

Cuando salí descubrí a Jos leyendo la misma revista.

--Empiezo a creer que en realidad esa revista es porno--dije dándole un susto de muerte

--Solo es tu cochambrosa mente--respondió para darme una mirada de dos segundos y volver a su revista--¿Ya terminaste?

Carraspeé ¿Cómo es que con más de doce horas de vuelo Jos aún podía seguir viéndose extremadamente sexy? ¿Cómo maldita sea? A puesto que en este momento yo parezco un muerto viviente.

--Necesito dinero--respondí cortante--tres euros

Jos rió de mala gana.

--¿Y en serio crees que te los voy a dar--¿Por qué mierda no despega su vista de la revista?--mejor déjate de tonterías y vuelve ahora a la silla, pero solo por curiosidad ¿para que quieres dinero?

¿De casualidad Jos sufría bipolaridad extrema? Porque en el avión había dicho, y lo cito ''Lo siento mucho'' Y luego había acariciado mi mejillas durante una hora seguida hasta que nos habíamos quedado dormidos los dos ¿Y ahora? Estaba en un plan...interesante.

--¿Quieres saber para que lo quiero? Bien, te lo diré--respondí desafiante--Ya casi viene mi periodo y estas malditas pantí-medias son lo único limpio que tengo hasta ahora, por lo que no quiero mancharlas ¿Y sabes de que se manchan? Si, exacto, de....

--¡Dios mío! No tenias que ser tan explícita--gritó asqueado, acto seguido, sin dudarlo, me arrojó seis euros al pecho--ten, cómprate dos si quieres

Sonreí triunfante y me metí nuevamente al baño de mujeres. Me acerqué a la maquina y metí los seis euros sacando dos toallas sanitarias, una la guarde por si acaso y la otra me la coloqué en el cubículo. Salí y me lavé las manos y la cara haciendo desaparecer cualquier clase de suciedad o mugre, después me amarré el cabello en un chongo alto, alisé mi ropa y me dispuse a salir del baño...cuando Jos entró hecho un loco.

--¡Métete al cubículo!--gritó desesperado y yo hice caso.

Y de todos los cubículos en ese maldito baño tuve que meterme en el más pequeño acompañada de Jos.

--¿Que mierda te pasa?--pregunté y antes de que pudiera decir algo más el me tapo la boca con la mano

--Ay hombres de Galeoto allá afuera, si nos ven, todo se irá a la mierda--susurró muy cerca de mi

Jamás me cansare de decirlo, que preciosos ojos tiene, y que labios más deseables, y que rostro más fino. No puedo con esta tentación. Jos fue bajando poco a poco su mano de mi boca sin despegar sus ojos de los míos. Me sentía increíblemente...contenta. Una felicidad sin igual, y solo porque Jos estaba aquí...conmigo.

Un silencio sepulcral nos invadió a los dos. Ahora solo nos veíamos fijamente con varios sentimientos escondidos en ambos: Lujuria, deseo, pasión, felicidad, odio y un tanto de... ¿amor?

--Tu y yo tenemos un asunto pendiente--susurró pasando su vista de mis ojos a mis labios--¿Recuerdas?

Asentí lentamente haciendo los mismo que el. Podía sentir su respiración tan próxima, y sus latidos eran como una dulce sinfonía para mí en ese momento. Cada vez más rápidos y alegres. Lo necesitaba a él en este momento.

--Jos--susurré--bésame

El sonrió con alegría ante mis palabras y sentí sus manos en mis caderas apegándome más a él, después pude ver como poco a poco cerraba los ojos, acercándose cada vez más a mí...

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Jajajaja mugre jos xD

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