Cap. 22

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Este Soy Yo

Todo dentro de mí se movió, como si de repente mi gran caída al suelo fuera desde un precipicio de mil metros, o desde las ya inexistentes torres gemelas. Un dolor me recorrió desde la cabeza a la puntas de los pies. Una migraña llegó a mi cabeza haciéndome gemir de dolor. Con mis delicadas uñas rasgue el frío piso para liberar un poco el dolor, lo cual no funciono haciéndome a ultimo momento lanzar un horrible grito de dolor.

--¡Tn___!--oí como gritó Jos a poco metros de mi

Me retorcí en el piso dejando escapar otro grito solo que este fue más como un gemido de suplica. Apoyé mi frente en el suelo quedando boca abajo y por el rabillo del ojo vi como la sangre empezaba a esparcirse por todo el piso haciendo a mi alrededor un verdadero desastre. Cerré los ojos con fuerza tratando de aliviar un poco el dolor, pero nada, aún así todo eso seguí devorándome.

Una pequeña figurilla se incoó a lado de mi, con una manos empezó a acariciar mi cabello mientras que con la otra trataba de ponerme nuevamente boca arriba para poder ver bien mí herida. Después de unos segundos logró poder hacer su cometido, él apoyó mi cabeza en sus piernas dobladas aún acariciándome el cabello. Abrí los ojos, era Jos

--Jo--Jos --susurré, de repente un frío viento llego hasta mis hombros haciéndome temblar

--Sht, Sht, Sht, tranquila ¿Si? Todo va a estar bien, te lo prometo--susurró acercando su rostro al mío para juntar su frente con la mía.

Volví a cerrar los ojos e inhale llenando mis fosas nasales de aire puro combinado con la deliciosa fragancia de Jos Canela despegó su frente con la mía y segundos después sentí como beso mi frente en un dulce y largo beso húmedo.

--Jos , me duele mucho--susurré aún con los ojos cerrados. Volví a gemir de dolor

Abrí los ojos y me sorprendí mucho con lo que mis ojos veían. Jos estaba...llorando. Si, de sus ojos caían diminutas y limpias lagrimas hasta su mentón donde después caían al precipicio ¿Lloraba por mí? ¿O porque el igual se había lastimado y aún le dolía? En realidad, no sabía muy bien la respuesta, solo que su rostro mostraba un verdadero dolor.

--Tranquila, mi amor, todo va a estar bien--gimió mientras algunas lagrimas aún caían por su bello rostro. Mi corazón se detuvo por un instante, el había dicho ''Mi amor'' y se había sentido...tan bien. Tan lindo, tan sano, tan único--¡Alonso! Por favor, ayudala ¡Por favor!

Sus gritos se oían desesperados y tristes. Me partió el alma al verlo así y lo único que pude hacer fue agarrar su mano con fuerza dándole una señal de que aún podía resistir. Si mi mano de un momento empezaba a debilitarse, entonces ahí tendría que tomar medidas drásticas.

Sentí como muchas personas se hincaban a mi lado: Alonso, Freddy , Bryan y Alan .

--¡Alguien deme un cinturón!--gritó Alonso. Bryan se quitó el suyo con rapidez dandocelo a Alonso--estas perdiendo mucha sangre, necesitamos hacerte un torniquete. Tn___, por lo que más quieras no cierres los ojos

Asentí con pesadez y dejando escapar un leve gemido. Jos apretó más mi mano dándome a entender que siguiera con esa misma fuerza. Ahora que tenía a los chicos más de cerca podía apreciar bien que Alan tenía bastantes rasguños en su rostro, Bryan sangraba de la cabeza, Alonso de la pierna y Freddy parecía que se había peleado prácticamente con un león. Sentí unos pasos acercandoce a nosotros. Eran lentos pero precisos. Después los pasos cedieron, pero un balazo en el aire hizo que todos diéramos un brinco del tamaño del mundo.

--Alejence de ella--dijo el mismo hombre que me había dado ese disparo en la pierna. Esta vez, nos apuntaba a todos nosotros con su arma

Jos gruñó enfadado y sin soltar mi mano saco su pistola apuntando al hombre.

SecuestradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora