CAPÍTULO 49

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Eii! ¿Cómo estáis? Espero que bien. Para este capítulo, tan esperado para las fans de Álex, tengo dos noticias, una buena y una mala... La buena es que este capítulo está narrado por Álex, vuestro amorcete querido! jaajajjaa Y la mala os la digo al final, así que nada, leed en 3, 2, 1, ¡YA!

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CAPÍTULO 49

Álex

Me alejé de casa de Leire y volví a mi casa para hablar con mi hermano. Cuando llegué fui directo a su habitación y me lo encontré tumbado tranquilamente en su cama, cuando me vio se levantó de golpe y se puso a temblar de una manera estresante.

-¿Qué quieres?-preguntó.

-Que me digas porque estúpida razón pensabas que Leire y yo estábamos enrollándonos ahí abajo.-la sorpresa grabó su rostro.

-Es obvio, te pasas el día en su casa, la proteges de todo, la llevas en tu moto, y la manera en que estabais abrazados...

-Madre mía, me paso el día en su casa porque su hermano es amigo mío, y la protejo por la misma razón, y porque soy su amigo, A-MI-GO, ¿lo entiendes?

-¿Y lo de la moto? Nunca has dejado que nadie excepto tú se suba en tu moto, y ahora va Leire y se sube sin que le digas nada.-dijo, con eso me desarmó por completo, no había una explicación para eso. Dylan tenía razón, nunca había dejado que nadie subiera a mi moto, y ahora llegaba Leire y lo hacía y no le ponía ninguna pega.

-Eso no te importa, y ahí abajo sólo me abrazaba porque le he regalado un cuadro que ella quería.

-¿Qué cuadro?

-El beso, de Klimt.-dije temeroso porque no se diera cuenta de que cuadro era, pero vi que había fracasado en el intento al ver su mandíbula desencajada y sus ojos abiertos.

-Ese cuadro es lo único a lo que le tienes aprecio, es el único recuerdo de nuestro tío. Sé que lo protegerías con tu vida y ahora vas ¿y se lo regalas a esa fulana?

-¡No la llames así!-dije conteniéndome. Pensé en lo que me dijo, y tenía razón, ese cuadro es lo único que me quedaba de mi tío Paul, él era como un padre para mí, y me regaló el cuadro antes de morir, siempre le tuve aprecio a ese cuadro. Pero al ver los ojos iluminados e ilusionados de Leire, no pude evitar querer dárselo.

-¿Ves? La proteges.-dijo él, yo me quedé callado sin nada que decir, entonces la cara de mi hermano se iluminó, algo le había pasado por la cabeza.-Le quieres, estás enamorado de Leire. Ahora todo tiene sentido.

-Anda, no digas gilipolleces hermanito. Sólo la protejo porque me cae bien, nunca me gustaría.-le dije, intentando convencernos, a él y a mí.

-Sí, sí...-dijo saliendo de la habitación y dejándome pensando.

Me fui a mi habitación para pensar un poco, pero no lo conseguí ya que un sonoro ¡Álex! ¡Baja aquí ahora mismo! De mi padre hizo que me levantara y bajara abajo.

-¿Qué es esto?-preguntó mi madre señalando un golpe en el abdomen de mi hermano.

-¿Un golpe?-pregunté confuso por la pregunta.

-Eso ya lo vemos, dice que le has pegado.

-Es verdad, le he pegado yo.-dije de una forma natural.

-¿Y te parece normal?-intervino mi padre.

-Tenía mis motivos para hacerlo-dije indiferente.

-¿Y se puede saber qué motivos te llevaron a pegarlo a tu hermano así?-preguntó, yo miré desafiante a mi hermano, que miraba con cara de temor por si lo decía. Yo no reprimí las ganas de vengarme por todo lo que me había hecho al largo de los años y lo solté.

Tú y yo, juntos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora