CAPÍTULO 7

1.2K 37 4
                                    

Aquí el capítulo 7! Espero que os guste! ^^

*******************

CAPÍTULO 7

Suena el despertador, y me levanto aún más feliz que ayer, ¿sabéis por qué? Porque mi novio en pruebas es el chico más guapo y agradable que he podido ver nunca, aunque solo llevemos un día saliendo me encanta estar con él, lo echo de menos cuando no está. Al levantarme miro por la ventana, y ahí está poniéndose una camisa con botones en la parte del cuello negra de manga tres cuartos. Me visto con una camiseta azul cielo de tirantes y unos shorts negros. Me como una tostada y un zumo como cada día y me voy a la habitación a coger mis cosas, cuando entro veo a Joel salir de su casa con la mochila viniendo hacia mi casa. Salgo corriendo y Carlos me está esperando en su puerta pero con el pijama puesto, me dice que no irá al instituto por lo de su padre. Le digo que de acuerdo y bajo corriendo las escaleras, tan rápido que Joel me está esperando en la puerta y me estampo contra él y casi lo tiro al suelo.

-¡Uooh! Sé que te gusta verme pero tampoco es para tirarme al suelo-dice el riéndose.

-Ja, ja, ja… muy gracioso, sólo bajaba a…a… a buscar el correo-digo yo sabiendo que no me ha creído.

-Pues chata, los buzones están dentro, pero no en mí.-dice el riéndose a carcajadas, de repente para y me mira fijamente y sonríe- Estás preciosa.

-Uy, sí, debo  llevar un pelo...-digo yo.

Entonces me empiezo a peinar con los dedos, mientras vamos andando hacia el instituto.

-¿Hoy por la tarde qué haces?-pregunta él.

-Que yo sepa nada ¿por?-le respondo yo con curiosidad.

-Para hacer algo juntos…-dice el mirándome.

-Contigo hago lo que quieras, como si decides que debemos tirarnos desde un precipicio, mientras sea contigo hago lo que sea-digo yo.

Entonces nos paramos en medio de la calle y como si estuviésemos solo él y yo, nos miramos a los ojos.

-Te quiero -dice el de repente- te quiero más de lo que pudieras imaginar, llevo esperando encontrar una chica como tú toda mi vida-y no sé porque estoy segura de que lo que dice, lo dice de verdad, lo que ha dicho lo siente de verdad por mí, y eso me conmueve.

-Yo también te quiero- digo yo que se me saltan las lágrimas por lo que ha dicho- nunca me habían dicho nada igual, bueno… nunca he encontrado a nadie igual que tú, porque eres único en el mundo, me encanta tu forma de ser, tu carácter, me encantas tú.

Y entonces nos abrazamos en medio de la calle como si solo existiéramos nosotros dos, como si el mundo se hubiese detenido pero aún no estoy segura de que Joel sea el chico adecuado, pero me encanta, y lo que le he dicho es verdad, porque no es de esos chicos que solo quieren un rollo y ya está, no, Joel no es así, lo sé, lo siento en él, cuando me mira, cuando me abraza, cuando me bes…espera, espera, ¡aún no nos hemos besado! Otra razón más por la que me encanta, no tiene prisa en lo nuestro.

Llegamos al instituto cogidos de la mano y cuando Leire y Amelia me ven dicen:

-Lo sentimos Joel, pero tenemos que raptarla un minuto, porque tiene que contarnos varias cosas…-dice Leire con una mirada de angelito. 

Entonces me cogen y me llevan lejos de Joel a una esquina.

-Ya nos estás contando lo que paso ayer con ese Romeo- dice Leire.

-Eso, todos los detalles-aprueba Amelia.

-Bueno vale, vale tranquilizaos…-digo yo- Pues ayer por la tarde quedamos y me preparé me vestí y me vino a recoger- entonces se oye un ¡ooh! De parte de mis amigas-le hice de guía fuimos a la Torre Eiffel y se me declaró, me dijo que estaba enamorado de mí y eso, yo le dije que sentía lo mismo y entonces estuvimos a punto de besarnos pero Carlos me llamó al móvil porque me necesitaba urgentemente. Por la noche lo llamé para que viniese a mi casa para hablar de lo nuestro.

-Entonces, ¿hay un vuestro?-pregunta Amelia.

-¡Shh!-la calla Leire- sigue contando-me dice a mí.

-Le conté que no sabía si él era el indicado, y al final quedamos en que era mi novio de pruebas, si al cabo de una semana pienso que no es el indicado se irá y si pienso que si que lo es se quedará conmigo.

-¡Que mono!-dice Amelia.

-¡Es verdad, que tierno!-afirma Leire.

Entonces me dicen: ERES LIBRE. Y me empujan hacia donde esta Joel esperándome.

-¿Ya te han interrogado?

-Sip.-digo yo, remarcando la “p” final

Entonces suena el timbre y entramos en clase. Las horas pasan volando, y Joel y yo nos miramos constantemente en clase. Cuando acaban las clases y no vamos al rincón porque Ame tiene médico dentro de media hora y no le da tiempo y Leire tiene que ir a cuidar de su hermano pequeño. Joel y yo nos dirigimos a casa.

-Entonces ¿esta tarde puedes venir?-me pregunta interesado.

-Sí, ¿pero dónde iremos?-pregunto yo curiosa por saber dónde me llevara.

-Ya lo verás, hoy el guía seré yo-dice sonriendo.

-¡Eres malo!-digo yo dándole un puñetazo sin fuerza en su fuerte brazo.

-Pero solo contigo, ¡deberías estar orgullosa de tener el privilegio de que sea malo contigo!-dice él con aire de superioridad.

-¡Eres malo y creído!-digo yo mirándolo.

-Sí, pero eso te encanta…-dice el sonriendo.

-No quiero admitirlo, pero sí, eso me encanta-digo sonriéndole yo también.

Sin darnos cuenta ya estábamos delante de la puerta de mi casa.

-Te invitaría a entrar pero esta mi madre-digo yo subiendo al primer escalón para quedarme a su altura.

-No pasa nada otra vez será. ¿Te recojo hoy a las 17:00?-pregunta él.

-Sí, si quieres ir más pronto avísame por la ventana.-digo yo riendo.

-Oks-dice él-¡Ah! Casi se me olvida, ayer te olvidaste de una cosa en la Torre Eiffel.

-¿El qué?-digo yo pensando en que me pude haber dejado.

-Esto.-y entonces me besa, es un beso dulce y tierno de esos que hacen que te sientas en las nubes.

-Te quiero-digo yo al separarnos-que digo, ¡te amo!

-Me alegra saber eso-dice sonriendo-yo también a ti.

-¿Qué tal si quedamos a las 16:00?-pregunto yo.

-Me parece bien, ¿pero puedo saber el porqué de ese cambio de hora?-pregunta con curiosidad.

-Que te echare de menos.-digo yo mirándole a los ojos.

-¡Oh! Si es por eso encantado, a las 16:00 te vendré a buscar, ¡ah! Y si me echas de menos mira por la ventana que estaré allí.

-¿Y cómo sabrás que voy a mirar por la ventana en un momento exacto? Ni que fueses adivino…-pregunto yo.

-Adivino no, pero tengo intuición para las cosas que quiero-dice él haciéndose el interesante.

-Venga adiós que mi madre me debe estar esperando-le digo.

-Mi padre también me debe buscar, a las 16:00 vendré a recogerte, princesa-entonces me da un beso de despedida y se marcha a su casa.

Tú y yo, juntos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora