CAP. 2

36.5K 1.8K 271
                                    

POV: ALLISON

Despertando de ''una pesadilla''

No sé que me pasó, sólo recuerdo que estaba observando a un chico muy guapo pero a la vez extraño y que de un momento a otro comencé a correr ya que él se me venía encima y no me acuerdo de más. Al detenerme a observar la habitación dónde desperté me doy cuenta que es bastante grande.

Las paredes están pintadas de un color rojo como la luna llena, las cortinas son de seda e igual de rojas pero de un tono más oscuro. La cama en donde me encuentro es bastante grande, con sabanas de seda. Sin querer seguir observando los detalles me dedico a levantarme de la cama y dirigirme hacia la puerta que para mi sorpresa está cerrada con llaves, sin entender me dirijo hacia la ventana y esta se encuentra igual. Ya comienzo a preocuparme y decido regresar a la puerta pero esta vez comienzo a golpearla, sin obtener ninguna respuesta.

Al no tener nada que hacer me dirijo a la cama y me recuesto en ella. Decido tranquilizarme y me digo que esto es solo un sueño, que estoy bien y que pronto despertaré. Pero al pasar casi una hora me doy por vencida y decido afrontar la realidad, que estoy en un tremendo lió o mejor dicho, estoy secuestrada.

De repente siento pasos acercarse y decido ponerme en guardia. No es que sepa nada de defensa pero nada me cuesta hacer el intento de defenderme. Siento los pasos mucho más cerca de mí y de repente siento una llave insertándose en la cerradura y al cabo de unos segundos esta se abre, dejándome ver al chico que me ha secuestrado. Al tenerlo más cerca me doy cuenta de que es más atractivo que lo que imagine pero me digo a mi misma que no es momento para eso.

-Hola. -Me dice él. Su voz es muy varonil y sensual y a la vez posee un toque que asusta, causandome un escalofrío por toda mi espina dorsal.

-¿Quién eres tú y porque me has traído aquí?- Le digo, aunque no estoy muy segura si él me responderá.

-Soy Alberto Alfero. Y estas aquí porque a mí se me dio la gana. ¿Algo más?

Sus palabras tan frías acompañadas de su mirada indescifrable me advierte que me mantenga sumisa pero como sumisa no es uno de mis pasatiempos favorito le reto.

-No sé quién diablos eres, ni que quieres pero lo que si se, es que me quiero ir a MI casa. -Le dije remarcando ''mi''.

Suelta una carcajada un tanto escalofriante, pero a la vez tan varonil que te hace temblar de placer.

-Mira niña estúpida te advierto que no me toques las pelotas. No suelo ser muy paciente y de una vez te aclaro que de aquí no sales, que tú serás mi esclava y que cuando me canse me desharé de ti como si fueras una basura. Digo, perdón ya eres una basura.

Me quede estupefacta mientras él salía por la puerta y regalándome un tremendo azote de está. Cuando al fin puede despertar del trance lo primero que pensé fue en salir como sea de esto, esto que hasta ahora me doy cuenta que es MI PESADILLA.

¡Su...esclava!  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora