CAP. 4

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POV_ ALLISON

Mar de lagrimas...

Estoy cansada de todo esto, de este encierro, de estar aquí sin saber porque o que es lo que quiere exactamente Alberto conmigo. Del porque me trajo aquí. Si mi memoria no me falla, tengo más de dos semanas encerrada aquí, sin saber de mi familia y demás.

-Sáquenme de aquí. -Grito con todas mis fuerzas. Empiezo a golpear la puerta como loca.-Ya no puedo más, por favor alguien sáqueme de aquí.

-Mira niña estúpida no me hagas enojar y deja los gritos. -Me dice Alberto del otro lado de la puerta.

-Por favor ten piedad y déjame ir. Por favor, quiero a mis padres, déjame ir,  ¿Que es lo que quieres de mi? maldita sea. -De repente la puerta se abre y da paso a un muy cabreado Alberto.

POV. Alberto

Mi última semana las he pasado de aquí para allá, tratando de concentrarme en mis negocios y en el cargo como Rey de los vampiros ya que mi padre murió hace poco. Me encuentro revisando unos papeles que me envió mi contable cuando de momento escucho los gritos y golpes de la chiquilla, como me cabrea ésa pequeña estúpida. Desde que la traje aquí no ha hecho más que dar problemas. Trato de ignorarla y continuó con mi trabajo pensando que no tardara en cansarse como siempre pasa pero al cabo de unos 15 minutos continúa y ahí es cuando en verdad me cabreo y me dirijo a una velocidad sobre humana a su habitación e irrumpo dentro de esta con toda la rabia que me cargo.

Dirijo mi mirada hacia ella y la veo estremecerse. Después de un pequeño dialogo entre los dos de lo mismo de siempre decido que es momento de domar a la fiera.

-Ya verás lo piadoso que soy. -Me acerco a ella de forma rápida, la agarro en volandas y la tiro sin nada de cuidado en la cama. Siento su miedo y me gusta, me coloco a horcajadas sobre ella y la despojo de la ropa dejándola desnuda.

-No por favor, ¿qué me vas a hacer? déjame por favor...

-Ya me cansaste, te dije que no me tocaras las pelotas y no me escuchaste, ahora te atienes a las consecuencias.

-Por favor Alberto...-Le suelto una cachetada.

-¿Quién te ha dado permiso para decir mi nombre? -No me responde y le estampo otra aún más fuerte.- ¿QUIEN?

-Nadie...Por favor no me hagas daño...-La ignoro por completo y comienzo mi tortura. La beso y trata de alejarse pero yo soy mucho más fuerte. Subo a su cuello y lo acaricio con mi lengua, después bajo a sus senos y chupo uno y después el otro y a pesar de su resistencia se que está empezando a ceder. La acaricio desde su rodilla y comienzo a subir la mano muy despacio. Después llego a su entrepierna y le acaricio sus labios genitales. Froto mi dedo en su hendidura y la escucho gemir pero yo no quiero que disfrute, no, yo quiero que sufra... y me aparto de ella.

Me desvisto a la velocidad de la luz y me vuelvo a colocar encima de ella

-Por favor detente...

No le hago caso y le abro las piernas, ella comienza a llorar más. Mientras ella más llora más me excito y de un momento a otro la penetro con toda la fuerza de un animal y la embisto...Una tras otra, sin permitirme llegar al orgasmo, pues quiero desangrarla, quiero que se acuerde de mi cuando le duela y quiero que se lo piense dos veces antes de desobedecerme.

-Por...favor...Me...Duele... ¡Detente por favor!

-Eso, suplica que eso me excita más. Dale suplícame perra...¡Oh dios, como me gusta que llores!-De un momento a otro me retiro y la giro de espalda poniéndola en cuatro patas y nuevamente la penetro sin ningún cuidado...y la embisto cada vez mas fuerte hasta que me siento saciado y me corro dentro de ella, pero antes de salir le dé doy una buena embestida dándole al mismo tiempo una nalgada con todas mis fuerzas, lo que la hace sortal un grito aun más fuerte. Me separo inmediatamente de ella al sentir una inmensa sed de beber su sangre.....me visto rápidamente y salgo de la habitación en busca de ese dulce y exquisito néctar.

¡Su...esclava!  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora