20-No estoy dispuesto a perderla para siempre.

1.9K 132 13
                                    

-Te estoy diciendo que soy yo, Almu.
+No te acerques, por favor.
Me levanté y empecé a dar vueltas por la habitación sin saber que hacer.
Sin parar de temblar.
Sin parar de llorar.
Sin parar de escuchar.
Carlos es un iluso y tu una asquerosa. Nadie en su sano juicio se enamoraría de ti. Espero que lo sepas, ojala te quede ya claro, bonita.
-Eh, escuchame. -me cogió la cara con ambas manos-. Soy yo, y me da igual si me cortas, si me insultas o si me odias. Pero no saldré de aquí si tu no lo haces conmigo. -me acarió la mano y la entrelazó con la suya-. ¿Vamos? -asentí con los ojos cerrados-.
Al sentir su contacto, los recuerdos de la mano de Jesús entrelazando la mia, vinieron a mi mente, y me paré.
-¿Qué pasa?
+Abrázame. -susurre-.
Le pilló de improvisto, desde que se fue Jesús he odiado los abrazos porque yo solo quiero que sean sus brazos los que me rodeen. Pero me abrazó y creo que eso me relajó. No se como ni por qué, pero lo hizo.
*******
-Alguien ha venido a verte. -me sonrió y se levantó de la silla-. Creo que os tengo que dejar solos, ca...-le miro mal-. Almu.
+Adiós, Carlos. -me reincorporé y Jesús entró exaltado-.
-Almu,Dios, ¿como estás?
Jesus noto la presencia de Carlos y le miró con odio. No se por qué pero entre ellos siempre había una tensión constante
-¿Puedes marcharte?
-Sí. -se acercó a mi, me abrazó y se marchó-.
-Le gustas. -se sentó en la cama de mi compañera y me miró-.

Jesús.
No soportaba a Carlos.
Bueno, en realidad, eran celos que los reencarnaba en odio.
Celos porque les veo, y veo como le gusta. Almu, joder, mi Almu le gusta. Y él es un chico que le podría hacer feliz.
Y el simple hecho de que algún tío que no sea yo le pueda hacer feliz,me da pánico.
+Le gustas. -solté cuando nos quedamos solos-.
-¿Qué? -preguntó sorprendida-.
+Que le gustas.
-Otra vez con esas no, Jesus, por favor. -suplicó-. Además, ¿cómo lo sabes? y ¿que más te da?. -soltó borde y mi tensión se acumulo en mi mentón-. Lo siento, no quería sonar tan borde. -se disculpó-.
¿Qué como lo se? Joder, Carlos está enamorado de ti porque te mira como yo te miro -quise decirla-.
Pero no tengo huevos,no puedo volver a su vida como si nada y soltarla eso.
+Simplemente, lo sé. Además, él estaba hoy aquí. Y te ha ayudado.
-Yo no quería que fuera él -susuró para ella misma-.
+¿Qué? -dije sonriendo-.
-A él no le importa que esté rota, Jesus. -levantó la mirada y tenía los ojos brillantes-.
Mi primer instinto fue levantarme y sentarme en su cama, acariciandola la cara, pero cuando me di cuenta de que estaba haciendo, me separé un poco.
-A veces siento que tus caricias son las únicas que consiguen aliviarme el dolor. -confesó-. Pero no podemos estar juntos, Jesús. El destino dejó de estar de nuestra parte desde hace mucho tiempo. -soltó una lágrima y se la apartó corriendo-.
+Alomejor me tengo que alejar de ti. -la menti-. Ni siquiera amigos.
-Ni siquiera amigos. -afirmó-.
+¿Aquí acabo nuestra historia, Paciente?
-Aquí acabo, Jesús. Pero, -me cogió la cara- si algún día me necesitas, sabes donde estoy. Y estare siempre.
+Ya te estoy necesitando. -me acerqué a sus labios, pero sin rozarlos-.
-¿Por qué somos tan bipolares? -susuró sin apartarse, para mi sorpresa-. Hace nada nos estabamos despidiendo para siempre. -río-.
+El problema es que no puedo alejarme de ti. -confesé-.
-Será mejor para los dos. -se separó de mi y se giró-.
+No intentes decidir por mi lo que es mejor para mi. -me levanté nervioso-.
-Se acabó hace dos meses, Jesus. Tu tienes a Ana. Se feliz con ella. Esta discusión ya la tuvimos.
Es verdad, esta discusión ya la tuvimos.
*Flashback*
+Te necesito en mi vida otra vez. -le solté de improvisto-.
-Una pena que no podamos estar juntos. -dijo riéndose. Pero cuando se dió cuenta que iba en serio, paró-. Jesus, no.
+Ana es una pesada. No la aguanto, joder. Intento ser feliz con ella, pero todos los días, estoy deseando que llegue la hora de verte a ti.
-Déjalo, ¿vale?. Podemos ser amigos, nada más. -mintió-.
Sabia que estaba mintiendo. Nunca se le había dado bien.
+Mirame y dime que no sientes nada. -me miró fijamente-.
-No siento...-apartó su mirada-.
+No puedes.
-Que no pueda no significa que no lo sienta. ¿Vale?. -se levantó nerviosa-. Mira Jesús, o te quedas como amigo en mi vida, o no vuelves a ella.
*Fin del flashback*
Y joder, no quería ser solo su amigo. Pero tampoco quería perderla.
Asique, mejor ser su amigo con ganas de más, que desaparecer de su vida para siempre.

Paciente [Jesús Oviedo]. Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora