28-Todo vuelve.

1.6K 135 17
                                    

5 años después.
Tengo 21 años. Estoy en el hospital de siempre, a la hora de siempre.
Parecia ser un dïa normal,como siempre.
Me levanto a las 8, me dirigo al hospital. Tomo el café y charlo con algunas otras compañeras que están de practicas, como yo.
Después, me dirigo a la consulta que el Doctor Fernandez me dejó cuando él se retiró. Escucho a algunas chicas hablarme sobre su enfermedad, e intento ayudarlas. En muchas veo mejoras, pero en otras no. Y eso duele, duele como si fuera un familiar. Al fin y al cabo, esta ahora es su familia, como fue la mía.
Pero algo cambió.
Fui a por unos papeles, y escuché mi nombre.
-¿Almu? -gritó-
Jesús.
Me estoy girando lentamente, rezando, que no sea él, porque joder, después de 5 años, le sigo echando de menos.
Sigo soñando con sus caricias, con sus labios recorriendome cada parte de mi piel. Y las mariposas, dios, las mariposas que sentía todavia las recuerdo pero nunca las he vuelto a sentir. Claro que he tenido relaciones, pero todas se han quedado en un intento fallido por parecerse a la de Jesús.
Y el tiempo se ha agotado. Ahora le estoy mirando, se está acercando.
Está más guapo, posiblemente más sexy. Pero se le ve que sigue siendo igual de inocente.
-¿Almu? -me miró fijamente-.
+Jesús. -tartamudeé-.
-Dios como has -me miró de arriba a abajo- cambiado. Estás muchisimo más guapa.
+Lo mismo digo. -tragué saliva-.
Y la tarde pasó en aquel hospital. Sí chicos, Jesús y yo ahora estamos en la azotea, como en los viejos tiempos.
-Osea que me marché, porque necesitaba tiempo. Dejando todo atrás y fue un fallo.
+Pero volviste para el bautizo de tu sobrina. -saque un paquete de cigarrillos de mi bata y encendí uno-.
-¿Lo sabes?
+Te ví. -le miré fijamente  moviendo mis hombros con indiferencia y me apoyé en la barandilla-.
-No saludaste. -repitió mi acción-.
+Habría sido complicar mucho las cosas. Yo no te he olvi...-me aclaré la garganta-. No te había olvidado.
-Yo no te he olvidado, si te sirve de consuelo. -se puso delante mia y se mordió el labio-.
+Ha pasado demasiado tiempo, Jesús. -tiré el cigarrillo al suelo-.
-Pero las cosas entre nosotros no lo han hecho. -me acarició el brazo y me retorcí-. ¿Ves? Mis caricias te siguen poniendo nerviosa -rió-.
+Puedo aguantarlas -reí nerviosa-.
-¿Estas diciendo que si me pongo a menos de dos centimetros podrías aguantar sin besarme? -asentí-. Esta bien, vamos a probarlo.
Se puso a dos centimetros de mis labios, y se me estaban secando demasiado.
O esa es la escusa que le pienso poner cuando le bese. Parecemos dos adolescentes jugando a un juego, pero supongo que una parte de nosotros que se quedo aquí se echa de menos.
-¿Puedo besarte ya?
+Si me prometes que vas a volver a mi vida,y no te volverás a ir. -bajé la vista a sus labios-.
-Para eso he venido.
+¿Como? -me separé un poco-. ¿Sabías que estaba aquí? -asintió-.
-Dani. Sigue siendo igual de chivato. -rió y volvió a acercarme a él-.
+Ya veo ya. Sera capullo. -dije sin pensarmelo-.
-¿No querias que te encontrara? -me sopló en el cuello-.
+Siempre he querido encontrarte.
Y me besó. Sellando así el futuro de una vida juntos.

Paciente [Jesús Oviedo]. Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora