Paciente [Jesús Oviedo]. Segunda temporada.

19-Sin querer.

Hoy me he levantado con ganas de luchar. Con ganas de superar todo, y salir a la calle.
Hace 2 meses que Jesús y yo ya no somos pareja, pero somos amigos,bastante diría yo.
Por si os lo preguntais, mis sentimientos no han cambiado respecto a él y a veces pienso que él tampoco los ha cambiado.
Carlos, no se si os acordáis de él,el monitor de mi hermano,viene de vez en cuando a visitarme y bueno, es especial, me da muchísima fuerza. Pero solo somos amigos.
Amigos.
-¿Almu? ¿Me escuchas?.
+Si, ya voy.
Ahora, os voy a contar mi día a día.
Como se superan estas terapias para que os deis cuenta que no todo es la parte 'bonita' irónicamente hablando, de perder peso rápido. También hay una parte oscura que nadie quiere superar.
Estoy en una habitación, con cables en el pecho, vacía, oscura. Sola con mis pensamientos.
Nos veremos siempre. Lo sabes, ¿verdad?. Sigues estando igual de gorda, o creo que has engordado, dejame verte.
Cerré los ojos con fuerza intentado sacar las voces de mi cabeza. Eso era lo que me estaban enseñando. A sacarlas.
Tenías que respirar,cerrar los ojos e intentar no escuchar nada de lo que te decían.
Levántate. O esque te pesa mucho el culo, gorda. -rieron-. Te estoy diciendo que te levantes.
Iba a levantarme con lágrimas en los ojos, cuando me puse a chillar un 'no' desesperadamente. Llena de miedos. Miedo de que me hicieran algo. Son más poderosas de lo que os creéis.
Dan miedo. Estan dentro de mi, como la sangre.
De repente, me encuentro en una esquina de la sala, con las piernas en mi pecho, abrazándolas, llorando y chillando desesperadamente.
-Joder, sacarla de ahí. ¿No veis que esta sufriendo?
-Es terapia, Carlos.
-Si no entra usted voy a tener que hacerlo yo. Esta temblado, joder. -me señaló nervioso-.
De un momento a otro, me encuentro a Carlos delante mía.
-Tranquila -abrió sus brazos- todo ha pasado, estoy aquí.
+Tengo -suspiré- miedo.
-Dejame que te vea, anda. -separé mi cabeza de mis piernas y le miré-. Estas muy fea cuando lloras.
+Alejate de mi. -me eché para atrás-.
-Eh, soy yo, Carlos. -me acarició la cara-.
+No me toques. -temblaba al hablar-.
-¿Por qué? -preguntó sereno-.
+Porque yo corto sin querer.
Las cosas rotas hacen eso.
Y no quiero hacerte daño.