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Sobra decir que seguí el consejo de Mikey al pie de la letra y me aleje de su hermano completamente, no es como si antes fuéramos muy amigos o habláramos seguido, pero a lo que me refiero es que lo saque de mis pensamientos y cada vez que iba a casa de los Way trataba de no prestarle atención y dejarlo solo.

O al menos eso trate de hacer...

Era viernes por la noche y me había citado con Mikey en su casa para desvelarnos viendo una maratón de películas de terror, las cuales tengo que admitir me fascinan a más no poder.

Toque el timbre dos veces como usualmente lo hacía, y cuando la puerta se abrió me encontré con Donna muy contenta.

"Hola Frank" me dio un abrazo y besó mis mejillas, me invitó a pasar de inmediato y cerró la puerta tras de ella. "Mikey esta en la ducha, bajará en un momento, si gustas puedes acompañarme en la cocina mientras el viene."

"Siempre es un honor ayudarla en la cocina, Donna" sonreí y la seguí por el pasillo, no sin antes notar que había alguien en la sala de estar viendo la televisión.

"Gerard, tenemos invitados." Una cabeza despeinada se asomó por encima del sillón y dirigió su mirada molesta hacia mi.

"Hola, Gerard" No quería ser grosero aun cuando él lo había sido conmigo los últimos días.

"Hola." Volvió a recostarse en el sillón y Donna suspiró ante la actitud de su hijo pero no dijo nada y entramos a la cocina.

Para cuando Mikey bajo con el cabello aún mojado la mesa ya estaba servida y su madre y yo habíamos terminado de decorar el pastel de chocolate que había horneado.

Donald se sentó en la cabecera como de costumbre, Donna siempre a su lado derecho y frente a ella estaba Mikey. Por otro lado yo nunca había estado frente a alguien, ya que usualmente éramos solo los 4, pero ahora con Gerard aquí ambos teníamos que comer frente con frente y era bastante incomodo.

"Mikey me dijo que abandonaste la universidad" Donald me miró y yo me encogí de hombros.

"La escuela de Leyes no era para mi."

"Frank quiere seguir su sueño de guitarrista" Mikey les confesó y de pronto la mirada de toda la familia se posó sobre mi, incluso la de Gerard que no había levantado la mirada en toda la noche. Me sentí ruborizar y me encogí de hombros.

"Eso es genial, Frank. ¿Sabes? Yo también quería ser músico cuando era joven, pero mis padres me obligaron a hacerme arquitecto y aquí estoy." Donald me animó y me dio una sonrisa en apoyo. Donna también me dijo ese tipo de cosas motivadoras como 'Es muy valiente seguir tu sueño' y 'Estamos orgullos de ti, Frank"

Y es por eso que yo amaba a la familia de Mikey, porque siempre estaban ahí para mí, incluso me apoyaban más que mis propios padres.

Donald y Donna eran buenos padres, apoyaban a sus hijos en todo lo que hicieran, basta con ver a Gerard quien se convirtió en dibujante de cómics, y a Mikey quien ahora seguía una carrera en Literatura y Letras.

Claramente no eran como mi madre, a quien solo le importaba un buen titulo y una carrera que me fuera a dar dinero. Odiaba a mi madre tanto por no apoyarme en mi decisión y dejarme solo en Jersey mientras ella vivía una buena vida en California.

La cena terminó y los padres de Mikey subieron a su habitación mientras Gerard, Mikey y yo arreglábamos la mesa y lavábamos los platos sucios.

"Tengo que hablar contigo" Mikey me susurro mientras Gerard entraba a la cocina.

"¿Qué pasa?"

"Escucha, necesito un favor muy grande."

"Solo dilo, Way"

El Hermano de Mikey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora