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"Eres un idiota." Escucho una voz a lo lejos y trato de abrir lo ojos pero la luz es demasiado fuerte. "Sabía que lo ibas a echar a perder." Reconozco la voz pero la cabeza me duele demasiado como para tratar de recordar de quién se trata.

Cuando por fin logro abrir los ojos me siento sobre la cama y distingo una figura parada frente a mí, mis ojos aún necesitan unos segundos para acostumbrarse a la luz. Pero cuando lo hacen puedo reconocer a Mikey cruzado de brazos.

"¿Qué quieres?" Murmullo entre dientes, estoy molesto por todo lo que pasó anoche y especialmente por la resaca. No es buen momento para que Mikey irrumpa en mi apartamento sin permiso a lanzarme su mierda.

"Te dije que no lastimaras a mi hermano."

"Y yo te dije que tu hermano ya está grande como para decidir con quién folla. No me jodas, Michael." Masajéo mi cabeza y cierro los ojos con fuerza, el dolor es insoportable y todo da vueltas... Siento que voy a vomitar aquí mismo.

"Ni siquiera puedo pensar en qué decirte. Estoy tan molesto."

"¿Por qué estas molesto?" Logro levantarme de la cama y con pasos torpes entro al baño. Observo mi rostro en el espejo y mis nauseas vuelven con más fuerza. Me veo terrible, y mi ropa está hecha un desastre. Ni siquiera recuerdo cómo llegué a casa.

"Gerard me lo dijo todo... Te acostaste con Bert, eres un hijo de puta." Asomo la cabeza por la puerta del cuarto de baño solo para mirar a Mikey con desconcierto. No puede ser verdad esto que me dice. Estoy arto de él.

"Número uno: no me acosté con el idiota de Bert. Número dos: tú fuiste el hijo de puta que le dio mi numero y Número tres: este no es tu asunto. ¿Entiendes?" Vuelvo a entrar al baño y me lavo la cara en el lavamanos. Hay un silencio durante unos segundo y lo único que puedo pensar es que Michael se ha ido de mi apartamento, pero para mí mala suerte él sigue ahí, y lo sé porque lo veo entrar al baño por el espejo.

Giro los ojos y no le presto atención, aún le doy las espaldas mientras me lavo el rostro y el muy idiota se queda parado detrás de mí viéndome con una sonrisa en los labios. Cuando por fin me giro y trato de pasar por él para volver a la habitación cierra la puerta tras de él y me impide salir. No estoy en condiciones de pelear con él, estoy hecho mierda y mi cabeza va a explotar. Así que solo suspiro realmente cansado de su mierda y le miro a los ojos antes de hablar.

"Déjame salir."

"¿Después de todo lo que he hecho por ti vienes a tratar de engañar a mi hermano y después llamarme un hijo de puta?"

"Lo único que has hecho por mí los últimos días ha sido romperme las bolas. No me jodas más." Hago un intento por empujarlo pero es inútil, la resaca me tiene peor de lo que pensé.

"¿Te has preguntado cómo llegaste a casa?" No respondo porque no tengo ni puta idea, y tampoco me importa mucho saberlo para ser honesto. "Te encontré tirado en una banqueta del parque. Pudieron haberte matado."

"Ya estuvo bueno Mikey. ¿Qué quieres? ¿Un premio? ¿Quieres que me arrodille ante tu hermano y le pida disculpas? Sabes que nada de eso pasará, así que no sé qué haces aquí." Sus ojos me miran fijamente y puedo jurar que escucho su corazón romperse.

"Tal vez tienes razón, debí haberte dejado morir ahí, así como debí dejar que te suicidaras hace dos años." Abre la puerta del baño y sale de ahí molesto. Trato de seguirlo pero no porque pienso disculparme sino porque sus palabras me han dejado aturdido.

Abro la boca para decir algo pero él es más rápido que yo. Como si me leyera la mente me tira a la cara las llaves de repuesto que le había dado del apartamento, me grita que soy un hijo de puta y después desaparece de mi vista dándole un portazo a la puerta.

El Hermano de Mikey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora