Acababan de levantarse, ese día nadie había querido vestirse como era debido desde temprano, asi que todos tenían un aspecto terrible
Una de las tías de Sebastian, cuyo nombre Valentine no recordaba, le dio a la bebé a Sebastian
-Oh cielos- susurró el
Pasaron por una mesa, donde había un frasco de medicina, Sebastian lo tomó y se lo dio a la niña
-Toma tu sonaja- le dijo
-Pero eso no es una sonaja- dijo Valentine
-Shh, eso ella no lo sabe- replicó Sebastian
Valentine rió en voz baja
-¿Qué tiene esta familia con los frascos de medicina y las cucharas? Bonnie juega con cucharas, tu le haces bromas con cucharas, los bebés juegan con frascos de medicina ¡Es extraño!- exclamó
-¿Y desde cuando o soy normal o algo por el estilo?- se burló Sebastian
***
Valentine creía que estar en ese lugar sería una de las cosas más divertidas que haría, pero no era así, Sebastian se pasaba la mayor parte del día durmiendo, por lo que ella estaba con Bonnie y Monique, algunas veces Rowan también. Pero en ese momento no
-¿Recuerdas cuando te di comida y luego te golpee?- preguntó Bonnie
-Lo hiciste muchas veces, vas a tener que ser más especifica de a cuando te refieres- Dijo Valentine
-¿Te golpea constantemente?- preguntó Monique
-Más de lo que me gustaría- dijo Valentine
-A mi también me golpeaba, y aunque parezca débil duele mucho cuando te golpea- se quejó Monique
-¡Lo se!
Bonnie les dio un golpe a ambas
-Bestia- dijeron ellas
Sebastian estaba en el sofá que estaba junto a ellas, durmiendo, y junto a él estaba Deborah, que lo acompañaba en sueños
-¿Dónde esta Rowan?- preguntó Monique
Su relación había mejorado considerablemente esos días, básicamente porque se hablaban, aunque peleaban constantemente, era mejor a nada
-Seguramente esta afuera- dijo Bonnie
Monique se levantó rápidamente y salió de la casa
De pronto Deborah se impulsó hacia adelante, aún durmiendo, y cuando Valentine creyó que iba a escuchar el golpe contra el piso, Sebastian puso su mano al frente, y la niña se mantuvo allí, aun dormida. Lo más curioso era que Sebastian también parecía dormido
-¿Qué diablos?- dijo Valentine
-Sebastian no es paciente con los niños, pero eso no significa que no sea bueno con ellos- dijo Bonnie
-Eso no es "ser bueno", eso es extraño- dijo Valentine mirando el brazo de Sebastian, que aun tenía a la niña
-¿Desde cuando mi primo es normal?- dijo Bonnie, justo como lo había dicho Sebastian unas horas antes
-Quitenla- dijo Sebastian con voz adormilada
Bonnie se levantó del sofá, tomó a Deborah, y se la llevó
Sebastian levantó la cabeza y miró alrededor, aun con cara adormilada
-¿Estamos solos?- preguntó de repente
-Si- dijo Valentine dudosa
-¡Vamos! ¡Te mostraré algo!- dijo tirándole de la muñeca, levantándose rápidamente
Valentine intentó decir algo, pero el corrió, abrió la puerta principal, se aseguró que nadie los viera y corrió otra vez. Ella no se había dado cuenta de lo grande que era todo allí, si no estuviera con Sebastian, que seguramente conocía el lugar, no se habría atrevido a salir sola
Corrieron entre los numerosos árboles, Valentine estaba segura de que cuando salieran de allí, tendría las piernas raspadas, cuando finalmente se detuvieron, Valentine miró arriba, sorprendida
-Venía aquí cuando no quería que me molestaran, por lo que es obvio que pasaba aquí realmente mucho tiempo
Había un árbol alto y con un tronco muy grueso, y en una de las grandes ramas había una casa de madera, Valentine estaba segura de que podría estar allí de pie, pero Sebastian no
El empezó a subir por la escalera de cuerda que colgaba, y le hizo una seña a Valentine para que lo siguiera. Ella dudó un instante, pero luego lo siguió
Sebastian entro a la casita, y luego Valentine, y como había pensado, Sebastian estaba encorvado
-Parece que crecí- dijo observando el techo
Valentine rió en voz baja
-Debiste ser un enanito cuando eras menor
-¡Si! ¡Y un día de pronto no me quedaba nada! ¡Era alto!- dijo Sebastian
-Me gusta que seas alto- dijo Valentine
-A mi me gusta que tu no lo seas- dijo él
Valentine lo observó sin expresión alguna, a lo que Sebastian empezó a reir como idiota, se dobló, y cuando se levantó se golpeó la cabeza, tropezó, y cayó sobre Valentine
-¡Quitate de encima!- gritó ella
-¿Por qué? Yo estoy muy bien- dijo él
-¡No me dejas respirar, imbécil!- dijo ella
El empezó a reír, y se apoyo en sus brazos, pero no se levantó
-Te traje aquí con una sola intención- dijo Sebastian, con ese tono de voz con el que le coqueteaba cuando ella se enojaba
Valentine suspiró
-Lo tengo presente
Sebastian la besó, ella lo empujó, el rió
¿Para qué seguir explicando? ¡No somos idiotas! ¡Todos sabemos exactamente lo que sucedió en la casa del árbol de la infancia de Sebastian! ¡No necesitamos "detalles pasionales"! ¿Entendido?
***
-¿Dónde estaban? ¡Los buscaba hace dos horas!- exclamó Bonnie cuando los vio regresar
-Tu sabes... buscando cereal- dijo Valentine tartamudeando
-Esa ha sido hasta ahora la más estúpida excusa que alguno de ustedes dos haya dicho para no decirme que tuvieron sexo- dijo Bonnie
-Te odio, Bonnie Lynch-dijo Sebastian
-No es verdad- protestó ella
Rowan apareció, vio a Sebastian, y sin razón alguna le dio una bofetada. Sebastian lo golpeó, y una vez más empezaron a pelear
A Valentine le sorprendía que pelearan asi, peleaban peor que cuando tuvo que llevar a Sebastian y Hunter a la enfermería, un rato antes le había visto numerosos moretones a Sebastian en el cuerpo que él parecía ignorar
A pesar de que Sebastian era frio en la mayoria de las situaciones, grosero, cretino, y muchos otros no positivos, con su familia nada parecia importarle, ni siquiera lo que había pasado con su hermana, y a Valentine le parecía extraño... Pero, ¿Desde cuando Sebastian era normal?
***
No se que me sucede, ya no puedo escribir capitulos largos, pero ya que, alli esta el de hoy, comenten y voten, pero sobre todo comenten, adoro cuando comentan
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Una chica en Dalton?
FanfictionValentine Merryweather, la hija del director de Dalton, se ha cansado de McKinley, y le pide a su padre que la deje entrar a Dalton, pero no todo es como ella se lo espera, y mucho menos cuando conoce a Sebastian Smythe, y cosas que ninguno de los d...