Estaban absolutamente solos
No había nadie que pudiera entrar por sorpresa a la casa, nadie que pudiera llamarlos repentinamente, nadie que los reprendiera por nada
Estaban solos en la casa de Sebastian
Y aun asi no se atrevían a tocarse más allá del abrazo que habían formado al sentarse en el sofá
-¿Sabes que podemos hacer lo que queramos, cierto?- preguntó Sebastian
Ella asintió
-¿Nos limitaremos a quedarnos aquí toda la tarde o...?- pregunto Valentine
El sonrió
Ella empezó a subir las escaleras, seguida de él
Y si, pasaron tal vez las siguientes dos horas respirando entrecortadamente, con los cuerpos juntos, y los torsos desnudos
Valentine aún tenía la respiración entrecortada, él se reía
-¿De que te ríes?- dijo ella
-No me rio de nada, estoy riendo como idiota nada más- dijo el
Ella frunció el ceño
-¿Por qué?
-Porque me siento un idiota cuando estoy contigo
Ella no se sentía una idiota... no literalmente, se sentía nerviosa siempre, cuando se dio cuenta que le gustaba, lo veía y sentía un escalofrío, y mariposas en el estómago, a veces cuando el le hablaba sin pelear incluso temblaba
Oh si, ese corto periodo en el que las personas se sienten asi con la persona que le gusta, existió en Valentine, aunque ni a ella misma le gustaba admitirlo
Sebastian en cambio, nunca se sintió así, siempre se esforzó por odiarla, hasta que finalmente no pudo. Cuando se dio cuenta que era un idiota con ella, en sentido literal, no pudo hacerlo más, y cuando se disculpó, todo aquello acabo, pero fue ella quien lo besó, y por supuesto no solo ya no la odiaba, sino que le gustaba
Si alguien unos meses atrás le hubiera dicho que ella sería su novia, le habría escupido el café con courvoisier, y se habría reído en su cara
Y sin embargo se encontraba allí, enamorado de ella, correspondido
¿Quién lo diría?
Valentine se abrazó más a Sebastian, el hizo círculos con su dedo en el hombro de Valentine
-Alucinante- dijo ella de la nada
El rio
-¿Cuál de todas las alucinantes cosas que hicimos?- dijo el
-Todo, todo es alucinante- dijo ella
-Tu ni siquiera pareces real- dijo Sebastian mirándola
-¿Quién dijo que lo soy?- dijo ella con una mirada siniestra
Por un momento el incluso se asustó ¿Estaría loco?
Y ella empezó a reír, el negó con la cabeza
¿Quién diría que después de pelear, a veces golpearse, lanzarse cosas, lanzarse raspados, insultarse, gritarse, buscar la manera de joder al otro de la más insoportable manera, podrían quererse tanto? ¿Quién diría que para ellos si se puede aplicar el "del odio al amor hay solo un paso"? ¿Quién diría que finalmente Sebastian había salido de su burbuja con ella, la persona que era tan igual a él que no podía tolerar su simple presencia? ¿Quién diría que ella aprendería tantas cosas con él?
Cuando Valentine llegó a Dalton él era su miedo, sin ningún motivo concreto, pero el simple pensamiento de él furioso por su presencia allí le asustaba, le asustaba que él le hiciera la vida imposible
Pero él simplemente no podía tolerar su presencia, no podía, no le gustaba su voz, le desagradaba su cara, no le gustaba inclinarse para hablarle, no le gustaba que ella fuera tan igual a él, que a veces decían y hacían las mismas cosas, no le gustaba que le sonriera de la misma forma arrogante que el lo hacía, pero al final, todo eso que no le gustaba, era lo que le encantaba. Le encantaba su voz, le gustaba observar su cara cuando ella no prestaba atención, le encantaba que ella fuera más baja que él, le encantaba que fueran iguales porque así pensaban lo mismo, le gustaba que le sonriera, justo como él le sonreía a ella
¿Quién diría qué el la querría tanto que se atrevería a decirle "te amo"?
Pero esas eran las cosas que formaban todo, si Valentine y Sebastian no se hubieran odiado desde que ella estaba en McKinley, probablemente el se habría burlado de ella, el odio habría aumentado, y habrían dejado de hablarse, probablemente Sebastian habría hecho muchas otras cosas estúpidas, tal vez Valentine no habría tenido tan buenos amigos, quizás se habría cansado de él y le habría pedido a su padre que lo expulsara, probablemente un día se hubieran encontrado, él habría dicho "hiciste que me sacaran de Dalton", ella habría dicho "de nada", pero el decidió hablar pacíficamente, y terminaron enamorados
Ese momento en el que decidió no ser un grandisimo imbécil, cambió muchas cosas, los cambió a ellos
***
Valentine reía porque Nick seguía tomando fotos aunque Hunter le gritaba que parara, Sebastian la observaba, le encantaba observarla
-¡Hey! ¡Tomemos una selfie!- dijo Jeff
Trent y Sebastian, que fueron los únicos que prestaban atención, se situaron detrás de él y Jeff tomó la foto
-¡Sales horrible!- se burló Sebastian
-¡No es culpa mia!- se defendió Jeff
Valentine llegó riendo, sin poder siquiera respirar
-Nick... Hunter lo golpeó- dijo apenas en un susurro entrecortado
Nick llegó frotándose el brazo, Sebastian no pudo evitarlo, soltó una carcajada al ver su cara de dolor
-¡Hey! ¡Yo tomo fotos de todo, es mi naturaleza!- dijo Nick
Valentine se doblo hacia abajo, seguía riendo pero no emitia ningún sonido, Sebastian al verla, rio aún más, Jeff y Trent se les unieron, pero sin tanta intensidad. Valentine se dejó caer lentamente al piso, se doblaba hacia adelante y atrás
Al final, hasta Hunter empezó a reírse
Quedaban apenas cinco días para que el año terminara, pero siete meses para que otra cosa terminara, algo mucho más doloroso
***
¿Qué creen que sea eso en siete meses? pongo en multimedia la foto XD
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Una chica en Dalton?
Hayran KurguValentine Merryweather, la hija del director de Dalton, se ha cansado de McKinley, y le pide a su padre que la deje entrar a Dalton, pero no todo es como ella se lo espera, y mucho menos cuando conoce a Sebastian Smythe, y cosas que ninguno de los d...