Capitulo 11

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Billy Carmedy

Quiero darle a Aaron algo especial en Navidad, pero no tenía ni idea de que comprarle. No creo que a sus papás les guste que yo le de algo personal y sabía que ya no tenía reproductor de CD ni nada de eso.

Habíamos hablado mucho sobre la universidad. Yo sabía que Aaron quería mucho salirse de su casa. Traté de hacerle saber que las cosas serían mejor cuando estuviera fuera y lejos de los ojos observadores de sus papás. Él no tenía opción de escuelas. Su papá dijo que tenía que ir a la escuela de la iglesia en el mismo pueblo donde vivimos. Allí sería bueno para él, porque era la mitad de clases religiosas y su vida social sería monitoreada. Aaron lloraba cuando me lo contó. Él no podía ver ninguna manera de evitarlo. Al menos, eso fue lo que dijo, que estaría en un dormitorio y fuera de su casa. Yo no quería decirle que sonaba muy parecido al lugar al cual había sido llevado en el que todos sus pensamientos y sueños fueron aplastados. Yo deseaba tanto que él pudiera ir a la Universidad Estatal conmigo. Yo quería ser el que viera a Aaron Sorensen convertirse en el hombre que el quería ser.

Se me ocurrió un plan de un simple regalo para Navidad. El plan él no lo conocería y el regalo era fácil.

***********************

La navidad siempre ha sido un gran día en mi casa. Mi mamá horneaba un pavo grande y gordo y todos ayudábamos, cortando, rebanando y limpiando. Los regalos siempre fueron pequeños y no demasiado caros, sino que eran de todo corazón y nos hacían sentir muy especial. Siempre me prometí a mí mismo que cuando yo fuera un arquitecto establecido, yo les daría a mis papás regalos de lujo para Navidad, su cumpleaños y en cualquier momento que yo viera algo que les gustara. Ahora, conociendo a Aarón, sabiendo cuánto dinero tiene su familia y las cosas caras en su casa y lo poco que Aaron valoró todo eso, he cambiado mi opinión acerca de mi familia. Yo siempre estaría ahí para ellos con todo mi amor y para ayudarles en cualquier cosa que fuera necesaria. No eran las cosas caras lo que importaban, era el amor en el hogar.

Algo me había estado preocupando mucho de todo esto con respecto a Aaron. Me sentía como si estuviera viviendo una mentira y yo quería saber cómo iba a reaccionar mi familia si yo les dijera todo esto. Los observé a todos; papá, mamá, abuela y abuelo, mis dos hermanas mayores, Ginny y Marsha. Me gustaría saber cómo reaccionarían si me pusiera de pie y se los dijera.

Marsha y Ginny serían buena onda. Creo que tal vez ellas ya saben y a la abuela no le importaría, excepto que esto me lastimaría. Eran mi mamá, mi papá y mi abuelo quienes me preocupaban. No podría soportarlo si dejaran de amarme. Miré a mi familia con ojos tristes, sabiendo que yo no diría ni una palabra. Un día tal vez, pero no ahora.

Manejé hasta la casa de Aarón, después de que comimos nuestro pavo y, llevando un paquete brillante envuelto a su puerta. Sus papas no podían quejarse de este regalo. Era simple y sin embargo era importante.

Aaron abrió la puerta y sus ojos brillaban. Él me jaló al pasillo y luego más lejos en la sala de estar. Yo podía escuchar el sonido de las voces procedentes del comedor.

-El anciano Clemmons, y el anciano Franks y sus esposas están aquí para la cena de Navidad-dijo Aaron, haciendo caras y un sonido de nausea-Feliz Navidad para mí-.

Nos reímos y sacudimos la cabeza. Fue bueno ver a Aaron intentar reírse de toda la mierda que no podía cambiar. Era más fácil reír que llorar.

-Tengo algo para ti-.balbuceó, su sonrisa cada minuto era más grande.

Le extendí la cosa simple que había comprado para él en el centro comercial. Quitó el papel con mucho cuidado y sacó el calendario 2015-2016. Había fotos de lugares hermosos de todo el mundo. Me miró con ojos de interrogación.

-Quiero que marques los 270 días, hasta que seas libre para que seas la bella persona que hay dentro de ti-dije en voz baja-Mira el 22 de septiembre del 2016"

Aarón volteaba las páginas hasta llegar a septiembre. Tenía una hermosa imagen del Gran Cañón. Yo había dibujado un círculo rojo alrededor del día 22 y escribí las palabras "libre para ser yo." Vi que los ojos de Aaron se llenaron de lágrimas mientras trazó las palabras en rojo.
-Gracias, Billy. Voy a marcarlas una a una y sé que estoy acercándome a mi mismo-.

Yo quería tocar su cara, limpiar las lágrimas con mis dedos, pero sabía que no podía. Me gustaría esperar hasta un momento correcto. Y hasta entonces, Aaron solo será mi mejor amigo.

Se levantó de golpe y agarró un paquete grande detrás del sillón reclinable.
-Tengo algo para ti también-. sonrió abiertamente. El fue prácticamente saltando mientras yo arrancaba la envoltura. Yo no soy ahorrador como Aaron. Cuando vi por primera vez el sombrero Stetson y me di cuenta de lo que Aaron había hecho, sentí lágrimas calientes quemándome atrás de mis ojos.

-Esto es demasiado, Aarón...-me ahogué. Yo siempre había querido este sombrero. Lo miré mientras yo mordía mis labios para esconder el amor brillando-No sé qué decir-.

Aaron sonrió.
-Sólo da las gracias-.

Nunca había tenido un sombrero tan bonito como este. Me tragué mi orgullo de querer decir que yo no podía aceptarlo porque la mirada en los ojos de Aarón me hicieron saber que necesitaba guardarlo tanto para el como para mí.
-Gracias, amigo-. le dije, pensando en todas las cosas que quería decir. Me acerqué al espejo y me puse el sombrero desenvueltamente en mi cabeza, se volteo y sonrió-¿Qué te parece?-.

Allí estaba en sus ojos. Los leí y todo lo que necesitaba saber estaba allí.

Si tan sólo pudiera mantener mi promesa un poco más.

-Te ves grandioso- dijo en un susurro suave.

-Voy a atesorarlo-.le dije, manteniendo mis ojos hacia abajo y lejos de los suyos. Tomé todo lo que yo tenía para no jalarlo cerca y hacerle ver lo mucho que esto significaba para mí.

De repente, el silencio se tragó la habitación y era incómodo. Hubo palabras chocando con las paredes y ni un sonido se hacía. Yo me había hecho una promesa a mí mismo y tenía que mantenerla.

Voces desde la otra habitación se acercaron y los papás de Aarón y sus invitados entraron. El momento se había ido mientras luchábamos por el control.

-Quiero darte las gracias por tomarte tal interés por nuestro hijo-dijo el Señor Sorensen, extendiéndome su mano-Estaba diciéndole a los ancianos que si hubiera mas muchachos como tú para ayudar a la juventud de hoy que va mal, además no habría tanta perversión en las escuelas. Apreciamos que haya tomado el tiempo para tratar de reparar a Aaron-.

Vi la cara de Aarón cerrarse completamente, con los ojos apagados y la alegría de lo que estábamos a punto de decir, la intimidad de compartir que casi habíamos hecho, se había ido.

-Yo soy amigo de Aaron, Sr. Sorensen- le dije con la mayor cortesía que pude-Es un placer ser sólo eso. Él no necesita ser enmendado-.

Miré los ojos del Sr. Sorensen moverse rápidamente desde mi cara a la cara de Aaron y de nuevo a mí. Tuve que tener cuidado.
-Es divertido trabajar en la tienda después de la escuela, ¿Correcto Aarón?-. Palabras para difundir de lo que acababa de decir.

-Sí...-.dijo Aaron lentamente.

%#¿&$*! . . . . Ese hombre podría chupar el jugo de un limón sin hacer muecas. El simplemente no podía dejar que Aaron tuviera momentos de felicidad. Miré hacia abajo en el calendario que Aaron había agarrado en la mano y volví a su rostro. "270 días", pensé en mis adentros. 'Te faltan 270 días hasta que seas un hombre libre, Aaron. Aguántate.'




Mas allá de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora