Conociéndonos

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Firmamos los papeles correspondientes, no faltaron las fotos, me sentía tranquila y serena, había demasiada gente que no conocía, Ray me Haló de un brazo y me llevó a solas
-hola... Taylor - dijo Ray, Sonreí
-¿por que me trajiste aquí a parte? Dudó que sea para sólo saludarme -él se rió
-sólo quería decirte que te ves hermosa... - me sonroje - el satén te sienta bien
- en realidad... Todo me sienta bien - ambos reímos
-tengo una esposa a parte de hermosa, modesta...
-disculpe... Señor, su madre solicita su presencia - dijo un mesero
-muy bien, ya voy - dijo y el mesero se fue - ¿vamos? - preguntó extendiendo su brazo el cual tomé
Caminamos hasta el centro, hasta una Señora en silla de ruedas
-Taylor, te presentó a Nadira Obrian, mi madre
-un gusto en conocerte Taylor
-El gusto es mío - dije, era una mujer rubia de mediana edad, con ojos marrones oscuros
La fiesta pasó sin ningún conveniente, baile durante toda la tarde, con papá, Arthur y Ray, los cuales resultaron excelentes bailarines, las únicas personas que estaban en la fiesta que conocía eran, Carmen, Martha y Alison, del resto eran mis padres y los padres de Ray, no habían más familiares de ninguno de nosotros, los otros que estaban eran socios y compañeros de papá, Arthur y Ray. La fiesta terminó a las 5 de la tarde, el chófer que nos llevaría a nuestra "luna de miel" esperaba afuera.
-adiós mi niña - dijo mamá abrazandome y llorando
-adiós mamá
-cuidate ¿si?
-esta bien - me acerque a papá - adiós
-te quiero hija
-y yo a tí - dije y fuí hacia Martha, Carmen y Alison
-hasta luego - Martha sólo se limitó a abrazarme, sus lágrimas corrían por su rostro - adiós Arthur y Sra. Nadira
-hasta luego, Taylor...
Y me subí junto con Ray en el auto, y así avanzamos hacia mi nueva vida
-¿que ocurre? - preguntó Ray, ya que estaba observando por la ventanilla
-solamente me preguntaba a donde íbamos
-al aeropuerto
-pero... Aquí no tengo mis maletas...
-tu madre las llevará...
-¿ella sabía?
-si
-eso es ¡traición!
Reímos sonoramente
-y... Bueno ahora que nos conocemos en persona... Me gustaría preguntarte algo...
-adelante
-Taylor, ¿que tan bien te llevas con Lisa?
-Lisa es mi madre... ¿Como crees que me la llevó con ella?
-aquí entre nosotros sabemos que eso no es cierto
-¿Como...sabes..?
-soy su sobrino, yo lo sé porque ella me lo dijo
-¿como que te lo dijo?, ¿por que lo hizo?
-porque se lo pregunté, soy muy curioso
-ya veo
-entonces... Dime
-bien, muy bien - las palabras de mí madre llegaron a mi mente " Cariño sigue todas sus órdenes... Sin importar que, hazlo feliz y siempre dile la verdad, él odia las mentiras, siempre debes estar pendiente de él y mantenerlo contento y satisfecho... ", y eso me hizo pensar que las apariencias siempre engañan
-llegamos Señor - anunció el chófer
Ray se bajo primero y luego me abrió la puerta, agarré su mano y caminamos por el aeropuerto
-¿por que me preguntaste eso?
-te dije... Soy curioso
-Señor... - dijo una azafata - sus maletas están listas, pase por aquí
Nos fuimos directo al avión sin pasar por la revisión aconstumbrada, nos acomodamos en primera clase, en uno de los mejores asientos
-disculpa que no te llevará en mi jet, pero esta en reparaciones
-y a ¿donde vamos?
-a Orlando- Florida
-¿que tienes planeado?
-es una sorpresa
El avión despegó a las 6, desde que estuvimos en aire hasta que descendimos dormí placenteramente, nada perturbó mi siesta, aunque las pesadillas no me dejaban obtener el sueño que tanto anhelaba, aún dormía sin interrupción...
-Taylor, Taylor... - Ray me sacudió ligeramente, me abrazó, parpadeo varias veces - ¿estas bien? - moví la cabeza negativamente, me estrecho entre sus brazos y acarició mi cabeza, parecía un hermano mayor, me di cuenta que mis lágrimas habían humedecido mi rostro - tranquila, estoy aquí para lo que necesites - dijo separándose de mí y tomando me por lo hombros, ese gesto me hizo recordar a papá, más lágrimas salieron de mis ojos
-¿ya llegamos?
- si Taylor - me levanté al igual que él, me rodeó con su brazo izquierdo y caminamos así hasta el auto que nos esperaba afuera, al entrar vi en el asiento un cuaderno azul con un lazo rojo y mi tablet, miré a Ray extrañada, mientras éste cerraba la puerta
-Lisa te regalo el cuaderno y te trajo tu tablet
Los tomé y los puse en mi regazo, Ray sacó un pañuelo y me lo paso por mí rostro
-una mujer tan linda como tu no debería llorar - me dedicó una sonrisa la cual se la devolví, puse mi cabeza en su hombro izquierdo y estuvimos en silencio durante todo el viaje -¡llegamos! - el reloj de mí tablet anunciaba las 9
Al alzar la mirada hacia el frente vi la entrada de dineyland, mi corazón dio un giro de 70°, todos esos recuerdos felices de mi infancia, recobraron vida en mi mente, toda mi vida desde el día del accidente, quise volver a ése tiempo en el que era feliz e inocente.
-¿por que lloras? - preguntó Ray preocupado
-gracias - lo abracé, su aroma refrescante me inundaba la nariz, nos bajamos del auto y sacamos nuestras maletas del maletero del carro

FingiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora