Enséñame a amar [ Louis & tu ]

ღ Capítulo 5 ღ

Los rayos del sol se filtraron por mi ventana apuntando directamente hacía mi rostro, abrí mis ojos tallándolos suavemente y sin más me levante de la cama yendo directamente al espejo, recordando lo que había hecho la noche anterior, había devuelto de nuevo la comida, unas ojeras se asomaban bajo mis ojos. "Nada que no se pueda arreglar con maquillaje" me dije a mí misma. Entonces en ese momento alguien abre la puerta de mi habitación, sobresaltada me giré encontrándome con el hijo de mi padrastro... Louis

- ¡¿Qué demoni.os haces aquí?! Tienes que tocar la puerta antes de entrar

- Tranquilízate princesa, Alexander dice que ya está listo el desayuno

- Ahora voy

Louis estuvo a punto de irse cuando de repente su vista se detuvo en todas las envolturas de comida que había dejado la noche anterior. Maldije hacía mis adentros, había olvidado tirar todas esas envolturas

- ¿Te comiste todo esto? –pregunto sorprendido-

- Cla-claro que no –respondí más que nerviosa-

- ¿Entonces que hacen todas esas envolturas ahí?

- ¿Qué te importa? Lárgate de mi habitación y dile a Alexander que comeré con mi prima

- No soy tu mensajero

Dicho eso se fue de mi habitación dejándome de nuevo boquiabierta. Aún no podía creer como podía odiar tanto a alguien en tan poco tiempo. Comencé a arreglarme para ver a mi prima, ya que habíamos quedarnos en vernos en el parque de la ciudad, a pesar de que no quería pensar en Louis, no dejaba de imaginarme el color de sus ojos, su rostro. ¿Qué me pasa? Debo concentrarme en otras cosas. Sin más termine de arreglarme y baje las escaleras encontrándome con Alexander, mi madre, Tommy y con... Louis desayunando en el comedor

- Buenos días cariño –saludo Alexander- anda, ven a desayunar

- Ah yo... desayunare con mi prima

- Oh, está bien, llévate a Louis para que conozca la ciudad

- ¡¿Qué?! –dijimos Louis y yo al unísono-

- Yo no quiero ir a ningún lado con la princesa –dijo él haciendo una mueca-

- ¡Louis! –grito mi padrastro- no es una pregunta, además te gustara mucho y _____ conoce muy bien la ciudad

- Ya lo escuchaste Alexander –dije yo esta vez- no quiere ir

- Pues tendrá que hacerlo, y es mi última palabra

Ambos bufamos y sin más camine hacía el llavero para tomar las llaves de mi auto pero alguien se me había adelantado pues Louis ya tenía las llaves del auto en sus manos

- Dame las llaves –ordené- yo conduzco

- No –negó el con una sonrisa- si quieres salir tendrás que dejar que yo conduzca

- ¿Qué? ¡No! Es mi auto y la única que lo conduce soy yo

- Pues entonces no vamos

Sin decir nada más Louis se giró mientras que caminaba alejándose de mí. Bufé completamente enojada y sin más corrí hacía el tomándolo del brazo

- Está bien, tu conduces pero con cuidado porque si algo le pasa a mi bebé, te juro que te mato

- No me asustan tus amenazas –susurro él acercándose a mí oído-

- Pues deberían –dije nerviosa-

Él solo echo a reír, lo cual causo que me enojara mucho más, si esto seguía así pronto me saldrían canas verdes y todo gracias a un im.bécil. Minutos después ambos subimos al auto, yo en el asiento del copiloto y el en el asiento del piloto

- Más te vale que conduzcas despacio

- ¿Por qué?

- Porque mi auto vale mucho más de lo que vales tú, y si le pasa algo, tú me las pagaras

- Está bien –dijo Louis- solo que hay un problema

- ¿Cuál? –pregunte entornando los ojos-

- Que odio conducir despacio

De repente el auto arranco fuertemente y sin más Louis comenzó a conducir a máxima velocidad. Yo solo grite de la impresión mientras que trataba de ponerme el cinturón de seguridad

Minutos después por fin llegamos al parque de la ciudad en donde quede de ver a mi prima. Llegamos tarde, todo por culpa de Louis pues no seguía mis indicaciones. Cada vez lo soporto menos. Por fin localicé a mi prima: Cams, sin dudarlo corrí hacía ella

- ¡Hola! –grite abrazándola- lamento la tardanza

- No te preocupes, me alegra estar de regreso en Londres

- Lo sé, a mí también, espero esta vez sea por una larga temporada

- Sí, así será, incluso ya me inscribí en la misma escuela que tú

- ¿Enserio? –pregunte emocionada- ¡Eso es genial!

- Sí, amm... ¿Quién es él? –pregunto mi prima apuntando hacía Louis- ¿Es tu novio?

Inmediatamente Louis y yo intercambiamos miradas perdiéndonos por un momento en la mirada del otro, rápidamente desvié mi mirada mientras que sacudía mi cabeza intentando alejar su rostro de mis pensamientos

- No, él es... es mí... hermanastro

- ¿Enserio? –pregunto Cams sorprendida- ¿Así que eres hijo de Alexander? Mucho gusto me llamo Camila, me dicen Cams

- Louis –respondió secamente-

- Bueno chicos –dijo de nuevo mi prima- muero de hambre, vamos a un restaurante

- Ah yo... no tengo hambre, comí antes de venir

Rápidamente Louis se giró mientras que se me quedaba viendo extrañamente, con el ceño fruncido, no entendía porque me miraba así, hasta que por fin hablo

- ¿Por qué mientes? –pregunto mirando mis ojos- No desayunaste en tu casa porque se supone que desayunarías aquí con tu prima

En ese momento sentí como un nudo aparecía en mi estómago... había olvidado por completo a Louis, mis manos comenzaron a sudar a causa de los nervios... pues al parecer... me estaban a punto de descubrir.

- Si desayune –dije nerviosa-

- Claro que no –respondió Louis- yo escuche claramente cuando se lo decías a Alexander

- Pues escuchaste mal, ya te dije que si desayune

- Mientes

- ¡Qué no miento! –grite-

- ¡Si lo haces, estas mintiendo!

Ambos continuamos gritándonos el uno al otro mientras que mi prima solo nos miraba sin saber qué hacer, hasta que finalmente se colocó en medio de nosotros

- Hey chicos, no es necesario que peleen, vamos por un helado. ¿Qué dicen?

- Sí... vamos por un helado –dije yo aun nerviosa-

Después de varios minutos Cams y yo comíamos nuestro helado pues Louis no había comprado nada. Los tres nos sentamos en una de las banquitas del parque, discretamente me gire mientras que miraba a Louis, sus ojos eran los más bonitos que había vito, aunque lo intentara no podía dejar de mirarlo. Entonces de repente él también se giró y nuestras miradas se conectaron por un instante, miles de emociones se encontraron dentro de mí en ese momento, al ver sus ojos, al sentir como su mirada atravesaba la mía, al sentir algo que jamás había sentido al mirar a alguien.