Enséñame a amar [ Louis & tu ]

ღ Capítulo 11 ღ

Los rayos del sol se filtraron a través de mi ventana apuntando directamente hacia mi rostro, sin más abrí los ojos tallándolos suavemente, lentamente me incorpore en la cama recordando lo que había pasado la noche anterior, un escalofrío recorrió mi cuerpo en solo pensar que Louis y yo nos habíamos besado, mis ojos se cerraron poco a poco recordando cada detalle, sus manos tocando las mías, sus labios sobre los míos... lo que me hizo sentir. Sin más baje a desayunar encontrándome a mi madre junto con mi hermanito Tommy y a Alexander, un suspiro de alivio salió de mi boca al no ver a Louis, pues en realidad no sabía qué hacer, ni que decirle después de lo que paso. Se supone que somos hermanastros, los hermanastros no se besan.

Me senté en el comedor mientras que me servía un poco de cereal y empezaba a comerlo y entonces lo vi. Louis bajaba las escaleras, sin pensarlo mire hacia abajo evitando encontrarme con su mirada y con esos ojos en los que tanto me perdía.

- Buenos días Louis –dijo Alexander- ¿Cómo te la pasaste ayer en la fiesta?

- Bien –se limitó a contestar-

- ¿Y... dormiste bien? –volvió a preguntar Alexander intentando sacar tema de conversación con Louis-

- No quiero hablar contigo

Alexander solo desvió la mirada tristemente mientras que un suspiro salía de sus labios. Sin poderlo evitar mire a Louis, quien también tenía la mirada hacia abajo, aunque lo intentara no podía dejar de verlo, de ver sus ojos, sus labios y entonces pasó, el levanto la cabeza y nuestras miradas se conectaron nuevamente, pasaron varios segundos hasta que mi padrastro hablo

- ¿Quieren ir a comer hoy a un restaurante que acaban de abrir? Dicen que es muy bueno

- Ah yo no quiero –dije nerviosa- con el cereal que acabo de comer es suficiente

- ¿Cómo que el cereal es suficiente? –pregunto Alexander- casi no te serviste nada, además eso no es comida

- Pero no quiero, mejor vayan ustedes

Sin decir nada más me levante rápidamente y me eche a correr hacía mi habitación, al parecer había logrado escapar, una sonrisa triunfante apareció en mi rostro, la cual se desvaneció en pocos segundos pues alguien había abierto la puerta de mi habitación: Louis. Mi corazón comenzó a latir descontroladamente y mis manos a sudar, odiaba todo lo que Louis causaba en mí

- ¿Qué... qué haces aquí? –pregunte nerviosa-

- Vine a hablar contigo –dijo secamente- ¿Podemos hablar?

- ¿Sobre qué? No tengo nada que hablar contigo

- ¿Ah no? –pregunto él irónico- ¿Y sobre el beso que nos dimos qué?

- ¡Cállate! Que te pueden escuchar, además nose de que estabas hablando, seguramente estabas tan borracho que te imaginaste cosas

- Oh vamos, no tome ni una sola gota de alcohol, tú bien sabes lo que paso, nos besamos

- Tú me besaste

- Pero tú me correspondiste

- Lo sé, pero fue un error, no debió pasar, somos hermanos

- ¡No somos hermanos! –grito él-

- Pero vivimos en la misma casa

- ¿Y eso qué?

- Que no estuvo bien Louis, no debió pasar

- ¿Sabes qué? Tienes razón, no debió pasar, además ese beso no significo nada para mí

- No te creo

- Pues créelo –dijo mirándome a los ojos- yo no me fijo en princesas como tú

Sin decir nada más Louis salió de mi habitación dejándome boquiabierta. Lentamente me senté en el piso de mi habitación, mientras que las lágrimas se adueñaban de mis ojos, nunca antes había llorado por nadie y ahora él era el causante de mis lágrimas, de mi tristeza, odiaba lo que él me hacía sentir, porque me hacía vulnerable, porque podía hacerme tanto daño con tan solo unas palabras. Entonces sin pensarlo me levante del piso mientras que corría hacia la cocina y tomaba todo lo que se me ponía en mi camino, comenzando a comer como si no hubiera un mañana

ღ

La noche estaba a punto de llegar y con ella una gran lluvia que golpeaba los vidrios de mi ventana. No había nadie en mi casa, solo yo y Louis que estaba en su habitación y yo... bueno yo estaba sentada en el piso de mi baño con lágrimas cayendo a mares por mis ojos pues de nuevo había devuelto el alimento, aunque quería no podía parar. Pasaron varios minutos hasta que por fin me pude levantar del piso, limpie mis lágrimas y sin más salí de mi habitación. Sin saber porque mi respiración se había vuelto lenta, mientras que comenzaba a ver borroso. En ese momento Louis salió de su habitación encontrándose conmigo

- ¿A dónde vas? –pregunto-

- ¿Qué te importa?

- Hay una tormenta. ¿En verdad piensas salir así?

- Sí, así que aléjate de mi camino

Camine en dirección a las escaleras dispuesta a irme cuando de repente todo me dio vueltas, mi vista se volvió más que borrosa, rápidamente me agarre a la pared intentando respirar pues mi respiración se había vuelto aún más lenta. Inmediatamente sentí unas manos tocando mis hombros, era Louis

- Hey, hey –susurró él preocupado- ¿Qué tienes?

- No... no... no losé

Lentamente ambos nos sentamos en el piso, él aun me mantenía agarrada, sin más se puso frente a mí mientras que me miraba más que preocupado

- Estás temblando –dijo Louis- tengo que llamar a un médico

- ¡No! –grite- solo fue un mareo, no es nada

- Pero estás temblando, y... estás muy pálida, además tienes ojeras bajo tus ojos

- Es porque... no he dormido bien –mentí-

- No, no parecen ojeras por no dormir, las tuyas son más... profundas

- Ya me siento mejor, en verdad, solo fue un mareo

- Está bien –suspiró- pero no puedes salir así

- Ok, no saldré, pero por favor no le digas a mi madre ni a Alexander, no quiero que se preocupen

- Luego hablamos de eso, mejor ve a descansar un poco

Asentí mientras que Louis me ayudaba a levantarme, sin más me llevo hasta mi habitación y yo me recosté en mi cama aun con la respiración lenta

- Yo... estaré en mi habitación, cualquier cosa... no dudes en hablarme

- Louis...

- ¿Qué?

- ¿Por qué te preocupas por mí?

Sin decir absolutamente nada, él se acercó a mí y sin más depositó un beso en mi frente mientras que tallaba suavemente mi mejilla. Segundos después solo se giró y se fue de mi habitación, dejándome más confundida que nunca