ღ Capítulo 44 ღ

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La lluvia caía a mares sobre Londres golpeando fuertemente los cristales de las ventanas y ni hablar de los relámpagos que me hacían temblar cada vez más, dudosamente tome la mano de Louis quien estaba a mí lado mirando hacia el frente con la misma expresión preocupada que yo tenía en mi rostro, lentamente me acerque más a él recostándome sobre su hombro

-   Todo... todo saldrá bien –dije con una pequeña sonrisa-

-   Claro que no

-   Vamos Lou, tenemos que ser optimistas

-   Oh vamos, abre los ojos, nos acaban de descubrir, jamás nos van a dejar estar juntos

-   Sé que mi madre se volverá loca, pero Alexander nos apoyara

-   No lo hará

-   Si lo hará

-   ¡No! Alexander no es más que un...

-   ¡Basta! –lo interrumpí- no voy a dejar que hables así de tu padre

-   Escúchame bien –dijo enojado- Alexander no moverá ni un solo dedo para ayudarnos

Un suspiro escapo de mis labios al mismo tiempo que rodaba los ojos, sin más comencé a caminar alejándome de Louis

-   ¿A dónde vas? –pregunto él-

-   Iré a espiar a nuestros padres no soporto estar aquí con la duda y sin hacer nada

Mis pasos eran lentos y temblorosos pues el miedo atacaba mi mente a cada segundo. Después de que nuestros padres nos descubriera ambos se fueron al estudio para hablar, por fin llegue y el miedo fue aun peor pues los gritos se escuchaban muy fuerte. La puerta estaba entre abierta así que comencé a escuchar lo que ambos decían

-   ¡Sabía que tu hijo solo traería problemas! –grito mi madre- no puedo creer que se aprovechara de mi hija. ¡De mi hija!

-   ¡Basta Regina! –grito esta vez Alexander- No voy a permitir que hables así de mi hijo

-   ¿Por qué no? Tu hijo es un delincuente, quiero que se vaya de esta casa

-   Te recuerdo que esta es mi casa Regina, y mi hijo tiene todo el derecho de estar aquí, te lo he dicho mil veces, no lo volveré a dejar solo

-   Eres un im.bécil Alexander

-   No hay razón para que nos insultemos, podemos arreglar esto cuando estemos más tranquilos

-   No puedo creer que no nos diéramos cuenta

-   Uhmm –suspiró- yo si me di cuenta... me di cuenta desde el primer momento en que se conocieron, en la manera en que se miran... en cómo se cuidan el uno al otro

-   ¿Y por qué no me dijiste nada?

-   ¡Porque no tiene nada de malo Regina!

-   ¿Ah no?

-   ¡No! Son solos dos chicos que están enamorados. ¿Te das cuenta del bien que se hacen mutuamente?

-   No me interesa... así que ahora escúchame tu, si tu permites esta relación yo me iré de la casa y me llevare a ______ y a Tommy

-   Regina...

-   Ya te dije, así que ve y dile a tu hijo que deje a mi hija tranquila

Las lágrimas ya querían escapar de mis ojos así que rápidamente corrí hacía mi habitación donde rompí a llorar, no quería alejarme de Louis pero tampoco quería irme de la casa, de un momento a otro sentí como un nudo se formaba en mi estómago tan grande que sentí que me rompería en mil pedazos.

Louis

Mis dedos pasaban lentamente por las cuerdas de la guitarra, aunque quería no podía tocar ni una sola canción pues las ansias me estaban consumiendo. La puerta de mi habitación se abrió, por un momento pensé que era ______ así que una pequeña sonrisa asomo mi rostro la cual se desvaneció al ver a "mi padre" entrar por mi puerta

-   Uhmm –suspiró- debieron decírnoslo Louis, estuvo mal lo que hicieron

-   ¿Qué tiene de malo estar con la chica que quiero?

-   No me refiero a eso, me refiero que estuvo mal que nos lo ocultaran

-   No tenía por qué contárselo a un extraño como tu

Alexander solo cerró los ojos y pude ver como la frustración se hacía cargo de él, lentamente comenzó a caminar hacía mi cama sentándose al lado de mí

-   Hijo... creo que por el momento... no deberían continuar con su relación

-   ¡Ja! Sabía que me dirías eso

-   Escúchame por favor, no es mi decisión, es solo que Regina...

-   ¡No quiero escucharte! –grite con ira- Eres la peor persona en la vida, no sabes cuánto te odio

Comencé a correr hacía la puerta de la casa, y sin más la abrí tan fuerte que por un momento pensé que la había roto, mis manos era dos puños y mi respiración estaba tan agitada que no podía controlarla, nunca antes me había costado tanto el poder tranquilizarme. Aun sintiendo la ira en el pecho salí de la casa empapándome con el agua de la lluvia, intente correr pero alguien me detuvo tomándome bruscamente por los hombros, me giré encontrándome con Alexander quien también estaba más que mojado por la lluvia

-   ¡Entra en la casa ahora mismo!

-   ¡No! –grite-déjame solo

-   Me prometí a mí mismo que te ayudaría Louis, que te ayudaría a que dejaras de tomar, a que nunca más volvieras a la cárcel, así que no permitiré que te vayas a tomar de nuevo, hagas lo que hagas no lo voy a permitir, así tenga que arrastrarte a la casa

-   Ya no te soporto, hubiera preferido que nunca regresaras por mí

Las lágrimas que caían de mis ojos se confundían con el agua de la lluvia, mis manos aun eran dos puños que intentaban controlar mi enojo. "Mi padre" solo me miraba con sus ojos cristalizados como si cada palabra que yo dijera lo lastimara

-   No digas eso hijo, déjame hablar contigo

-   Eres la persona que más me ha lastimado –dije llorando- Tu eres a quien más quería y en quien más confiaba pero decidiste irte, decidiste dejarme como si yo fuera un simple objeto que querías fuera de tu vida

-   Louis, tienes que saber que a mí también me dolió, pero yo quería lo mejor para ti y pensé...

-   Pues pensaste mal, gracias a ti he sufrido mucho y jamás te lo voy a perdonar, así como no te voy a perdonar que no me dejes estar con la chica que quiero

-   Ya te dije que no es mi decisión, yo no tengo ningún problema...

-   Si claro –dije irónico- y yo te voy a decir algo... Te odio Alexander, te odio como nunca odiare a alguien, eres la peor persona que se ha cruzado en mi vida

-   No... voy a tolerar que me faltes al respeto Louis... soy tu padre

-   No, no lo eres... solo eres un donador de genes y un cheque al mes, eso es todo lo que eres

Con dificultad entre en la casa y camine hacia mi habitación intentando retener mis lágrimas lo cual era casi imposible, al entrar a mi habitación me encontré con ______ sentada en mi cama, sus ojos estaba igual de rojos e hinchados que los míos. Cerré mis ojos frustrado y me acerque lentamente a ella pues sabía lo que estaba a punto de pasar


Enséñame a amar [ Louis & tu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora