Capítulo 14

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Han pasado varias semanas después de que robe el vestido, que casi me matan, y todo a seguido como siempre. Hay días en los que salgo con Maddie y sus amigos y me la he pasado de maravilla, como nunca antes; Dylan y yo no nos hemos dado otro beso pero ahora somos más amigos y más unidos, me la paso peleando con Chase ya que al parecer es su pasatiempo favorito desde que me conoció, y aunque se que solo lo hace de broma hay veces que si molesta. Lenny sigue regañando a todo el mundo y yo sigo sintiéndome algo extraña en esta familia.

—¿Cómo que decomisaron la droga? —renegó Dylan.

—Sí, unos kilómetros antes de llegar a Berlín —contestó Lenny preocupado.

—¿Pero toda? Eran demasiadas libras.

—No, solo fue una parte pero si nos costará algo de billete —dijo Chase antes de tomar de su trago.

—Creo que nos tendremos que ir a Europa a arreglar eso, Hailey ¿has viajado a Europa?

—¿Estás loco Dylan?

—No Lenny, no estoy loco. Tenemos que ir si no queremos que nos la decomisen toda.

—Si vamos nos estaríamos arriesgando nosotros, que nos atrapen o nos maten ¿quieres eso?

—No.

—Entonces ya está, nos quedamos y vemos qué pasa con la droga desde aquí —comentó Chase.

[...]

—Oye Hailey, quería hablar contigo sobre algo —Dylan se acosto junto a mi nervioso.

—¿Qué sucede?

—El otro día que —miró sus manos—. Que te bese, quería pedirte una disculpa por eso, yo creí que tú querías y...

—No pasa nada, todo está olvidado.

—No significó nada, solo fue un beso.

—¿No significó nada para ti? —pregunté triste.

—¿Para ti significó algo? —preguntó mirándome a los ojos.

—Pues, yo... no lo sé, todo ha cambiado bastante.

—Se que estás muy confundida, lo entiendo. No es fácil de asimilar todo lo que ha estado pasando en tu vida los últimos meses.

—No se como me siento, creo que —suspire.

—Estás muy cambiada a cuando te vi por primera vez, ya no hay golpes, ni heridas. Tu piel ha tomado un tono rosado que hace que te veas bellísima, tu cuerpo ha cambiado bastante, has engordado y te ves muy saludable ahora.

—¿Me has llamado gorda? —reí.

—No, sabes a lo que me refiero. Estás mucho mejor ahora que con Elena. Pero ahora que sabes mi secreto, y ahora que te pusimos en riesgo tal vez quieras alejarte de mi.

—No, no quiero eso —dije rápidamente.

—¿Quieres quedarte conmigo a pesar de todo?

Fue acercando poco a poco su rostro a mi esperando la respuesta, observé sus labios carnosos y bastante deseables. Pase mi lengua suavemente por mis labios deseando probar una vez más los de él, su mano se sitúo en mi nuca acercándome cada vez más a él y una vez estuvimos lo bastante cerca se detuvo. Nuestras narices chocaban y nuestro aliento se mezclaba, solo 2 centímetros alejaban nuestras bocas y había mucho deseo entre ellos. Estaba a punto de lanzarme de una vez por todas y juntar nuestros labios cuando...

Pensé que sería peor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora