Corría desesperada por las calles de Madrid, digamos que no soy una persona puntal. Chocaba con todas las personas a mi paso, logrando que estas se molestaran.
-Heeey, cuídado. -dijo un chico-. ¿No ves que llevo cosas?
Lo miré un poco apenada.
-Lo siento. -fue lo único que logré decir-.
-Mierda... -dijo mientras veía la pantalla de su móvil-. Verás, si quieres solo vete.
-No, no... Fue mi culpa. -suspiré-. Vamos, yo tendré que pagar el arreglo.
-No te preocupes, chica. -sonrió.
-Pues... me voy, estoy apuradísima. -reí un poco.
-Se nota... ¡Más cuidado para la próxima!
Me di media vuelta y seguí con mi camino, esta vez caminando, no quería que me pasara lo mismo por segunda vez.
-¡____! -gritó alguien a mis espaldas, reconocí esa voz.
Lo miré y me encontré con Mangel, corrí hacia el, como si mi vida dependiera de ello. Lo abracé lo más fuerte posible.
-Heeey, tieneh hartah fuerzah. -reímos-. Tantoh añoh...
-Claramente no nos vemos hace mucho, pero te pasas con eso de los años. -reí y luego miré a su lado.
-Ella es... -la miró y sonriéron mutuamente-. Mi novia.
-Alejandra para los demás. -sonrió-. La mayoría me dice Ale.
-Waow. -dije-. O sea, me fui por mucho tiempo.
-Algo as...
-He llegaoh. -habló Rubén cansado, creo que el también estuvo corriendo-. Perdón por el retraso.
-El retraso que tienes en tu cabeza, ya lo sabemos. -hablé.
-Ja-ja-ja. -me miró-. Ven aquí, tonta.
Le di un beso en la mejilla y lo abracé.
-Yo quería un beso en los labios. -hizo pucheros-. ¡Yo sé que quieres! No te puedes resistir a estos bellos labios. -me miró con cara de pervertido.
-La verdad, es que en este momento podría violarte pero hay personas presentes. -lo miré, causando que se poniera rojo.
-Estáh bien, estáh bien, no queríamoh saber sobreh sus deseoh sexualeh. -nos interrumpió Mangel-. ¿Vamos?
-¿A dónde vamos? -preguntó Ale.
-Sí, no me han querido decir toda la mañana.
-Por Dios, pero tu exageras. -suspiró Rubius-. Hoy por la mañana tenía unos docientos mensajes tuyos preguntando a dónde íbamos esta tarde.
-Eh sorpresah. -dijo Mangel mientras abrazaba a su chica.
Me llevé a rubius un poco más adelante, dejando de lado a los tortolos.
-Sí, hola Rubén. ¿Qué tal todo? Te extrañaba mucho, lo siento por no haberte llamado esta semana pero estaba ocupada en nada más que dormir. -dijo rubius mientras hacía una voz femenina, tal vez, tratando de imitar la mía.
-Lo siento. -reí y besé su mejilla-. Estaba ocupada, Eva pasó toda la semana conmigo.
-No te preocupes, enana. -rió, aprovechando el momento me tomó de la mano.
-¿Enana? -pregunté confundida.
-Hostia, pero si eres enana. ¿Recién te das cuenta?
-Soy estatura normal.
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El hilo rojo. {rdg}
Teen Fiction"Te prometo que cuando llore por ti lo haré solo por las noches, que cuando alguien mencione tu nombre fingiré que no me importa, que cuando te extrañe no saldré corriendo a buscarte ni a llamarte, que cuando escuche una canción que me recuerde a ti...