Capítulo 30

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Los días pasaban rápidos, muy rápidos. Colombia me había gustado mucho. Todo era risas con Mario y Sebas, eran simpáticos.

—Hey, ¿Estás ahí? —preguntó Sebas, pasando su mano por mi cara—.

Los ignoré, yo seguía pensando. Todo era un lío, Rubius no ha dado ni una señal de vida, lo mismo digo con Eva. Los extrañaba, mucho.

—Sí, estoy aquí. —dije finalmente—. Perdón, estaba pensado algunas cosas...

—¿Estabas pensando en él? —bufó Mario—. Odio que estés así por él.

—¿Lo perdonarás? —preguntó Sebastián—. Ósea el te engaño yo que tú, no lo haría. Me quedaría con Mario. —rió, con tono burlesco—.

No es mala idea.

Mario me miró y sonrió, yo también lo hice. Mario era muy mono y era buena persona pero yo sigo con Rubén. Abracé a Mario y besé su mejilla.

—Uish, dejen su amor para cuando estén solos. —rió Sebas—.

Asentimos, seguimos hablando sobre cualquier cosa que salía de nuestras cabezas, me las pasaba bien con ellos.

—______… —susurró un chico detrás mío, provocandome que una corriente pasara por todo mi cuerpo—.

Me giré, me encontré con él. ¿Qué hacia aquí?

—Rubén... —dije sorprendida—. ¿Q-qué haces aquí?

Miré a los chicos que estaban igual que yo, sorprendidos. Mario estaba entre sorprendido y molesto.

—Nosotros nos vamos. —se paró Mario, me tomó de la muñeca—. Vamos, ______…

—¿Ya tienes novio? ¿Tan rápido me cambiaste? —preguntó Rubén—. Que fácil eres, eh. —rió—.

Todavía no podía comprender las palabras de rubius, me había dicho que literalmente una puta.

—Eh, eh... —negó Sebas—. Ella es nuestra amiga.

—Gilipollas... —susurré—.

—Fácil... —mormuró rubius—.

Mario me cogió fuerte de las muñecas, causando que saliera un gemido de dolor.

—Lo siento, pero tenemos que irnos. —susurró Mario a mís oídos—. Un gusto, Rubius. —se despidió él—.

Yo lo seguí, me giré y miré a Rubén. Su cara de cansancio, desepción y rabia lo notaba cualquiera, no podía dejar que se vaya pero mi orgullo me ha ganado todo este tiempo y tengo que admitir que estoy empezando a sentir cosas por Mario.

—Mario, Mario... —dijo Sebas—. Calma, respira.

Me solté de su agarre y corrí detrás de Rubius, el abrió sus brazos y luego me encerró en ellos. Una que otra lágrima salía de mis ojos.

—Lo siento muchísimo, no sabes cuanto. —dijo Rubén, secándose la cara—. Te explique todo pero no comprendiste, ¿Tú crees que mandaría todos estos meses a la mierda? ¡No, joder, no! No lo haría. ¿Puedes ponerte en mí lugar? ¡Bárbara le ha echado algo a la bebida! Yo... yo te amo, no sabes cuanto. Mira, hagamos un trato, ¿Sí? —asentí, aún sin saber que decir—. Quédate un tiempo más aquí, piensas todo y cuando estés lista vuelves a España.

—Vale. —sonreí y lo volví a abrazar—. Para que te quedes más tranquilo... te perdono.

—¿En serio? —asentí y él estalló de felicidad—. Vale, que perderé mi vuelo... —me besó en los labios—. T-te amo mucho...

—Yo más, tonto. Vete, que pierdes el vuelo por mí culpa.

Salió corriendo, me giré y me encontré con Mario. Serio, demasiado serio.

—¿Estás bien? —pregunté, acercandome a él—. Perdó... 

—¿Por qué me pides perdón? —preguntó confundido—. 

—Te dije que no lo perdonaría.. —suspiré—. 

—Da igual, sé que lo amas. —se dió media vuelta, siguiendo su camino—. Sabía que lo ibas a perdonar. 

—Mario... es que, aunque solo haya pasado un mes te quería decir que últimamente he estado sintiendo cosas por ti. —sorprendido, se giró—. Joder, que díficil decir todo esto pero, te lo digo con el corazón. 

—____... —bufó Mario—. Debes estar confudida o algo, tú amas a Rubius. No a mí.

Por cierta parte me dolió lo que me dijo, pero tenía razón. Yo quería a Rubén, yo estoy enamorada de él y por mucho que me duela, a Mario lo estaba usando para tratar de olvidar lo que me hizo rubius.

—No sabes cuanto me duele decir esto porque desde el día que te vi, sentí algo por ti. ¿Entiendes? Fuiste como un amor a primera vista.

Me acerqué lentamente a él, quería abrazarlo como la primera vez que lo hizo cuando llegué. Me costaba aceptarlo pero Mario se había vuelto muy importante en mí vida. Lo abracé como nunca lo había echo, pero llegué al punto de perder esa fuerza con la cual había tenido hace un momento.

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¡Hola hola hola! ¿Me quieren matar?:c ñaksdl lo sé, perdón no subir es que bueno, yo les dije que me faltaba inspiración y todo eso. El punto es que sé que es corto pero más tarde les traeré otro nuevo, que por cierto, no lo escribí yo si no que una chica muy amable que me quiso ayudar por falta inspiración. 

@LuleFunes eres una delicia de persona:') muchas gracias.

Bueeeeeeeeeeeeeeeeeno, ¿Qué creen que pasará? Yo no tengo idea por eso pregunto xD

Eso es todo, ¡Nos vemos! 

El hilo rojo. {rdg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora