El primer cambio significativo en la actitud de Erik es su falta de curiosidad. Intenté creer que no había cambiado nada después de nuestra visita a Aren, pero me engañé. Una cosa sí que había cambiado. Él.
Me lo han cambiado, pienso cuando veo como se quita su collar de comunicación diciendo: "ese chisme ya no me sirve de nada".
Me lo han cambiado, pienso cuando no presta atención a lo que le digo, le enseño o le muestro.
Me lo han cambiado, pienso cada vez que le veo partir hacia Aren.
Parece que le vale la pena las seis horas de viaje, tres de ida y tres de vuelta, porque lo hace a menudo, por no decir cada día.
Me encuentro muy sola, estos días no están siendo fáciles. Solo para mí resultó horrible el viaje a Aren. Porque Victoria, Jack, Zaisei y Shail parecen estar realmente contentos. Mis padres, más de lo mismo. Y parece ser que Irma conoció allí a un chico muy majo. Así que a veces acompaña a Erik a Aren. Por lo que me ha llegado a través de Mei, su hermano le pidió salir a Eva en un momento en que se quedaron solos en Aren, y ésta aceptó. Por lo que ahora siempre, y cuando digo siempre, es siempre, se pasean juntos cogidos de la mano y no se despegan el uno del otro.
Si antes el columpio lo frecuentábamos Erik y yo, ahora ellos nos han substituido. No ayuda a hacerme sentir mejor el hecho de que hayan escogido el columpio como un sitio adecuado para besarse, pero no puedo hacer nada. Mei y yo somos las únicas que parecemos asqueadas de todo y por eso nos juntamos, de nuevo volvemos a ser dos partes de un mismo ser. Y por eso mismo los demás piensan que todo va bien. Puede que Zaisei y mi madre intuyan que es precisamente al revés, pero si lo hacen, no dicen nada.
Mei y yo nos aburrimos como nunca antes lo habíamos hecho. Estar con Mei antes era todo lo contrario de aburrimiento, pero en el estado sentimental en el que nos encontramos las dos, no tenemos el mismo entusiasmo de antes.
Noto la ausencia de Erik en cada bocanada de aire, en cada paso que hago y en cada latido de mi corazón. Debería haber vuelto ya hoy, porque es de noche y normalmente sobre esta hora ya ha vuelto. Me prohíbo preocuparme y me dirijo hacia el huerto. Donde tengo que recoger las hortalizas y las verduras de la cena de hoy, luego como no tengo nada mejor que hacer ayudaré a Victoria y Shail a preparar la cena, hoy les toca a ellos dos y por lo que tengo entendido mañana nos toca a Mei y a mí, así que quiero enterarme un poco de cosas como pelar las hortalizas o hacer una ensalada.
Cuando ya lo tengo todo recogido, voy hacia casa y entro, mientras voy cruzando el pasillo que lleva hasta la cocina oigo que Shail y Victoria están hablando en el comedor. Entro en la cocina, lo dejo todo bien puesto encima de la mesa y voy hacia el comedor con la intención de decirles que ya podemos preparar la cena... cuando escucho un fragmento de la conversación que mantienen y me quedo muda y paralizada.
-...seguro que alguna vez te has preguntado porque dos de mis hijos precisamente tienen el don de la magia...-Supongo que Victoria asiente, porque Shail se para un momento y luego sigue hablando.- Fue una emergencia Vic, no pude hacer nada más... Estaba desesperado y... y... -Su voz transmite un profundo terror.
- Tranquilo Shail, tranquilízate... No me he enfadado en ningún momento. Me pareció un poco sorprendente, es cierto, pero confío plenamente en ti y se con certeza que no has utilizado mi cuerno a diestro y siniestro. Tranquilízate y explícamelo si quieres, si no, no hace falta. De verdad Shail que no te pediré explicaciones. Es tu decisión y si la encuentras apropiada yo también.
- Gracias Vic, pero me quedare más tranquilo si te lo explico, ya que no he tenido la fuerza antes. –Se toma su tiempo para relajarse, pero finalmente, en un tono muy afectado empieza a narrar. – Ocurrió hace tres veranos, justo el día que volví de visitaros en la Tierra. Cuando llegué a casa y crucé el umbral de la puerta supe que algo iba mal. Zaisei vino corriendo hacia mí diciéndome entre lágrimas y sollozos que hacía casi dos días que Ersho e Irma no habían vuelto del bosque. Que había ido a buscarlos y que no daba con ellos. No lo pensé dos veces, aunque estuviese cansado del viaje, fui en su busca. Aun me pregunto porque cogí tu cuerno, llámalo intuición, o una corazonada, pero la cuestión es que lo cogí. Eché a andar, buscándoles, de vez en cuando gritaba sus nombres, pero Vic, no estaban por ninguna parte.
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Yudei
FantasyYudei, una mestiza feérica-celeste, tiene por vecinos a Mei, Ersho, Irma y los padres de ellos. Mei y Yudei son amigas íntimas y lo comparten todo la una con la otra. El padre de Mei, todos los veranos, hace un viaje, aunque no uno cualquiera, él v...