Siete años después...
La calle sigue oscura, son aproximadamente las 6 de la mañana, como cada día me encuentro corriendo alrededor del parque más cercano a mi casa, ya es por manía, lo necesito, necesito sentir el viento, necesito sentirme libre, voy corriendo mientras escucho en mi ipod la canción de Melendi, Tocado y Hundido. Hace tiempo que mi corazón está tocado, pero a día de hoy sigue a frote.
Cuando, vuelvo la vista atrás, me sorprendo, pensar en como me ha cambiado la vida, es algo sorprendente, nunca hubiese imaginado que la muerte de mis padres me cambiaría totalmente la vida.
La verdad es que no me puedo quejar de mi vida, acabo de salir de la universidad, por fin tengo mi Doble grado en estudios internacionales y administración de empresas, a las diez tengo mi primera entrevista de trabajo, que me la ha conseguido mi mejor amiga María, en la empresa de un amigo. Comparto piso con ella desde el segundo año de la facultad, cuando me independicé de casa de mi abuela, que por fin se ha podido ir a su tan añorado pueblo, al que sólo iba cuando yo tenía vacaciones.
El llegar a otro país, se me hizo muy difícil al principio, pero a medida que pasaba el tiempo, me iba acostumbrando al estar bien, mi forma de vida cambió completamente, empecé a practicar deporte, hice amigas, tuve novio, cambié tanto físicamente como psicológicamente.
Cuando llego a casa me doy una ducha, una vez termino de ducharme me quedo en toalla, es una manía que nunca se me quitará, me ducho y puedo estar todo el día en toalla, creo que en otra vida fui nudista, la ducha me sienta maravillosamente, me siento como nueva. Miro el reloj y veo que solamente son las ocho, así que decido que mejor me empiezo a preparar.
Abro el armario y cojo una falda alta negra, junto con una camisa blanca y unos tacones, este conjunto me da un aire muy profesional a la vez que sexy así que me viene de perlas. Me aplico un maquillaje sencillo, me difumino un poco los ojos, y me doy un toque sexy, pintando me los labios de color rojo. Me peino un poco el pelo y decido recogermelo en una coleta alta.
Una vez termino, me planto delante del espejo de mi armario - Joder - exclamó, - Vaya pivón- la verdad es que no estoy nada mal, vuelvo a mirar el reloj 9:17, me echo un poco de perfume y meto las llaves, el pintalabios y el móvil en mi bolso, y me dispongo a salir de casa.
No he visto a María así que supongo que estará con Pedro, su novio.
Me subo en mi coche un Mini Cooper color rojo, fue el regalo de mi abuela por mis dieciocho, ay mi abuela que la echo de menos, en cuanto pueda voy a verla a Jerez.
Llego al edificio a las alrededor de las 9:35 y el cabreo que tengo es monumental al no encontrar aparcamiento cerca, - al final llegaré tarde- pienso al borde de la desesperación. La cara se me ilumina cuando encuentro un hueco, - pero tendré que dar toda la vuelta para poder aparcar allí y si alguien me lo quita tendré que seguir dando vueltas como una tonta-, así que no me lo pienso dos veces y decido girar en medio de la carretera, y aparcar mi coche - Dios que subidón de adrenalina, espero que nadie me hay visto- una vez aparco, cojo mi bolso, miro la hora en mi móvil y veo que sólo faltan 6 minutos para que empiece la entrevista, los nervios se apoderan de mi en este momento, así que salgo del coche, pero mi cara es un poema a tener delante a un hombre realmente cabreado.....
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Es nuestra promesa
RomanceSumida en la monotonía, sin una amiga a la que pueda contarle sus inquietudes, con una familia en la que hay problemas todos los días, víctima de acoso escolar, en definitiva harta de la vida, cansada de no saber cuando terminará la tortura que...