Mi primer día de trabajo, bien Ali, tu puedes.
Me levanto de la cama a las cinco de la mañana y me pongo mi ropa para correr, unas mallas, camiseta y deportes.
Después de correr durante algo más de una hora, me doy una súper ducha, me pongo algo ya que Carlos sigue en casa y no es plan de que si se le antoje un vaso de agua, me encuentre en toalla, y me dirijo hacia la cocina para tomarme un café.
Sobre las ocho decido vestirme, me pongo un vestido negro, que me llega hasta arriba de las rodillas, este es ceñido y básicamente me lo compré por que me da un aire muy profesional.
Una vez delante del espejo, intento amansar a la fiera que tengo como pelo, me hago una cola alta, no me ilusiona tener el pelo en la cara, me maquillo un poco, me aplico un poco de sombra oscura, un poquito de polvos, y marca persona, los labios rojos.
Salgo del cuarto de baño y me pongo unos tacones de color negro, cojo mi bolso.
Una vez delante del edificio, en el cual desde hoy oficialmente trabajo, ¡¡me dirijo al parking!!, de cuál poseo tarjeta.
Aparco el coche donde encuentro un hueco, y decido apagar el móvil Gonzalo me está volviendo loca, salgo del coche y me dirijo hacia el ascensor, este va lleno y no puedo distinguir quien está.
Siento que todo el mundo me mira, y el el trayecto en el ascensor se me hace eterno.
Salgo apresuradamente del ascensor y me dirijo hacia la que es mi oficina, esta situada en la planta número diecinueve, ya que desde esta planta me puedo ocupar del papeleo del señor Turner.
Entro eni despacho y solamente me encuentro con un escritorio un par de sillas y un mueve archivador, el señor Turner me dijo que dispongo de un presupuesto para decorarlo. Las paredes son de color Blanco, hay un gran ventanal que da mucha iluminación. El despacho no es muy grande que digamos pero es perfecto para trabajar. Sobre el escrito hay un ordenador marca Apple, un teléfono, sobre este hay pegada una nota que dice:
Espero que te guste, una vez te instales sube hacia mi despacho, te espero para desayunar.
M. Turner.Una vez enciendo el ordenador, y miro por encima el contenido de este, decido subir a preguntarle al señor Turner, por donde empiezo.
Prefiero subir por las escaleras en un intento de enviar a la gente.
-Buenos días.-Le digo a la gemela mala de Choo.
Esta ni siquiera levanta la cabeza para mirarme, así que sigo mi camino hacia el despacho de mi jefe.
Cuando estoy delante del despacho, llamo dos veces y al ver que no me contestan, decido entrar y me encuentro a Mi Adonis y a mi jefe, cada cual más feliz fundidos en un abrazo....
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Es nuestra promesa
RomanceSumida en la monotonía, sin una amiga a la que pueda contarle sus inquietudes, con una familia en la que hay problemas todos los días, víctima de acoso escolar, en definitiva harta de la vida, cansada de no saber cuando terminará la tortura que...