Capítulo 10

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Después de hablar con Gonzalo, le informo a María del plan de ir a Venso, y esta me dice que irá después con Carlos, para celebrar que tengo trabajo.

Sobre las 12 de la noche decido ir arreglandome. Una vez me ducho me visto con un vestido blanco que me regaló Gonzalo, junto a unos taconazos. Esta vez me esmero con el maquillaje, y consigo el efecto deseado, hacer destacar mis ojos. Como siempre me doy mi toque y me pinto los labios de color rojo.

Decido soltarme el pelo, así que me lo plancho un poco y listo.

Estoy buena, lo sé. Cuando miro el reloj son las 1:06, así que voy pidiendo un taxi.

Meto mi cartera en mi bolso y me dispongo a salir.

Cuando salgo del taxi, busco a Gonzalo con la mirada pero no lo encuentro, - seguro que está dentro- pienso, así que decido entrar.

Venso es una discoteca, bastante grande, posée dos pistas, una pequeña y otra grande, nada más entrar encuentras una escalera, en cuyos laterales se encuentran dos cascadas artificiales, una vez en la pista central, existen dos grandes zonas diferenciadas, la zona vip, en la cual hay reservados visibles y otros tapados con unas especies de muros que dan cierta intimidad, estos se encuentran en las esquinas y solamente hay tres, y otra en la que sólo existen un par de mesas para aquellos grupos que llegen temprano.

Una vez dentro del local, me acerco a la barra y me pido una copa.

-¿Qué te pongo pelirroja?.

-Lo que sea- Le digo sonriendo.

El camarero me sirve una copa de Ginebra con limón.

Todavía, no hay muchas personas en la discoteca, y no quiero ir al reservado sola así que decido quedarme en la barra.

Sobre las 2:30 cuando voy por mi cuarto cubata, recibo un mensaje de María diciéndome que no vendrá, ya que Carlos se ha puesto malo. Decido no contestarle, estoy de mal humor, lo sé.

A las 3 de la mañana y con el suficiente valor que me han dado los seis cubatas que llevo encima, decido llamar a Gonzalo.

-¿Sii?. - Me dice a los tres pitidos.

-Cabrón, me has dejado tirada.

-Ali, ¿Estás borracha?.

-¿Tú que crees? - Le digo sin poder aguantar la risa.-¿ Quién te crees para dejarme tirada?.

-Ali, vete a casa, mañana hablaremos.

-Estúpido, no quiero saber nada de ti o subnormal. - Y cuelgo el teléfono.

Quiero mucho a Gonzalo, desde hace años compartimos un rollo que nos gusta a ambos, pero estoy harta de sus ataques de chulería, así que ebria o no, he decidido ponerle punto y final al esta relación.

Sin dudarlo dos veces me pido otro cubata, y el camarero, dudoso, al final decide darmelo.

Alrededor de las 4 de la mañana estoy en mi momento cumbre así que decido bailar un poco.

Me muevo sobre la pista al ritmo de Lean on de Major Lazer. De repente siento unas manos sobre mi cintura, y reacciono bruscamente, me intento apartar pero el hombre que me está sujetando no me deja, lo siguiente que recuerdo es a un hombre, abalanzándose sobre el que me tiene cogida de la cintura.....

Es nuestra promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora