Editado: 04/12/2017
El arduo trabajo que el trío de chicos tenía era bastante agotador, con lo poco que hablaban esos días, Changmin sentía que su amistad se estaba desvaneciendo. Y aquello era algo que le preocupaba, ya tenía demasiado con pensar quien le pudo mandar aquel oso de felpa, pues aunque su desilusión se acabó, el mismo día que lo recibió, quería averiguar quién era aquella persona.
Cafetería 10:12am. (Hace 3 días)
Caminaba de lo más entretenido contándole a Riri unas cuantas cosas que le había sucedido, pero al su parecer su preciada amiga no le daba la más remota atención. Buscó alguna mesa libre de la cafetería, pero al hacerlo no notó que ambos se habían separado. Ahora caminaba solo entre medio de los bulliciosos jóvenes de su escuela.
Sin pensarlo dos veces, dejó de buscar a Riri para salir de la cafetería. Por el pasillo largo, lleno de mesas a ambos lados, puedo notar una en particular. Yoochun bebía Coca Cola mirando el paisaje. La curiosidad en ese momento lo invadió y sin pensarlo, se dirigió a él.
— Buenos días Hyung —saludó cortésmente, aquello era algo que siempre lo caracterizaba de los demás.
Yoochun miró a su alrededor como si buscara algo con sus ojos.
— ¿Estás solo? —con su bandeja en mano preguntó. Changmin sintió su extraño comportamiento, y temió que estuviera con alguien, o mucho peor... una novia.
— S-si —sacó las mochilas de la silla para invitarlo a tomar asiento— ¿Sucede algo?
Se sentó torpemente, las sensaciones que le producía estar cerca de Yoochun eran únicas, irrepetibles y sobre todo para él, especiales. Changmin quiso responder, pero... ¿Qué es lo que realmente le diría? ¿Tendría la suficiente osadía para preguntarle?
— ¿Pasa algo? —el rostro preocupado de su hyung le produjo que sus mejillas se tornaran un poco rosas.
— Muchas gracias por el obsequio —bajó la cabeza avergonzado, sonrojado y con buena educación. Yoochun quedó un poco sorprendido viéndolo.
— No entiendo de que me hablas —le dijo, a lo que el menor alzó su rostro para mirarlo— ¿Qué obsequio?
Y ahí fue cuando sus ilusiones de niño enamorado se desvanecieron con el viento al romperse como cristal. Vergüenza, era una de las cosas que sentía en ese momento, sin decir ni una palabra se levantó de su asiento para correr.
No podría ver a Yoochun después de aquella patética escena.
Casa abandonada detrás de la escuela 6:30pm. (Hoy)
No podía creerlo, el trataba de ser amable con el menor y éste, ¿cómo le pagaba?
Acercándose a Yoochun. No cabía en la cabeza de Jaejoong que el pequeño no había pensado en él como sospechoso del regalo. Una vez más releyó aquella nota. La guardaba en su billetera como su objeto más preciado, aunque no fuera dirigida para él, las letras de Changmin y su esencia era una de las principales razones para conservarla consigo.
— Jae-hyung, ¿qué haremos hoy? —preguntaba el menor del grupo, Kyuhyun.
Todos se encontraban en una sala oscura, con muchas cosas. Televisor, sofás, mesas, una pequeña estufa para prepararse algo, sin duda aquel cuarto parecía más un departamento que una sala de reunión.
— ¿Molestaremos a alguien? —Yunho extendió sus brazos con los ojos cerrados en el sofá.
Tardó unos segundos en contestar, pues aquello le recordó cómo comenzó a fijarse en Changmin. Primero lo observó cómo futura víctima de los planes divertidos de su banda. Pero antes de que comenzara el juego ya se encontraba dentro de un callejón sin salida, ante los pies del menor y sin darse cuenta había sido cautivado por sus acciones y sonrisas. Antes, muchas de sus víctimas anteriores –mujeres y hombres- caían ante sus encantos rebeldes y le era divertido, algo de diversión era lo que le hacía falta para que todos se entretuvieran.
ESTÁS LEYENDO
Footsteps
RomanceShim Changmin creía conocer lo que era el amor con sólo ver a su basquetbolista favorito, por años ha estado enamorado del deportista Micky, Park Yoochun. Sin embargo, impulsado por su mejor amigo para confesarse, se mete en problemas con el peor c...