Editado: 06/12/2017
Casa de Yoochun 6:20pm.
Con un gran enojo arrojó su mochila al suelo, las llaves de su departamento caer se podían escuchar al chocar contra el suelo. Estaba demasiado molesto. Molesto consigo mismo por fallar y equivocarse. Yoochun nunca se había equivocado en nada en su vida, él era perfeccionista, un chico popular, buen deportista, con un futuro brillante, pero... Había cometido un error. ¡Uno tremendo!
— Maldita sea.
Con furia se lanzó a su cama. Confundir a Junsu con Changmin traería consecuencias de eso estaba seguro, dentro de sí mismo había una batalla por cometer tremenda equivocación. Aunque hace días había cruzado palabras con ese menor, su desesperación por evitar que Jaejoong lo llevara a una cita sólo había provocado que involucrara a ese pelirrojo.
"¡Demonios!"
El plan de deshacerse de Changmin no había salido como ambos planearon.
— Idiota, soy un idiota.
Parque del Monte Namsan 8:34pm.
Un satisfecho Changmin sonreía feliz al llevar el ultimo bocado de sushi a la boca, la cena estaba tan deliciosa –podría jurar que hasta era más rica que la que le preparaba su madre– que no pudo aguantarse las ganas de no dejar una sola migaja en los platos. No cabía duda que aquel pelirrojo sabía preparar deliciosa comida.
— ¿Te gustó? —Jaejoong no pudo evitar preguntar, durante todo el momento que lo vio comer estaba completamente nervioso por saber su reacción.
— No —negó dejando ver como su hyung bajaba la cabeza un poco triste, por lo que soltando un suspiro confesó involuntariamente la verdad— Me encantó. Es lo más delicioso que probé en mi vida.
— ¿En serio? —no podía evitar sonreír como niño enamorado y feliz ante su respuesta, Changmin asintió provocando que su felicidad fuera más que infinita. Y entonces una idea se le pasó por la mente— La comida no es gratis, tienes que pagármela.
— ¿Eh? —dejó caer los palitos chinos al suelo provocando una sonrisa al pelirrojo— Bromeas, ¿no? No tengo dinero con que pagarte.
— No, hablo muy enserio —a Jaejoong le resultaba divertido verlo desconcertado, podría acostumbrarse a ver sus infinitivas expresiones de incredibilidad— Si no tienes dinero me pagarás con tu cuerpo.
— ¿¡Eh!?
— ¿Hagamos el amor?
Changmin en ese momento abrió sus ojos con fuerza asombrándose ante la proposición del mayor. ¿Hacer el amor? ¿¡En qué diablos pensaba ese muchacho!? Aunque su mente tardaba en procesar lo que sucedía, Jaejoong sonreía con mucha picardía y podría jurar que en sus ojos había deseos lujuriosos. ¡Oh, por dios! ¿Podría estar en peligro?
— Oh vamos, no es para tanto —debía estar de broma. El más bajo guardó los platillos vacíos en la canasta dirigiéndose a su moto para sacar sábanas. Aquel moreno iba en serio con sus deseos, Changmin sintió algo de miedo, con un sentimiento que lo acompañaba, no sabía que era— Y bien, ¿me pagarás?
— ¡Déjate de bromas! —se levantó del suelo con torpeza. No estaba seguro si sentía más temor por lo que planeaba el diablo o, no evitar lo que podría ocurrir— Quiero irme. Llévame a mi casa, no pasaré la noche aquí por más que hayas traído hasta una cama.
— Mmm... Pensé que con las sábanas podríamos estar calientitos —Jaejoong sonrió con ternura, su pequeño le causaba risa y no podía evitar molestarlo. Estaba sonriendo de lo más bobo acomodando la suave tela en el pasto verde, cuando unos fuertes brazos los desordenaron— Minnie, no hagas eso.
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Footsteps
RomansaShim Changmin creía conocer lo que era el amor con sólo ver a su basquetbolista favorito, por años ha estado enamorado del deportista Micky, Park Yoochun. Sin embargo, impulsado por su mejor amigo para confesarse, se mete en problemas con el peor c...