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Casilleros escolares 8:40am.

El sentirse rechazado era una sensación desagradable para Yoochun, mucho más cuando perdían un partido en la cancha por su culpa. Sentía que el pecho se le oprimía, que el dolor que sentía por sus labios dañados no se comparaba con la decepción amorosa que sentía al no ser correspondido.

— Olvidó nuestros momentos juntos. La promesa que hizo.

Susurró estando solo mientras caminaba, a esas horas en la escuela, los alumnos estaban inmersos en las clases matutinas. Gracias a ello, no habían podido presenciar toda la escena desagradable que había pasado hace minutos. Pero poco le importaba verse débil ante los demás, que los chicos le miraran con asco ante su declaración. Por qué solo algo hacía latir su pecho con fuerza, y ese era el dueño de sus sentimientos, Jaejoong.

Limpió nuevamente sus labios, pero esta vez pudo sentir que en sus manos no solo había rastro de sangre sino también de lágrimas, se habían unido a ellas para salir con rapidez.

Lloraba, con la cabeza agachada siguió su camino. Quería estar solo, en esos momentos solo pensaba en sus sentimientos y no en lo que había hecho, cuando vio unos pies aferrarse al suelo impidiéndole pasar.

— ¿Qué quieres? —le cuestionó viéndolo frívolamente. Sus lágrimas estaban a la vista.

— Hablar contigo, Yoochun. Necesito explicaciones.

Encontrarse con su víctima era lo menos que necesitaba, pero no podía huir de las consecuencias de sus actos. Su actitud con aquel chico había sido de lo más vil. Debía hacerle frente, escuchar lo que tuviera que preguntarle aún si eso implicaba sentirse más culpable y despiadado de lo que ya pensaba que era.

Campus escolar 8:30am.

Riri había dejado a la pareja sola tras la petición especial que le había hecho el pequeño Changmin, por más preocupada que estaba prefería que arreglaran ellos sus problemas para poder echarle una mano a Junsu, quién la necesitaba más en esos momentos.

— Hyung —lo llamó el menor sentado en una banca.

En sus piernas largas, el pelirrojo yacía acostado con una mano en su frente para impedir un poco la molestia de los rayos del sol.

— Dime.

Luego de los acontecimientos y altercados anteriores, estar juntos en el amplio y silencioso jardín lo relajaba. Habían perdido casi la mitad de sus clases por toda aquella situación que habían provocado Yunho y Yoochun.

Changmin se preguntaba cómo era posible que un amigo de Jaejoong haya realizado semejante plan para lastimarlos. Pero, sobre todo, que el deportista formara participe de todo sólo por... ¿amor?

Realmente no entendía las razones que había tenido Yoochun para involucrarse. Pero al observarlo durante días en el pasado, conocía la amabilidad y educación con la que trataba a los demás estudiantes; por lo que errar era de humanos.

— Puedo pedirte un favor —Jaejoong quitó un poco sus manos para mirarlo, su pequeño tenía una mirada llena de brillo y tristeza, movió la cabeza para que continuara— Sé que él hizo algo horrible, pero trata de perdonar a Yoochun y....

— ¿Estás loco? —rápidamente se levantó para sentarse en la banca. Estaba molesto, las ganas de querer partirle la cara regresaban a su cuerpo— ¿Cómo puedes pedirme eso, cuando pensaba utilizarte Minnie? Aun sabiendo que tú lo que quieres, que siempre estuviste enamorado...

Se detuvo ante lo que decía, se estaba poniendo la soga al cuello el solo con aquellas abrumadoras palabras. Pero, por más que le doliera tenía la sospecha de que fuera cierto, que su lindo Minnie aún amara al desgraciado que quería usarlo. Agachó su cabeza aguantándose las lágrimas que amenazaban con salir.

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