BAD BOY [VHOPE]

Cap. 3 "Di Mi Nombre"

Después de todo lo que había sucedido con J-hope, su mente ya no podía pensar bien. Ya había pasado una semana desde lo ocurrido, y no podía olvidar su olor o su tacto. No había visto a J-hope de cerca nunca más. Se sentaba lejos, o alguien más llegaba antes de que el rubio pudiera sentarse al lado de él.
Después de esa semana, había pasado lo mismo, con la otra, y la otra, y la otra, hasta haber cumplido un mes en esa escuela.
Ahora ya tenía más amigos. Jung Kook, se había convertido en un buen compañero, era bastante católico, pero su físico era de un pecador ( xD ) . Era muy alto y extremadamente atractivo. Si, Taehyung era gay, pero por alguna razón, no podía fijarse en nadie más que no fuera el chico malo de la escuela. Le daba un aire de adrenalina.
Tae tomo un trabajo a medio tiempo, para ayudar a su madre. Después de salir a la escuela de las 5pm, se dirigía a su trabajo que comenzaba a las 6pm y terminaba a las 10pm. Algo agotador para un chico que tenía que estudiar más de lo necesario para mantener sus calificaciones.
Gracias a que Jung Kook tenía amigos, Taehyung comenzó a tenerlos también. Pero... No todos querían ver al moreno feliz (asi le diremos a Taehyung ya que J-hope es mas blanco que el :v ).
Al llegar a los camerines y cambiarse a su ropa normal, después de un largo entrenamiento de futbol. Comenzó a darse cuenta que muchos hombre lo empezaban a ver.
Tomó su bolso para dirigirse a fuera de camarines, pero alguien lo sorprendió.
-Hola –Le dijo un muchacho un poco más pequeño que Tae. -¿Cómo te llamas? –Le preguntó.
-Kim Taehyung – Le dijo amablemente.
-Ahh... Eres el nuevo –
-Ehm.. –Se rasco la nuca – Si.
-E visto que eres bueno en futbol. ¿Practicabas de donde venías?
-Si, me gusta mucho el futbol – Dijo, nerviosamente. Era una nueva oportunidad de hacer amigos.
-Ah... me llamo G-Dragon – "¿Qué clase de nombre es ese?" se preguntó, pero le estrechó la mano educadamente. –Hey! –Llamó a alguien detrás de Tae – Taeyang, ven aquí. – LE dijo, y llego otro más grande y un poco intimidante. – Él es cual te he estado hablando.
-Ahh... Tu debes ser el nuevo – dijo – El campesino.
"¿campesino?", claro venía de Daegu, pero no era rural, le dolió un poco que lo llamaran así.
-Estas acá porque no sabias leer ¿cierto? – "¿qué?"
-Yo...
-Cállate.-Dijo Taeyang. –Te crees mejor por que juegas futbol.
-Yo... -Tae se encontraba tan confundido. –Yo...
-Aish!, te dije que cierres el pico! –Gritó Taeyang.
-Pero... Yo... -Miro a su alrededor para ver si alguien podía ayudarlo, ya que el hombre se estaba acercando demasiado a Tae, pero solo vio a tres personas más, que se acercaban lentamente a él.
-¿Sabes lo que odio más? – Dijo Taeyang. Tomo el cuello de Tae y lo empujó contra una pared. El otro no podía ni moverse de la sorpresa. Jamás había vivido algo así. –Odio a los niños bonitos que creen que son lo mejor. – con eso los ojos del pobre adolecente se abrieron de par en par. –Arreglaremos esa cara –Y se acercó a su oído –Para que no tengas nada de qué alardear.
Al escuchar, sintió de inmediato un golpe en su mejilla. Fue un solo golpe que lo envió al suelo de inmediato. Jamás había estado en una pelea. No lo necesitaba. Y después sintió otra en su estomago, dejándolo más aturdido que nunca. Iban a comenzar a pegarle pero sonó el timbre para entrar a clases.
El chico que se hacia llamar G-Dragon se inclino y le susurró al muchacho.
-Te salvo la campana, literalmente, pero la próxima vez que te encuentre sonriendo. Sera tu ultima sonrisa.
Y se fueron, Tae solo lloró. ¿Por qué le estaba pasando esto? ya había sufrido demasiado, y ahora, esto.
Al llegar a la sala de clases, se encontró nervioso, ya que sabía que estaba atrasado. Al entrar al salón todas las miradas fueron a él. Algo que no había pasado hace un mes. Busco un puesto donde sentarse y se encontró uno al final de la clase. Pero con alguien al lado. El rubio.
Al pasar por el pasillo de mesas, se sintió más observado que nunca, sentía todas las miradas encima de él. "¿Qué mierda me miran?".
Al sentarse al lado de J-hope, se sintió extrañamente protegido. Las miradas seguían en él "¿Acaso nunca han visto a alguien llegar tarde?" "Y, Ademas, ¿Dónde mierda esta el profesor?".
Al pensar eso, justo llegó el docente, sin prestar atención a su nuevo estudiante, comenzó a pasar clases, y todos devolvieron sus miradas a la pizarra.
Tae al saber que estaba, de nuevo, al lado del rubio, se puso nervioso. Estaba completamente drogado, nuevamente, por el olor de este.
Cuando tocaron el timbre para irse de clases, J-hope se fue primero. Tae se demoró en tomar todas sus cosas y despedirse de sus nuevos amigos. Pero aun todos estaban completamente sorprendidos. Aunque Tae aun no entendía el porqué.
Ya no quedaba nadie en la sala, mientras el moreno no se decidía si salir o no. Veía desde la ventana de esa sala, que por cierto, estaba en el segundo piso, como todos los alumnos salían de
establecimiento alegres. "¿Cómo alguien puede ser así?" se preguntó, no podía creer que el tal Taeyang le hubiera dicho eso. "¿Qué mierda hice?".
Al ver como la gente se iba, decidió que ya era momento de irse.
Al darse la vuelta vio a alguien apoyado en el marco de la puerta del salón. Era J-hope, con el sol del atardecer hacia parecer al rubio muy angelical, aunque todos sabían que no lo era.
A Tae le comenzó a palpitar su corazón rápido. "¿Cómo es que puede ser tan perfecto?"
J-hope comenzó a acercarse. Sus pasos eran como de felino, atrapando a su presa.
-¿pa... pasa algo? –Preguntó Tae, que ya estaba completamente apoyado en la ventana. Indefenso. No quería más peleas, por el día.
Hope se acercó más y más, hasta chocar con el cuerpo de Tae. Sus caras estaban muy cerca, y Hope no podía quitarle los ojos de encima. Tae cerró sus ojos esperando un golpe, pero no pasó nada. El rubio agarró el mentón de Tae y lo inclinó a la izquierda.
-¿Qué es esto? –Preguntó. Tae no tenía idea de lo que hablaba, entonces abrió los ojos. Su respiración estaba entrecortada.
-Yo... Yo no se de lo que...
-¿Qué... – Dijo con su cara un poco más cerca de Tae –...es...– Hizo más presión en el agarre de su mandíbula –...esto? –Termino diciendo eso entre dientes. Como si estuviera enojado.
-Yo... -Tae no entendía de lo que hablaba – Si me explicaras... yo...
Hope perdió la paciencia y agarró más fuerte que antes.
-¿¡Quién mierda te pego!? – Gritó. Tae por fin podía entender de lo que hablaba el rubio. Pero no pensaba que se diera cuenta.
-Yo... ¿Cómo sabes que...
-Por si no lo sabías... –Dijo acercándose más de lo que ya estaba. – Tu mejilla esta hinchada, y cuando llegaste al salón... - Se acercó más, hasta que sus labios tocar su lóbulo de la oreja, algo que hizo temblar a Tae, de nuevo – Tus ojos estaban completamente rojos. Y no creo que seas del tipo que se drogue. ¿No, Taehyung? –
No podía creerlo, no se aseguró de ir primero a un baño para arreglarse, ya que estaba atrasado, y no quería que lo pillaran en plena fuga. Pero lo que más le sorprendió fue que J-hope se sabía su nombre, y lo había dicho. "Dijo mi nombre". Se sentía como una fangirl que veía a su ídolo. "¿Qué me pasa?"-
-Yo... - ¿Qué le podía decir?, que se drogaba y que ese golpe era por lo torpe que era. Nadie le creería. Era demasiado inocente para eso.
-¿Quién mierda lo hizo? – Dijo J-hope, sin paciencia – Ya sabes que no repito las cosas.
-Yo... No lo sé. –Mintió. No quería que nadie más se metiera en este lío, pero no entendía porque J-hope estaba tan tan... ¿preocupado?
-No me mientas. –Dijo
-Yo... De verdad, no lo sé – Mintió de nuevo.
Hope lo miraba, escaneaba todo su rostro, y Tae se sonrojó. ¿Por qué estaba tan cerca? Los ojos del moreno miraban el suelo, sin despegarlos de ahí. Hope dejó de esforzar su mano, y tomo la barbilla de Tae tiernamente, e hizo que este lo mirara a los ojos. El jadeante joven no podía dejar de pensar en cosas, preguntas sin respuestas, y eran todas con respecto a Hope.
-Di mi nombre. – Dijo Hope.
-Yo... -Empezó Tae. – J-hope.
En ese momento J-hope tensó su mandíbula, se alejó y tomo su bolso para irse.
-Espera! – Le gritó Tae. El otro se dio vuelta - ¿Por qué... por qué...? – Eran tantas preguntas, pero decidió no decirlas. –No le digas a nadie acerca del golpe.
Hope frunció el ceño, tensó un poco más su mandíbula, se dio la vuelta y se fue.
Y Tae, nuevamente, quedó ahí, varado con tantas preguntas en su mente.