"Eridium: Viaje a lo desconocido"

Capítulo III: Una Nueva Esperanza

Por la mañana, trepé con Bobby en mi hombro hacia la copa del árbol y a lo lejos, pasada la selva y unas montañas, vimos un humillo que parecía venir de un poblado indígena. Confusos porque se suponía que este planeta estaba deshabitado, partimos en esa dirección ya que era nuestra única posibilidad de sobrevivir...

Recogimos lo que habíamos hecho y desayunamos una especie de mango super sabroso, pero Bobby se paso comiendo y apenas podía moverse así que tube que cargar con él... Rumbo hacia nuestro nuevo destino, continuamos la aventura...

Mientras caminábamos silenciosa y cuidadosamente, vimos unos animales parecidos a los nuestros pero más evolucionado, había una especie de ser arborícola que hacía un ruido muy imponente.

También en una zona despejada de la selva, divisamos a lo lejos un tipo de elefante con colmillitos saliendo de sus colmillos y mucho más alto que uno corriente. Y cuando íbamos deslizándonos por la tierra para no provocar al elefante enorme, vimos tres cabezas de cobras, y pensábamos que habían tres cobras cerca, pero cuando salieron del agujero donde estaban vimos que solo había un cuerpo de cobra...

Más alejados de la llanura, donde había un rio hicimos otro campamento, pero está vez colocamos cuerdas, troncos caídos por el elefante enorme, hojas y nos hicimos un suelo para poner las tiendas de campaña entre los arboles. Nos echamos una siesta, y de repente cuando nos despertamos...

Vimos unos ojos hermosos como rubies y un cuerpo parecido al de un Civet (Familiar de la Jineta), pero este tenia unas garras, y tenía una mala ostia por el chocolate que tenia Selene, y después de un rato de arañazos, mordiscos y chocolate, conseguimos echarlo del campamento arbóleo, así fue como le pusimos por el aburrimiento...

Entre risas, arañazos y mordiscos, pasamos una buena tarde. Recogimos el campamento y seguimos hasta que vimos un valle de selva que nos separaba de las montañas y montamos las hamacas.
Con la hoguera hicimos carne cocinada de un jabalí más gordo de lo normal, aunque bueno, en este planeta todo es más grande, feroz o temible de lo normal, y nos dimos un banquete.

Con el estómago lleno y unas risas geniales, nos fuimos a dormir y recuperamos la alegria y esperanza...