Mine.

-Capítulo 5.

—Capítulo 5.

Mire el gran anillo de oro blanco que tenía frente a mí. Un diamante enorme en el centro y dos pequeños de cada lado. Era precioso, luego mire los ojos de Zayn, quien esperaba una respuesta, me atreví a mirar a las personas a nuestro alrededor. Volví a mirar los ojos tímidos y ansiosos de mi novio, verlo de rodillas frente a mí me había dejado en shock.

Abrí la boca, pero la cerré de golpe. Todo me daba vueltas, no supe por cuanto tiempo estuve callada, ya que los ojos de Zayn se llenaron de decepción. —Si... —Dije, en apenas un susurro.

El rostro de él se ilumino por completo, arranco el anillo de la cajita para ponerlo en mi dedo anular izquierdo. —Te queda perfecto. —Se puso de pie jalando mi mano para que yo también estuviera de pie. —Te amo. —Unió sus labios a los míos en un beso lleno de emoción y ansiedad. Sin embargo, yo me moría de pena porque todos nos estaban mirando.

Lo empuje ligeramente por los hombros, Zayn me abrazo por la cintura. — ¡Enhorabuena! —Dijo Yaser, poniéndose de pie para darle un abrazo a su hijo. —Ya era hora. —Luego me abrazo a mí. —Bienvenida a la familia oficialmente.

Sentí mis mejillas sonrojarse. —Gracias. —Logre susurrar. Trisha se acercó a mi tomándome por los hombros para después tirar de mi cuerpo hacía el de ella.

—Debemos poner manos a la obra, debe ser la boda del año. —Chillo emocionada.

Trate de no lucir asustada, pero el simple de hecho de casarme tan rápido de ponía los pelos de punta. Amo a Zayn, pero aun quería hacer un montón de cosas con mi vida.

—Mamá, por favor tómalo con calma. —Hablo Zayn, haciendo un gesto con sus manos para tranquilizar a su madre. —Quizá podríamos casarnos hasta el próximo año, —se encogió de hombros, pero Trisha lo miro horrorizada— .Es algo que aun debemos discutir. —Me miro dándome la sonrisa tranquilizadora.

No pude evitar sentirme aliviada con lo que Zayn le aclaro a su madre. Aun no estaba lista para llegar al altar tan pronto después de la propuesta. Tenía tantas cosas por hacer. Tenía casi año y medio trabajando en ese maldito Salón de belleza, ahorrando para poder independizar mi negocio. Quizá hasta mudarme a un apartamento, quería mi privacidad. No se sentía correcto depender de alguien, alguna vez, no hace mucho, Zayn me ofreció vivir con él, la respuesta fue clara. No.

Pasamos una hora más, yo, claro, recibiendo miradas espeluznantes por parte de mis cuñadas y Perrie, le susurre a mi prometido, que me moría de sueño, para poder salir de este lugar. Nos despedimos de su familia. El camino de regreso a mi casa fue demasiado silencioso para mi gusto, pero la cabeza aun me daba vueltas.

—Sabes que no te voy a presionar, la boda será cuando tú lo decidas. —Zayn me saco de mi mundo. —Gire la cabeza para poder verlo, me dio una mirada rápida con una pequeña sonrisa antes de volver a ver el camino.

—Lo siento, es solo que todo me tomo tan de sorpresa. —Mire las manos en mi regazo.

—Bueno, —por el rabillo del ojo pude ver como se encogía de hombros— .No es como si no te lo esperaras algún día.

—Lo sé, solo... —Deje la palabra al aire, solté un pesado suspiro. —Solo no lo esperaba hoy. —Mi voz suena derrotada, pero no es el por qué. Esperaba que Zayn no notara el tono en que lo dije.

—Tranquila bebé, lo haremos a tu modo.

Luego de que Zayn me dejará en casa, pasadas las doce y media, todos estaban dormidos. Daba gracias porque lo menos que quería era dar alguna explicación sobre la enorme sortija que llevaba en mi dedo. Cuando tuve un pie en la alfombra de la entrada quite mis zapatillas para llevarlas en mis manos y subir arrastrando los pies hasta mi habitación.