-Capítulo 7.

97 13 3
                                    

Capítulo 7.



Papá me llevo al trabajo luego de despedir a Harry. Me costó bastante dejar de llorar, pero sabía que no podía llegar al trabajo así, no para darles algo de qué hablar a las engreídas de mis compañeras. Retoque mi maquillaje para verme como nueva.

—Lo volveremos a ver cariño, todo está bien. —Me aseguro poniendo una mano sobre mi rodilla y dando un apretón.

—Lo sé, —suspire— es solo que nunca imagine que nos separaríamos.

—Ustedes estarán juntos, confía en mí. —Me guiño un ojo dejándome muy confundida.

El día en el trabajo fue demasiado agitado para mi gusto. El cielo se estaba cayendo y la gente no dejaba de venir. Por Dios que me estaba muriendo de hambre y no podía tener mi hora de comida.

Quería leer la carta que Harry me había dado. Pero me fue imposible.

Cuando salí del salón había terminado de llover, pero hacia demasiado viento helado, caminaba por las calles encogiéndome de frío. Habían bajado por lo menos 10°. Lo único que quería era llegar a casa cuanto antes, tenía frio, hambre y cierta sensación de ansiedad.

—Hola. —Dije cuándo entre a casa.

—Hola. —Contesto Violet desde la sala con el ordenador en las piernas y música clásica de fondo. —Mamá y papá salieron, tu cena está en el horno.

—Gracias.

Calenté mi cena quedándome en la cocina para comer ahí.

—Oye, —se acercó a donde yo estaba— hoy fui a imprimir algunas fotos. —Me tendió un par. —Estás son para ti.

Tome las fotos. Éramos Harry y yo.

Esas fotos las tomo Violet cuando Harry fue de vacaciones con nosotros a Noruega. Harry me abrazaba tratando de calmar mi frio. Pero aun así sonreíamos. En la segunda habíamos ido a pescar con el abuelo. Yo miraba al frente sosteniendo la caña de pescar y él solo me miraba fijamente. Esa mirada. Intensa.

—Gracias. —Abrace a mi hermana como nunca lo hice antes.

Arrastre mi trasero hasta mi habitación. Cambie la ropa negra por un pijama. Deje caer tomo mi peso en la suave cama con la carta en mis manos, el sobre olía al perfume de Harry.

Con cuidado pase el dedo por debajo de la pestaña. Abrí el par de hojas dobladas en tres partes dejando al descubierto la caligrafía alargada y elegante de Harry.

Querida Jane:

Hemos sido amigos desde siempre, todos estos años han sido increíbles y todo gracias a ti.

Por qué eres la mejor del mundo, alegre, divertida, tímida, inocente, hermosa, con voz de ángel, honesta, enojona, orgullosa, a veces prepotente, y joder que tienes un humor de mil demonios.

Pero no me mal entiendas, a lo que quiero llegar es a que a pesar de todo esto, incluyendo los golpes que algunas veces me diste, lo veo como virtudes. Me encanta todo de ti.

Me gusta cuando cantas a todo pulmón sin importar que alguien te escuche o si estas afinada. Me encanta cuando te quitas los zapatos y bailas bajo la lluvia, aunque las personas te miren raro. Me encanta cuando no te quedas callada ante alguna situación, defiendes tus ideas. Me encanta que siempre tienes respuesta para todo, aunque no sepas nada al respecto.

Y esas son solo algunas de las cosas que me gustan de ti, no las escribiré todas, porque podría escribir un libro, y quien sabe, puede que esta carta se caiga de tu bolso y publicarían todo lo que me gusta de ti.

¿Recuerdas cuando Hugh Grant me aventó y tú lo golpeaste en la cara? Desde ese momento en que lo vi sangrando, supe que tú serías mi heroína, el problema ahora, es que tú me haces daño.

El día que iba a explicarte todo, llegaste con ese anillo en la mano.

Todo dentro de mí se rompió, no lo entiendes, y todo por mi culpa. Quizá si hubiera hablado a tiempo las cosas ahora serian diferentes. ¿Qué más da? Él hubiera no existe. Gemma me convenció de escribir esto, mi plan es irme y no regresar.

No creo que lo que debo confesar cambie la manera en la que me ves.

Estoy enamorado de ti, Jane.

Desde el día en que golpeaste a Grant, desde que me diste mi primer beso, supe que debías ser el primer, único y último beso.

Estoy enamorado hasta los huesos. Te has metido bajo mi piel.

El saber que te casaras con un tipo como Malik me enferma. No pude mirarte a los ojos para decirte todo esto porque soy un cobarde.

Eres perfecta, quizá por esa simple razón deberías casarte con él. Yo no puedo ofrecerte ni la mitad de lo que él tiene. Y muy probablemente, ni siquiera te sientas de la misma forma hacia mí. Pero todo esto me estaba asfixiando. Jane, mereces a alguien que te amé con la misma intensidad en que tú lo haces, que ame tus virtudes, pero sobre todo tus defectos.

Espero que me llames luego de leer esto como prometiste. Creo que tengo derecho a saber la verdad.

¿Qué sientes por mí?

Con amor.

Harry.

El corazón me latía tan rápido y tan duro que me dolían las costillas.

Tome mi celular oprimiendo el marcado rápido y viendo la foto de su contacto, me lleve el aparato al oído.

Uno.

Dos.

Tres tonos pasaron antes de tener respuesta.

Jane. La sangre se me fue hasta los pies al escuchar su voz ronca y rasposa.


Mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora