I

62 7 0
                                    

Por caníbales como .

Volteé a ver mis manos sudorosas. Lo había hecho nuevamente, me había dejado llevar.
¿Cómo no hacerlo? No existe nada mejor que ver como sus ojos pierden el brillo, escuchar su última respiración, ver su último movimiento, su último latido.
La primera vez tuve miedo, temía que me atraparan, pero ahora es diferente. Sé que no pueden hacerlo, mi trabajo es impecable ¿Quién se fijaría en las personas que asesino? Si ni se dan cuenta. ¡Ja! Esos seres inferiores a mí. Nunca lo lograrán. No dejo ni un rastro de sus cuerpos, no dejo que se desperdicie ni una gota de sangre. No hay nada tan delicioso como la carne humana bañada en su sangre.

Pequeña InspiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora