Capitulo veintidos

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Maratón 5/6

Astrid

Tres días. TRES PUTOS DÍAS. Justin me ha estado evitando tres malditos días.

He tratado de hablar con el pero cada vez que intento acercarme a el se arranca, no me contesta el teléfono y cuando voy a su habitación no me abre la puerta.

No se qué hacer, estoy pensando seriamente en decirle que soy una chica para que no este tan perturbado.

-¡Trid!- me giro rápidamente con los ojos muy abiertos.

-Chris hijo de perra, no me digas así- digo pegándole un puñetazo en el hombro.

-Mierda pegas fuerte- dice sobándose.

-¿Que coño quieres?-

Me mira y sonríe. -Quiero salir con Mer-

-¡¿Qué?!- me tiro sobre el y grito.

-Esto es genial... Anda ahora a decirle- lo empujo fuertemente y río.

Me giro y veo a Justin que viene doblando la esquina, miro a todos lados y me escondo en el cuarto de limpieza que está a mi izquierda.

Miro por la pequeña rejilla y cuando lo veo pasar abro la puerta y lo tomo de un brazo, tirando fuertemente de el lo meto al cuarto y lo pego a la pared.

-Escucha, tenemos que hablar-

Me mira e intenta zafarse. -Déjame Ashton, no estoy de humor-

Me alejó un poco y lo mira asombrada. -Me dijiste Ashton-

-Así te llamas- responde frío.

-¿Justin que sucede?- pregunto con un tono triste.

Me mira y luego mira el suelo. -Nada-

-Es por lo del sábado- afirmo mirándolo.

-Olvida eso- dice tratando de abrir la puerta.

-Hey espera- lo tomo del brazo y lo giro.

Me mira frío. -¿Que quieres ahora?-

Mierda, le digo o no le digo.

-Justin... Me gustas- me muerdo el labio nerviosa y espero su respuesta.

-Eso esta mal- responde seco.

-¿Porque?-

-Somos chicos y...- lo interrumpo.

-Eso esta mal- digo divertida.

-¿Que?-

Tomo su mano y la llevo hasta mi vientre por debajo de mi camiseta, intenta alejarse pero de lo impido, Justin mira nuestras manos mientras suben hasta mis vendas.

Cuando sus dedos tocan mis vendas me mira y frunce su ceño.

-¿Que tienes?- sonrió y le beso la mejilla.

-Bájalas- le digo al oído.

Sube un poco más su mano y con sus dedos baja las vendas hasta mi cintura, deja sus manos ahí y me mira.

-¿No vas a mirar?- me mira un segundo y luego con sus dos manos sube mi camiseta.

Abre los ojos al tope.

Yo vi su pene, así que no creo que sea muy grave que el vea mis pechos.

Internado de hombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora