Cuando llego al patio Justin está sentado en el pasto, camino hacia él y me siento a su lado. Ninguno de los dos dice nada, pero para mi sorpresa el silencio no es incomodo.
De hecho me gusta.
-Lo siento, pensé que sabias como era…- dice rompiendo el silencio. –Dijiste que eras invisible cuando te pregunte si eras nuevo, entonces supuse que lo sabías y sobre lo de Bruno… no sé qué decirte-
-¿Por qué lo haces?- pregunto mirando su perfil.
-No es la típica escusa de que lo hago para poder ser aceptado por mis amigos, porque en realidad mis amigos me conocen como soy en realidad-
-¿Entonces?-
-Es mas como una máscara… pero no quiero hablar de eso, solo… solo perdóname-
-No es a mí a quien tienes que pedirle disculpas-
Despega su mirada y por fin me mira. Juro que podría derretirme con esos ojos.
-Tienes razón, Bruno se merece las disculpas-
Asiento. –Bruno y todos a los que agrediste.- asiente también y despega su mirada de mí. –Eso incluye a Chris-
Cierra los ojos y suspira en silencio. No habla durante un rato pero de repente se levanta y me ofrece su mano, la tomo y me ayuda a levantarme.
-Si… eso incluye a Chris- camina algunos pasos pero yo no lo sigo.
Se detiene y se gira para mirarme. –Ven, no entraremos a clases-
-¿Porque no?-
Sonríe y corre rápidamente hacia las habitaciones, tardo en reaccionar y me pongo a corres tras de él.
Dios, este chico corre rápido… por algo es el mariscal de campo.
Subimos a nuestro piso por las escaleras de emergencias, Justin sube por los escalones de dos en dos mientras yo con suerte puedo mover mis pies. Corremos por el pasillo de nuestras habitaciones y él se detiene frente a su puerta.
-Espérame aquí- asiento una vez con mi cabeza para luego inclinarme en busca de un poco de aire, el entra y luego sale con un pequeño bolso que tiene el símbolo de Los piratas del Caribe en el centro.
Levanto una ceja y me incorporo. – ¿Y eso?-
-Ya lo veras, vamos-
Y adivina que… si, nuevamente a correr.
Corremos, corremos, corremos y corremos hasta llegar al campo de futbol, Justin abre la reja con cuidado y entramos.
-¿Esto cuenta como allanamiento o no?-
-Claro que no, soy el capitán del equipo… puedo venir aquí cuando yo quiera.- caminamos por el campo tranquilamente hasta que Justin se detiene y se quita sus zapatillas para caminar descalzo por el pasto. –Ven por aquí-
Nos acercamos por el costado de las gradas y Justin abre una puerta que supongo lleva a un tipo de bodega para guardar los utensilios de deporte como balones, mallas, etc.
Y no me equivoco, es exactamente lo que hay dentro.
-¿Qué hacemos aquí?-
Justin cierra la puerta y se sienta en el suelo. –Te mostrare mi tesoro-
Me siento a su lado y lo miro intrigada. – ¿Tesoro?-
-Sip… debo confesarte que nunca le he mostrado mi tesoro a nadie- me pasa su bolsito de pirata y lo abro para mirar que tiene dentro.
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Internado de hombres
Fiksi Remaja¿Cómo puede ser que en sólo un instituto este mi carrera soñada? ¿Puedes creerlo? Un instituto, sólo uno... ¡Y ES SÓLO PARA HOMBRES! Es una maldita injusticia ¿no crees? ¿Y me creerías si te dijera que mi primo tuvo que enseñarme como ser un súpe...