Capitulo ocho

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Me siento mal, descubrir que el chico más lindo e interesante que he conocido sea el mismo que golpea a mi mejor amiga.

Me siento igual como cuando mi malvada prima me dijo que Santa Claus no existe y que los regalos me los traían mis padres, o cuando me dijeron en la escuela que era una estúpida por pensar que los conejos ponían huevos, y para que hablar del Hada de los dientes.

Es principalmente decepción lo que siento, no puedo creer que el sea el famoso Bieber.

Cuando el timbre suena anunciando el fin de la clase, me levanto rápidamente y camino hacia la puerta, antes de salir me volteo y le doy una última mirada a Justin, me mira con el seño fruncido. Se levanta de su asiento pero antes de ver lo que hará corro en dirección a mi habitación.

Entro apresuradamente, cierro la puerta de un portazo y tiro mis cosas al suelo para dirigirme al baño. Entro y cierro la puerta con seguro para luego deslizarme por la puerta hasta quedar sentada en el suelo, cubro mi cara con mis manos y suelto un largo suspiro.

Escucho a lo lejos la canción ‘’Do what u want‘’ de Lady Gaga, es Mer. Ella puso ese tono para que sonara cuando ella me llame, pero no quiero contestarle, de seguro Chris ya le dijo que salí corriendo de la clase.

El teléfono deja de sonar, llevo unos minutos, tal vez dos, sentada en el suelo cuando escucho como la puerta de la habitación se cierra, luego de unos segundos golpean suavemente la puerta donde estoy apoyada.

-Vete América, no quiero hablar-

Silencio, no me contesta, eso es raro en Mer.

-Lo siento, no debí llamarte América.- suspiro.  –Lo siento Mer pero estoy algo triste y me daré un baño para relajarme-

Escucho un Mhm del otro lado. –Si necesito ayuda con las vendas te llamo-

No escucho nada más asi que supongo que se fue a sentar mientras me espera.

Me saco con cuidado el uniforme y lo dejo doblado sobre la encimera, luego saco la bolita de calcetines de mi entrepierna y las vendas de mis pechos, saco mi bóxer de Marvel y me meto a la ducha.

Amo estos boxer con super heroes.

Después de unos treinta minutos de una relajante ducha salgo y vuelvo a colocarme toda mi ropa, saco el seguro de la puerta y antes de salir acomodo mi polla, salgo mientras subo la bragueta de mi pantalón, cuando levanto la mirada veo a un Justin tranquilamente sentado sobre mi cama.

-¿Qué haces aquí?-

Me mira serio. – ¿Tienes una lesión?-

Frunzo el seño y niego con la cabeza. – ¿Qué haces aquí?-

-Si no tienes una lesión, entonces ¿Para que las vendas?-

-No te interesa, ¿Qué haces aquí?-

-Se nota que tu humor cambio por algo que hice.- se levanta y camina hacia mí. –No sé que hice, pero lo siento-

-Quiero que te vayas-

Asiente. –Claramente fue grave lo que hice… bueno me voy, por favor que tu enojo no dure mucho tiempo, enserio me agradas.- dicho esto se va y cierra la puerta con un portazo.

Tomo mi teléfono y me siento en la orilla de la cama de Chris, miro la pantalla antes de desbloquearlo, hay una foto mía junto a la banda, yo estoy al medio sacando la foto mientras mi padre me abraza por atrás y tiene apoyado su mentón sobre mi cabeza, a mi lado derecho esta Roger agarrando su guitarra eléctrica por el cuello y mostrando su lengua, a mi lado izquierdo esta Bones con su bajo encima de sus hombros, por detrás de su cabeza y con una hermosa sonrisa en su rostro y por ultimo esta Mathew detrás de mi padre por su lado derecho mientras sostiene sus baquetas en una mano mientras con la otra hace el gesto de Rock con sus dedos y con la lengua tan afuera que se ve su campanilla, casi tocando su mentón.

Internado de hombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora