Un sonido estruendoso suena a mi lado, agarro el maldito despertador y lo tiro lejos, provocando que choque contra la pared y se rompa en mil pedazos.
-Diablos Astrid, casi me revientas la cabeza-
Bufo molesta y me acomodo para seguir durmiendo. –Cállate Chris, déjame dormir-
Escucho como murmura cosas pero no le prestó atención a lo que dice, escucho como la cama de mi lado derecho cruje, Mer acaba de levantarse, escucho pasos y luego una puerta al cerrarse, luego de eso ya no recuerdo nada porque Morfeo ya me llevo de vuelta a su mundo.
Estaba durmiendo plácidamente, cuando de repente ¡BAM! Una almohada impacta justo en mi cara, golpeándome fuertemente haciendo que me levante de golpe.
-DESPIERTA AHORA-
-¡Demonios Christian! ¿No pudiste elegir un método mas civilizado para despertarme-
Se encoje de hombros y sonríe. –Elegí el más efectivo-
-IDIOTA- grito y le tiro el almohadón de vuelta pero él es más rápido y lo esquiva.
-Bien después de ver tu pésima puntería me voy, levántate luego o si no quedaras sin desayuno- toma su chaqueta de su cama y se va cerrando la puerta tras de él.
Me levanto y por un momento pensé en ir a desayunar en pijama pero luego me acorde que tenia pechos así que tenía que cambiarme si o si. Luego de una ducha rápida y de una pelea con las vendas estoy lista y fresca como lechuga, salgo de la habitación y camino lentamente hasta el acensor, cuando llego a la cafetería no encuentro ni a Mer ni a Chris así que supongo que deben estar juntos, me pongo en la cola para comprar mi desayuno. De repente un brazo pasa por mis hombros, es Jona.
-Hola Ash- dice sonriente.
-Hola Jona- la fila avanza un poco. –¿Y tu otro yo?-
-Durmiendo, tenemos un sistema para desayunar, día por medio yo recojo el desayuno mientras el duerme y viceversa-
-Genial- es mi turno, pido una malteada de chocolate con nueces y me despido de Jona, subo a mi habitación pero cuando me bajo del acensor choco con alguien provocando que mi malteada caiga sobre la camiseta del chico y sobre la mía.
-Lo siento Franco, te debo una malteada y una camiseta-
Lo miro y sonrío. –No te preocupes Justin- lo observo de pies a cabeza, aun trae su pijama puesto que consiste en una camiseta gris que se pega deliciosamente a su torso y unos pantalones azules con los personajes del video juego Mario Bross, acompañado por unas pantuflas con forma de garras de oso.
-¿Desayunas conmigo? Así te pago tu malteada-
Asiento. –Bien, ya sabes cuál es mi habitación, espérame ahí- camina un poco pero se detiene y me mira. –La puerta está abierta así que solo pasa-
-Okey- cuando lo veo desaparecer por la esquina me doy vuelta y camino hasta su puerta.
¡Voy a desayunar con Justin!
Cuando llego a su habitación entro despacio y miro atentamente, esta más ordenada de lo que espere, pero lo que más llamo mi atención es que solo hay una cama y en la pared frente a la cama hay un televisor plasma colgado conectado a dos tipos de consolas de video juegos.
Dios, este chico tiene su propia habitación.
Camino hasta la puerta del baño y miro dentro, no es tan distinto al que está en mi habitación, voy a entrar al baño cuando la puerta de la habitación se abre y entra Justin corriendo mientras arrastra un carrito lleno de comida, cierra la puerta rápidamente.
-Ven Nick, tenemos que escondernos- levanto una ceja y lo miro mientras mete el carrito al gigante armario, asoma su cabeza y me hace una seña para que entre, cuando entro el cierra las puertas pero se queda mirando por la rendija.
Esta todo muy silencioso. –Tres… Dos… Uno- murmura Justin.
Entra un señor gordo y bajito con un uniforme parecido al de los chef, se ve furioso. – ¡JUSTIN! ¡JUSTIN!-
Mira hacia todos lados y bufa molesto. –Hasta cuando soportare a este muchacho- dicho esto se va y cierra la puerta con un fuerte golpe.
Justin estalla en carcajadas y se tira al suelo para seguir riendo mientras sujeta su vientre. –Dios hace tiempo no me reía asi de el-
Se levanta y acomoda en carrito frente a nosotros, me señala el suelo y tomo eso como señal para sentarme. –Bueno ¿Qué quieres para desayunar?... tenemos muffin de chocolate, malteadas de chocolate con nueces, lo siento si no traje de otros sabores pero solo me gusta de chocolate con nueces-
Sonrió. –Tranquilo, amo el chocolate con nueces-
-Está bien, sigo… tenemos hotcakes, panqueques, pastelitos, sándwich de jamón y queso, café, zumo de naranja, mermelada y jarabe de maple… bueno eso es todo lo que alcance a robar-
Me mira esperando mi orden. –Dame una malteada, un muffin y un panqueque-
-Okey, ¿Zumo o algún aderezo?-
-Zumo está bien y me gustaría jarabe de maple, gracias-
-Saliendo una orden especial- pone las cosas que le pedí en una bandeja y la deja delante de mí, luego toma algunas cosas para él y se sienta a mi lado poniendo la bandeja junto a la mía. –Bon apetite-
Sonrió y comienzo a comer. Este chico está loco, pero loco en el buen sentido, aparte de adorable tiene una pinta de chico malo, pero no de esos malos que andan en moto y se drogan, si no de esos chicos que son como imanes para los problemas.
-Y… cuéntame sobre ti Michael-
-Mi nombre es Ashton, y bueno de mi no hay mucho que contar, amo la música, toco varios instrumentos pero mi favorito es la batería, mi padre tiene una banda de rock y antes de venir aquí vivía con ellos, no tengo hermanos, pero mi mejor amigo vive conmigo-
Mierda, casi digo amiga.
Asiente y sonríe. – ¿Te gustan los deportes?-
-Me gusta el básquet y el baseball-
-Y el futbol americano-
Hago una mueca. –Es muy rudo para mi gusto-
-Lastima, yo soy el mariscal de campo del equipo-
-¿Cuál es el nombre del equipo?-
Sonríe orgulloso. –Warriors-
-No me gusta ese deporte pero iré a ver tus partidos-
Eso sonó muy homosexual Astrid, la estas cagando.
Me sonríe y seguimos comiendo. Luego de unos minutos ya casi no queda comida en el carrito, nos levantamos y Justin me pide que lo acompañe a la cafetería, salimos de su habitación y cierro la puerta mientras el arrastra el carrito en dirección al ascensor aun vistiendo su pijama infantil y sus pantuflas de garras, sonrío ante la imagen y lo veo desaparecer por la esquina, camino algunos pasos y veo que viene Mer doblando con la camisa del uniforme toda manchada al igual que su cara y su cabello.
-¿Qué mierda te paso ahora Mer?- le pregunto cuando llega a mi lado.
-Otra vez ese animal de Bieber, volteo una malteada de chocolate sobre mi- muerdo mi lengua para no reírme de ella.
-Tenemos que hacer algo para que ese chico que deje en paz-
Rueda los ojos y bufa. –Con ese idiota no se puede razonar… encima el imbécil de Chris no hizo nada cuando Bieber volteo la malteada sobre mi… NO SIRVE PARA NADA TU PRIMO- y con eso pasa de mi y entra en nuestra habitación dando un portazo.
Camino hasta el ascensor y veo a Justin apoyado en la pared con el carrito a su lado. – ¿Por qué demoraste tanto?-
-Nada importante, vamos- se encoje de hombros y presiona el botón para que las puertas se abran.
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Internado de hombres
Novela Juvenil¿Cómo puede ser que en sólo un instituto este mi carrera soñada? ¿Puedes creerlo? Un instituto, sólo uno... ¡Y ES SÓLO PARA HOMBRES! Es una maldita injusticia ¿no crees? ¿Y me creerías si te dijera que mi primo tuvo que enseñarme como ser un súpe...