Me encontraba sola en la isla que tuve el duelo, así que tuve que ir volando a la segunda isla que me encontré y, por suerte, había un gran poblado con un cuartel de la Marina. Perfecto para hacerme una pirata.
Bajé al suelo antes de que algún ciudadano me viera, ya que sería algo extraño ver una persona volar usando su Akuma No Mi.
Me adentré en el poblado y me compré un trozo de carne, la pelea me había dejado con el apetito abierto. Minutos de haber devorado el alimento me dirigí a toda pastilla hacia el cuartel. Rodeando éste había muros grandes y tan sólo una entrada/salida custodiada por dos guardias fáciles de engañar y matar.
Ignorándolos fui caminando hacia la entrada, pero ellos dos se interpusieron en mi camino, prohibiéndome la entrada sin una autorización y por ser una menor.
- Oye, necesito hablar con el máximo representante, es urgente. -Expliqué poniendo morritos e hinchando los mofletes.
- ¿Qué es lo que ocurre aquí? -Preguntó una voz grave de fondo, haciendo que los cuerpos de los marines se pusieran rígidos, más por miedo que por respeto.
La procedencia de esa voz provenía de un hombre bastante fuerte de cuerpo, con una gorra puesta y con su chaqueta de marine como si fuera una capa. Al lado suyo se encontraban dos hombres más, uno de ellos era delgado pero con complexión fuerte, con el pelo negro rizado y con las manos en el bolsillo; al otro lado estaba la persona que faltaba, mirándome con superioridad, su aspecto era como el intermedio entre los otros dos marines ya descritos, pero éste tenía una pinta de mafioso, me daba miedo.
Los tres parecían tener el mismo rango, ya que ninguno de los marines los trataban diferentes del uno al otro. Sonreí divertida, había tenido mucha suerte de dar con los máximos representantes de esta base.
- ¡Marine! ¿Quién es esta niña y qué hace aquí? -Volvió a sonar la voz grave y robusta, imponiendo.
- ¡Quería verlos a vosotros! ¡Decía que quería hablar con los representantes de la base y que era urgente, Señor Sakazuki! -Respondió un valiente soldado que no podía siquiera respirar de la presión de tener la miradas puestas en él mientras respondía.
- ¿Sakazuki? -Me pregunté a mi misma, recordando algunas explicaciones que me dieron mi padre y los demás antes de salir de viaje.- ¿Ustedes son Akainu, Aokiji y Kizaru? -Pregunté saliendo de dudas.
- ¡Qué maleducada! ¡No debería hablarle así a los tres almirantes Sakazuki, Kuzan y Borsalino! -Me riñó uno de los marines.
- Parece que me choqué con tres peces gordos jajaja. -Reí abiertamente mientras ignoraba en la situación que estaba.
Uno de los soldados me apuntó con su arma, no tolerando de que me riera de sus líderes enfrente de ellos, y disparó. No llegué a utilizar mis poderes, Aokiji me había protegido congelando la bala antes de tiempo.
- Es sólo una niña, no debemos ser tan ruda con ella. -Dijo el almirante Kuzan, observándome por el rabillo del ojo.
- Uooh, sí que tienes valor para reírte así ante los almirantes más fuertes de la marina. -Intervino Kizaru, el hombre que parecía un mafioso.- ¿Qué era eso tan urgente que querías hablar con nosotros? -Volvió al grano, agachándose un poco.
- Quiero ser una pirata. -Dije.
Los marines poco a poco se iban cayendo de culo, pensando que estaba realmente loca al decir eso ante los almirantes, que eran los cazadores de piratas. Kizaru abrió su boca algo sorprendido, pero sin querer aparentarlo; Akainu arrugó su mirada como si estuviese furioso; y Aokiji no cambió su expresión de seriedad.
- ¡Jugar a ser pirata es una broma de mal gusto incluso para los niños! -Me gritó Akainu mientras se imponía con su gran cuerpo.
- ¡¡Que quiero ser pirata de verdad!! -Le devolví el grito, comenzando a enfadarme.
- Entonces antes de que llegues a ser pirata debemos capturarte aquí. -Pensó en voz alta Kizaru, cogiendo mi brazo para que no escapase, aunque más bien creo que estaban tomándoselo a broma.
Me solté de un tirón del mafioso y me alejé un poco, malhumorada, sin quitarle la vista a los tres idiotas que tenía enfrente.
- ¡Me llamo Kaoru y llegaré a ser la pirata con mayor recompensa que jamás hayáis visto! -Grité a los cuatro vientos mientras el almirante Sakazuki comenzó a enfadarse más.
- ¡¡Estoy harto de tu comportamiento niña!! -Sakazuki envolvió su puño en lava y lo dirigió hacia mí con toda su ira.
Desvié su ataque contra el suelo gracias a mi armadura de Haki, causando un gran temblor y grieta, que llegó a derrumbar gran parte del muro que rodeaba la base. Todos los espectadores tenían un rostro de a ver visto un milagro, incluso Akainu, que abrió los ojos como platos.
- ¿Con esto soy oficialmente una pirata? -Recalqué mi objetivo en ese lugar, observando, ahora yo, con superioridad al almirante derrotado.
- Las cosas se han puesto interesantes. -Intervino Kizaru, enviando su patada a la velocidad de la luz hacia mí, pero de nuevo la superé con el Haki premonitorio.
- No creo que seas una pirata, porque de aquí no saldrás viva. -Amenazó levantándose Akainu, molesto y con una vena sobresaliéndose de su frente.
- ¿A no? -Me burlé sacando la lengua.
Con todo el viento que pude reunir en unos cinco minutos creé un tornado que arrasaría con el edificio llamado cuartel de la marina, quedando echo trizas. Aprovechando esa distracción salí corriendo, ya que si los tres almirantes llegaban a atacarme juntos lo pasaría mal.
- ¡¡Espero que haya dejado huella!! -Exclamé una vez fuera del recinto.- ¡Me llamo Kaoru!
Una vez alejada lo suficiente me senté en el suelo, había malgastado un poco de mis fuerzas al parar el puñetazo de lava, no pensaba que podrían ser tan fuertes uno de ellos.
Del cielo cayó un papel, terminando en mi regazo. Cuando le eché un ojo me quedé maravillada, era mi propio cartel de "Se Busca", pero me llevé una desilusión al ver que solo ponía 50.000.000 de Berries por mi cabeza. Esperaba más, pero siempre se empezaba por algo.
- Eso era lo que querías, ¿no, joven pirata? -Me sobresalté al sentir una presencia detrás mía, haciendo que saltara de mi sitio y me pusiera en guardia.
- ¿Has venido a enfrentarme, Aokiji? -Pregunté a la defensiva.
- Es verdad que me han ordenado llevarte, pero no lo voy a hacer.
Él cambió su expresión por una calmada y pacífica, aunque no lo llegaba a entender del todo.
- Pero tú eres un marine, y yo una pirata, somos enemigos. ¿Por qué me dejarías huir? -Cavé en el asunto.
- Morir antes de empezar tu sueño sería algo patético. -Me subestimó mientras sentía como una flecha imaginaria rompía mi corazoncito.
- ¡¡Yo soy más fuerte que cualquiera de vosotros tres, así que podría habérmelas arreglado para huir sin tu ayuda!!
- Tranquila, cuando vayas por la mitad de tu sueño seré yo quien te capture y te lleve a la marina, entonces... Hasta ahora. -Se despidió haciéndome rabiar.

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One Piece.
Fanfiction"¿Quién te ha hecho eso padre?" "Iré a por él, y lo mataré." ¡Hola! Me llamo Kaoru, mi padre es una de las personas más fuertes del mundo, y por eso no entiendo qué clase de monstruo ha herido a mi querido papá. He decidido ir en un viaje por tod...