"Puta"

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Estaba pensando seriamente la idea de mandarle un mensaje a Vee para preguntarle como le había ido en su cita... pero seguramente ella preferiría contármelo personalmente.
El despertador sonó, mi mamá se dio cuenta que en realidad no estaba roto si no que yo lo había desactivado para no ir al instituto. Obviamente me regañaron pero bueno, nada del otro mundo. Me vestí con uno de los conjuntos que Vee se había probado ayer y bajé a desayunar.

 - Ahí tienes las tostadas, la leche esta en la heladera- mi madre parecía apurada.

- ¿Pasa algo?- me extrañó su comportamiento.

- El señor Malik me ha llamado, tengo que terminar de ordenar la oficina, el lunes comenzaré a trabajar.- Dijó estresada, si ya estaba estresada antes de empezar a trabajar, no me imagino como estara cuando empiece.

- ¿Por qué tienes que ir a ordenarla tu? Todavía no es tu oficina, tu trabajo empieza el lunes.- dijé enojada.

- Natalie, yo me ofrecí a hacerlo.- dijó enojada.

No tenía palabras para responderle a mi madre. Al parecer ella tenía ansías por empezar a trabajar, claro, porque ella no veía al jefe de mi padre como yo lo estaba haciendo. Ahora estoy rezando para que los días pasen lo más lento posible, no quiero que mi madre comience a trabajar no solo por el hecho de que todo en ese trabajo me parece sospechoso si no que tampoco quiero tener la casa para mi sola, no me gusta estar sola ni tampoco sentirme así.

 - No tengo hambre- dijé dejando el plato con las tostadas de lado-. Adiós que tengas un buen día.

Me colgué el bolso en el hombro y salí de casa. No sabía porque le planteaba esta escena a mi mamá, ella no tenía la culpa de haber aceptado el trabajo creo que no tenia otra opción.

Por mala suerte Vee no me estaba esperando con su auto, tendría que caminar esas veinte largas calles hasta el colegio y lo peor... mi celular no tiene batería así que no podré escuchar música, al parecer este dia no será muy bueno. Odiaba el camino a la escuela, sabía que no era tan largo pero si ibas solo y no tenías nada para hacer mientras era lo más aburrido del mundo.

- ¡Natalie, hola!- Jess corrió hacía mi-. Estoy buscando a Vee. ¿La haz visto?

Ambas nos encontrábamos en la puerta de entrada del colegio. Al parecer era temprano  porque todavía no habían abierto.

- Es temprano todavía- dijé-. Vee siempre llega después de que abren las puertas.

- Tienes razón. ¿Cómo crees que le fue?- preguntó con cara picara.

- Bien, estaba nerviosa, había pensado en mandarle un mensaje pero sé que ella preferiría contarnoslo personalmente.- le conté.

- Sí, yo pensé lo mismo- concluyó.

- ¿Has hablado con Niall?- pregunté cambiando de tema.

- No- dijó triste-, Harry me había dicho que intentaría hacernos hablar pero yo tampoco me animo. Aunque estoy decidida, si hoy no me habla buscaré alguna excusa para hacerlo yo.

- Así se habla- alenté.

Cuando abrieron las puertas nos corrimos a un costado. Esto de pasar en manada no me gustaba mucho ya que terminaba con los pies destrozados. Decidimos esperar a Vee en la puerta para que no se nos escape. Sabíamos que tal vez le daría vergüenza contarnos lo que paso. 
- Hola chic...- no la dejamos terminar cuando ya la bombardeamos con preguntas.

- ¡Cuéntanos todo, hasta el más mínimo detalle!- gritamos Jess y yo- ¿Cómo ha sido? ¿A donde han ido?

- Ya chicas, no me taladren la cabeza- dijó divertida-, se los contare todo en la cafetería.

Protect me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora