Protect me.

Perseguida.

Despues de una larga noche y el cansancio acumulado en la semana, por fin pude dormir. estaba conciente que ya era de mañana, pero no me importaba yo solo quería seguir durmiendo. Eran cerca del medio dia cuando digné a levantarme, todavía en pijama, fui en busca de lo que sería mi desayuno, cuando termine subí a mi habitacion a buscar mi telefono, quería llamar a Vee. Se me había ocurrido una exelente idea que me tenía entusiasmada... una pijamada.  Supuse que a la una de la tarde Vee estaría despierta, creo que me equivoque, llame una, dos, tres veces y no había respuesta alguna.

No quería agobiarla con llamadas perdidas, por lo que me decidí a llamarla una ultima vez.

- ¡Vee, al fin contestas! Soy Natalie. -Me senté en el sillón y acomodé mis pies arriba de la mesita. Mi mamá odiaba que haga eso pero ella no estaba, estaba de compras.

- Me acabo de dar cuenta que tenía tres llamadas perdidas tuyas -rió-. ¿Qué pasa?

- Ayer por la noche se me ocurrió hacer una pijamada. ¿Qué dices? Tu, Jess y yo.

- ¡Estaría genial! Podría ser en mi casa, en mi habitación entraríamos sin problemas. -dijo entusiasmada-  Tengo unas cuantas cosas que quiero contarles sobre ayer.

- Supongo que Jess también tendrá algo que contarnos.- reí

- Y tu no te me hagas la tonta- hizo una pausa y comenzó a reír, ¿De que hablaba?-. Vi como te ibas ayer, Zayn te siguió. ¿Pensabas decirnos que te escapabas con el?- pregunto picara.

- Sobre eso... ¡quédate con la duda!-exclamé riendo-. No mentira, les contaré a la noche.

-¡Y más te vale que me cuentes todo, eh!- grito desde el otro lado de la linea- Zayn... eres la única chica a la cual él se ha acercado.

- Vee cállate -reí- cambiando de tema... ¿A que hora nos juntamos?

- A las siete ¿te parece?, Yo le aviso a Jess. Trae algunas películas, de terror si puedes. Conociéndote podría pensar que ya se te ocurrió ir a alquilar toda la saga de Crepúsculo.

- Bueno, parece que me conoces bien. ¿No quieres que alquile esas? -pregunté.

- Ya las tengo en casa, tu alquila una de terror.

- Uhmm, okey -dijé dudosa, no me gustaban para nada las peliculas de terror, es mas, las odiaba.

- Entonces nos vemos a las siete. Adiós Nat, ¿te puedo decir así?, no impota lo haré de todos modos. -rió.

- No hay problema -reí- , adiós.

Bueno por lo menos ya tenía algo para poder pasar este domingo, lo sé es raro una pijamada un domingo, pero es igual de divertido. Cuando mi mamá volviera de hacer las compras iría a alquilar las películas. Para mi gusto las de terror no eran la mejor opción, no solo porque luego no podría dormir si no porque también a veces me aburren. ¿Acaso tenía algo contra los vampiros y hombres lobos? Sí lo sé, esta obsesión que tengo con Edward no me la saca nadie. Me miré al espejo y por poco no me caigo. Mi pelo estaba horrible, bueno era mi culpa ¿quién fue la que se paso toda la noche dando vueltas porque no podía dormir? Sí yo. Como mamá tardaba en llegar decidí darme una ducha. Para ese entonces ya se habían echo las seis de la tarde. Las compras ya estaban hechas, mi mamá ya estaba en casa, la única que se había retrasado con los planes de ir a alquilar la película era yo... y bueno, ya no tenía ganas de salir. Ahora estaba cansada y lo único que quería hacer era acostarme y dormir.

- Natalie, esta oscureciendo. Si vas a ir a ver eso de las películas hazlo ahora- avisó mi madre-. Si sales ponte abrigo que esta fresco.

Suspire, tenía que hacerlo. Ya había quedado con las chicas y no podía plantarlas. Me matarían. Me vestí y bajé a pedirle dinero a mi madre. No gastaría de mis ahorros para alquilar unas películas. Por suerte estaba de buen humor y me dio veinte dolares. ¿Donde quedaba el lugar al que tenía que ir? Supongo que en el centro del pueblo. Nunca había ido allí pero Vee me había comentado que era bastante grande.