Capítulo 10

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Salí del baño, sin poder hacer maravillas con lo que respecta del jugo. Me sentía toda pegajosa, solo pude limpiarme los brazos y lo que pudieran alcanzar con el agua del lavabo.

Y ahora, estoy caminando sin rumbo en los pasillos. Perdí una hora de clase y sin poder hacer nada respecto al jugo.

Seguí caminando, hasta que veo un pasillo que no había visto, creo que es un pasillo que lleva al patio del instituto. Seguí recorriéndolo hasta llegar al final, donde escuchó unos sollozos.

El lugar estaba enfrente de la chancas de fútbol, nunca lo había notado. Buscó con la mirada a la persona que he escuchado y me encuentro con una  chica llorando en el césped, me agacho a su lado.

—Mm ¿estas bien?—pregunté, tomando su hombro, se sentía tan fría y estaba muy pálida.

La chica, se podría decir que es de mi edad o algo mayor, tenía su rubia melena casi llegándole al  platino y trae un vestido blanco hasta la rodilla.  Tampoco traía uniforme. Ella se pone tensa al escucharme.

—¿Puedes verme?— se volteó hacia mi y pude ver sus ojos llorosos.

—Claro ¿por qué no podría? — pregunté curiosa, en su mirada veo un algo distinto-—. Soy Demetria Jones —le extiendo la mano.

—Amelia Brown—me regresa el saludo.

—Bueno y dime, Amelia, ¿Porqué mejor me dices por qué llorabas?—le preguntó, torpemente.

—Estoy cansada de todo esto, me gustaria descansar —me dice y empieza a llorar de nuevo.

Agitó las manos, se lo pregunte de la manera las torpe.

—¡No, no, no! No llores, por favor—le dije, e intenta reprimir el llanto—. Porque mejor vamos al árbol que esta ahí—señaló un árbol, que queda, a unos cuantos pasos de nosotros—, y te puedes descansar un poco.

—No creó, que pueda pero, esta bien vamos.

Se levanta y se sacude el vestido, para empezar a caminar junto a mi lado.
Al llegar al árbol,  nos sentamos y nos recargamos en esté.

—¿Por qué estabas aquí? —me preguntó.

—Shannon, me tiro un jugo encima por haberla "desafiado"—hago comillas con los dedos y reímos.

—¿Por qué la desafiaste?

¿No se supone que debe de saberlo? Todo el instituto se había enterado en tan poco tiempo.

—Porque creé que puede ser superior a los demás, pero esta equivocada, nadie supera a nadie.

—No lo creo, tú eres especial.

Quito la mirada de una flor que estaba admirando para voltear a verla, ella solo se limita a darme una sonrisa de lado.

—¿Cómo puedes saber eso?—frunzo el ceño—. Todos somos como unas muñecos de papel, todos con el mismo corte.

—No lo creo. Eres diferente, lo veo tú mirada —me señala con el dedo índice y dibujándo unos ojos en el air—, y tú sabes que ocultas algo tras ella, para que puedas verme te hace diferente.

—¡¿Por qué insistes en que puedo verte?! —subí la voz, alzo las manos y ella se sobresalta.

Desde que mi padre nos dejo, nunca me ha gustado que señalen mi diferencia, no soy diferentes, nunca lo he sido, aún sin mis recuerdos no hay nada que pueda recordar que me haga especial.

—¡Todos pueden verte!—le dije aún con la voz alzada y señalando alrededor—¡yo no soy la excepción!

—Por lo que veo, aún no lo haz notado.— dijo, con una voz tranquila.

El cantar de los muertos[PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora