Once In a Lifetime

*Capitulo #6. Día Uno

Me había levantado con un fuerte dolor de cabeza, la alarma hacia querer odiar la vida. Solté un suspiro estruendoso para por fin pararme. Tome mi móvil y pique en el botón de "desactivar" ya había salido de la cama pero aun sentía que la cabeza me daba vueltas, fui a mi baño directamente al espejo con botiquín, estire mi mano dentro de este, reí ya que mis huesos tronaron. Recuerdo haber ido a un antro anoche con Ariana, ella me llamo 20 minutos después de haber llegado a casa, me invito a un club nocturno que era el preferido de ella y Jossie. Le hablamos a Jossie pero dijo que no iría por cuidar del pequeño vecino. Fuimos entonces las dos, pasamos una noche excelente, bailando,tomando, fumamos un poco y coqueteamos yo deje de hacerlo porque se me saldría de las manos. No iba a dejar que me llevaran a casa, me quedo un poco de cordura y me dirigí.

Ambas regresamos a casa, no recuerdo como llegue a mi habitación pero si recuerdo que deje a Ariana en la puerta de la suya.

En total de cuentas tome una pastilla analgésica. Aun traía el vestido de anoche, uno: azul marino con un escote pequeño, pegado al cuerpo que abrazaba mis caderas remarcando mis curvas y trasero. Lo saque de mi cuerpo, abrí la llave de agua fría de la bañera para cuando estuviera llena poder meterme. El agua hizo un efecto de tensión estimulante en mi cuerpo a lo que mi garganta soltó un grito agudo. Me fui acostumbrando a la temperatura, termine de mi ducha y comencé a vestirme. Era claro que perdería las primeras clases, ahora me ponía mi ropa interior, unte crema en mi cuerpo, me coloque una blusa de tirantes pegada a mi figura, un short alto, una camisa de mangas color azul a cuadros, me calce mis Vans negras, deshice los nudos de mi cabello y me maquille ligeramente.

Baje a la sala, encontrando a mamá en uno de los sofás, al mirarme su cara endureció...oh problemas.

-¿A que hora regresaste anoche? -sonrió como diciendo "te joderé ahora mismo".

-La verdad...no recuerdo -me encogí de hombros-. Me tengo que ir, tengo prisa o llegare mas tarde -me aproxime de nuevo a las escaleras ya que deje mis cosas...de nuevo...arriba.

-Estas castigada -la oí decir tras mio, me estaba siguiendo mientras subía.

-¿Por que ahora quieres tomar las riendas? Nunca te ha importado como y a que hora llego, relájate madre -murmure entrando a mi habitación, tome mi mochila mas mi móvil y dinero.

-Pe-pero ahora si, esas castigada -dijo tratando de ser dura.

-¿A si? ¿Que sera? -puse mi mochila en mis hombros.

-Tu-Tu tendrás que...-alce mis cejas esperando su "espantoso castigo" pero solo cerro sus delgados labios y salio de mi habitación, suspire y salí después para irme de casa.

Los taxis son mi transporte, me fui en uno el cual me llevo en minutos a mi destino, mi cabeza aun explotaba pero no faltaría los primeros días, me mire en el pequeño espejo que traía en la mochila, no me veía tan mal como me sentía.

Estaba en clase de biología con mi mirada en el libro, las letras comenzaron a duplicarse, tenia mi codo recargado en la paleta de la silla con mi mentón entre mi mano...Mierda, la clase era buena pero la cabeza y vista estaban fallandome ocupadas en darme lata.

-Maestro...¿Puedo ir al baño? -dije poniendo mi mano en mi boca, tenia ahora las famosas nauseas.

-Claro, no se tarde por favor -dijo sin mirarme haciendo su trabajo.

-Mhumm... -dije como un "Gracias" salí de allí corriendo, fui al baño mas cercano, elegí cualquiera de los retretes y vacié allí mi estomago hasta cansarme .

Tire de la palanca, enjuague mi boca varias veces en uno de los lavamanos. Sin duda estaba cruda, no podía concentrarme. Fui a la cafetería, pedí un café sin azúcar muy cargado, unos cuantos paquetitos de chicle. Al salir me senté en una banca, a mi frente tenia los edificios de tercero , eran grandes, de estos salían alumnos, no era la hora pero...Tomaba mi café haciendo caras porque estaba caliente, concentrado y sin azúcar. El aire frió pegaba en mi cara y piernas, carajo, debo usar ropa mas cubierta. Alce mi vista ya que de nuevo sentí que me miraban pero...esta vez no era una persona sino cuatro, los cuatro chicos de la mesa del caos yo solo conocía el nombre de dos: "Louis y Harry".