Narra Marshall:
Me estaba alejando de donde estaba Gumball... Él estaba con Des... Solos... ¿Ya le tiene mucha confianza? ¿Estará seguro de que no le hará nada? ¿Por qué me dijo que me fuera, cuando pude haberme quedado, solo por si acaso?
Caminaba vagamente por los pasillos, pensando en todo lo que Des podría hacerle a Gumball. En serio me estaba preocupando. Él era tan vulnerable a comparación de otros... Era una muy linda persona, adem...
— ¡M-Marshall! – fui interrumpido de mis pensamientos, por un grito ahogado que provenía del pasillo del cual me alejaba: Era G-Gumball.
"Como le haya hecho algo... Le arranco los huevos..."
Corrí lo más rápido que pude, hasta llegar al pasillo donde se encontraban. — ¿¡Pero qué mierda?! – pues básicamente sí, lo mismo de antes: Des estaba acorralando en la pared a Gumball, apunto de besarle mientras que Gumball hacía el intento de que no se le acercara, haciéndose de un lado a otro tratando de que no pudiera capturar sus labios en un repulsivo beso robado...
Gruñí al ver ese acto, me acerqué a él desafiante y enfurecido. No soportaba ver a otro que no fuera yo, cerca de él...
Rápidamente se quito de encima de Gumball, y me devolvió la mirada desafiante...—Marshall, yo, me llevaré el beso de esta linda "chica"...– cuando dijo esas palabras, recalcó la palabra chica haciendo que recordara aquella repulsiva vez cuando beso a mi ex novia.
Él, de nuevo acercó su rostro lentamente hacia Gumball, lo suficiente como para crear un roce de labios. No, no de nuevo... ¡No dejaré que me quite de nuevo a la persona de la cual estoy enamorado!
Volé rápidamente hacia él y de un empujón quité de encima de Gumball a Des, quien permanecía alejado de mí. Tomé a Gumball del brazo, y lo alejé de ahí cagando ladrillos... Si volvía a ver a ese hijo de puta de Des, no dudaré en pegarle un buen puñetazo y golpearlo hasta que no se le note la cara...
—Marshall...– susurró Gumball, deteniéndose de repente, haciendo que yo también parara.
Yo simplemente no contesté, estaba demasiado enojado como para hablar, sé que no era su culpa pero mi orgullo no podía permitirme hacer eso de dejarlo pasar... él es de mi propiedad, él, permanece a mi territorio.
—Gracias p-por eso...– se sonrojó al decir estas palabras y luego se acerco a mí, envolviéndome en un cálido abrazo el cual correspondí casi al instante... Hace mucho que no sentía uno de estos cálidos abrazos.
Nadie, incluso Fionna, lograron hacerme sentir cómodo... esta era mi primera vez.
—D-de nada...– susurré casi sonando como si solo fuese para mí, pero lo suficientemente fuerte como para que escuchara.
—Y-yo, tengo miedo...– volvió a hablar sobre mi pecho con la mirada perdida. – ¿y si algún día me agarra desprevenido..., y no tengo nadie a mi lado? – se separó para verme a los ojos, los suyos reflejaban inseguridad, miedo y ansiedad; no era bueno.
—No dejaré que nadie te haga daño. Yo estaré siempre a tu lado...– volví a abrazarlo, solo que esta vez quise trasmitirle toda mi seguridad a él, para que supiera que mis palabras eran ciertas.
—Gracias Marshall. – me dijo mientras me abrazaba más fuerte. – Eres un muy buen amigo...– comentó. "Amigo" esa palabra que en realidad no significaba nada para mí, tan solo me lastimaba... No soportaba escuchar esa palabra, y menos de él dirigida hacia mí. – T-tú eres mi amigo ¿cierto? – preguntó con inseguridad. Claro que lo soy... Pero quiero estar en una posición más alta, no solo quiero ser tu amigo...
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Dulce Sangre -PAUSADA/EDITANDO-
RomanceEn la universidad en donde asiste -más que estudiar- el Rey de los vampiros: Marshall Lee, resulta que transfieren al príncipe del reino más reconocido -el dulce reino, en donde todo está hecho de caramelos y todo parece ser felicidad...-: El Prínci...