Tú... Eres mío

6.3K 528 125
                                    

Marshall

Es un día cualquiera. Lo único diferente es que algunos nuevos llegan; hicieron varias expulsiones hace poco, supongo que han hecho una limpia en la universidad. Hoy llegan más universitarios.

Me relajaba en el patio de la universidad, no tenia nada importante que hacer. Simplemente vine a ver a los nuevos para escoger a mi nueva víctima. Sorbiendo lo rojo de las fresas con flama, recorrí con la mirada todo el escenario, cuando veo algo que me resulta sumamente interesante.

-Oye flama...- lo golpee en el hombro - ¿ya viste? - dije señalando a un chico de la piel color rosa - debe ser nuevo... Vayamos a "darle la bienvenida".

Me acerqué a él con Flama por detrás, no parecía interesando en conocer gente nueva. Debe ser solitario.
Estaba tan concentrado en algo que veía entre sus manos, que choqué con él por "accidente". Me quejé, obviamente.

-Discúlpeme...

Joder, su voz... Pero qué lindo.

-No te preocupes...- lo tomé con delicadeza de la barbilla, y alcé su mirada. Era hora de demostrar quien soy. - Está bien, solo fue un accidente ¿cierto?, nada grave...

-Igualmente lo lamento, no me fijé por donde iba...- quitó su cabeza de mi mano. Vaya que me sorprendió, por lo general se quedan embobados mirándome. -¿Disculpa? Quisiera saber si ¿usted sabe dónde está la habitación número ciento diecisiete?

《¿Le tocó en esa habitación? Joder, que fácil me lo estás poniendo Glob.》

- ¿Ciento diecisiete? ¿Te tocó ahí?... Claro que lo sé.

- ¿Dónde? ¿Sabe con qué compañero me tocó? - preguntó emocionado, se le notaba que tenía curiosidad.

-Con este chicuelo...- Sonreí, y su cara mostró un cambio rápidamente. Su emoción se disipó en un instante, y se convirtió en asombro, o susto, no lo sé... Pero no le gustó. Vaya.

-Oh, vaya... que linda sorpresa...- dijo haciendo una forzada sonrisa... Para evitar contacto visual giró la cabeza, mirando a otro lado. Aunque no lo parezca eso me desanimó un poco. Hace mucho no me tocaba que alguien me rechazara.

-Tranquilo, no muerdo.- dije relamiéndome los colmillos y "mordiendo" al aire soltando un pequeño gruñido.

Ignoró eso y mencionó - ¿Me podría enseñar dónde es? - terminó con una pequeña sonrisa.

《No seas hipócrita.》

-Obviamente, dulzura...- hice una sonrisa y puse mi brazo derecho sobre sus hombros. Tenía que demostrarle que soy bueno y confiable.

-Oye flamita... Iré con mi compañero a la habitación...- voltee a verlo, esperando alguna reacción de su parte, positiva de ser posible, pero, no mostró nada, al parecer no me prestó la atención que esperaba.

Haré que no me ignore. ¿Quién se cree? Ja. Un poco más y haré que caiga rendido a mis pies.


El viento corría tranquilamente y las hojas de los árboles susurraban mecidos. El silencio, no se sabe si es positivo o negativo.

Quiero hablar con él, conocerlo, hacerlo cercano, que la barrera que ha construido entre los dos apenas nos conocimos, sea derribada con los fuertes golpes de la amistad. Estoy pidiendo mucho a decir verdad, con lo poco que me ha mostrado de él, me queda claro que tiene actitud.

Dulce Sangre -PAUSADA/EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora