¿Él?

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Narra Marshall:

—Marshall, sé que sonará apresurado, pero... ¿Podríamos intentar hacerlo? – dijo Fionna, quien estaba sentada en la cama junto a mí, yo tenía los brazos hacia atrás recargándome en ellos, y con los ojos cerrados acostado en mi litera, tratando de concentrarme en lo que tenía que decirle... Mientras ella me miraba sonrojada y algo avergonzada por lo que acababa de decir.

—Fionna...– estaba nervioso, había traído aquí a Fionna porque... Quería terminar con ella, pero el caso es que no podía hacerlo, era muy linda como para romper su corazón.

Aclaré mi garganta, y trate de sacar valor para decirlo. —Fionna, t-tengo que decirte algo...– ¡¿Por qué estaba tan nervioso!? Ni que fuera para tanto...

—Sí Marsh...– se acercó a mí, y puso disimuladamente su mano sobre la mía... Para después mirarme y sonreírme.

Suspiré con desgano —Fionna – quité mi mano cuidadosamente de la suya –, tengo que terminar contigo...– por fin lo solté.

Ella me miró atónita y confundida por lo que acababa de escuchar salir de mis labios. — ¿Qué? ¿E-es una broma? – se rió nerviosamente, para luego alejarse un poco – Marsh... ¡¿E-Es una broma cierto?! – de un momento a otro, Fionna ya había perdido la tranquilidad y alegría que siempre tenía.

—No. – dije cortante – En serio tengo que terminar contigo... Ya no me gustas. – tenía que ser directo, si intentaba suavizarlo no lograría decirlo – ahora me gusta alguien más... Me enamoré, y no puedo salir contigo si me gusta otra persona. Eso es seria infidelidad, y no quiero hacer lo mismo que tú...– miré hacia el suelo, cubriendo mis ojos con mi flequillo, no quería demostrar que aun no lo había superado por completo. En serio, me lastimaba recordar eso.

—Si terminarás conmigo... ¡Mírame a los ojos y dime que ya no me amas! – madre mía... que dramática

La voltee a ver firme para soltar las frías palabras: "Yo nunca dije que te amaba"

Eso fue suficiente para que Fionna perdiera toda la esperanza que tenía de que aún la quería, sin embargo, en realidad solo salía con ella porque no dejaba de joder con que lo hiciera; desde que terminé con ella por lo que pasó... Desde ahí ya no la quise, antes estaba perdidamente enamorado de ella, salimos un tiempo, yo fui quien se lo preguntó... Pero, debe ser que no era suficiente conmigo.

—Marshall... Por favor...– dijo Fionna al borde de las lágrimas...

—Es en serio, no me ruegues. Pues ya no te quiero... Ni como amiga. Ahora vete...– le dije sincero... Eso era lo que en realidad le quería decir, aunque doliera mucho aún para mí, esa era la verdad.

Se escucharon sollozos por parte ella, haciendo que la mirara. — ¿Quién es la zorra de quien te enamoraste? – gritó con enojo. Supongo que los demás ya escucharon nuestra pelea. Qué vergüenza... no paraba de llorar. En serio me daba pena.

—No es ella...– musité.– Es él. – espeté. Eso fue suficiente como para que Fionna abriera la puerta y saliera llorando de mi habitación.

—Por fin...– me tumbé con cansancio sobre la cama. Entonces escucho que alguien toca la puerta.

—Hola... ¿Qué ocurrió? – dijo flama abriendo la pierta de in habitación sin vergüenza, volteando de nuevo a donde estaba corriendo Fionna. ¿Qué quiere?

—Terminé con ella...– dije en tono cortante.

—Oh... Lo siento. – se acercó a mí, y apoyó su mano en mi hombro, en señal de que me apoyaba en todo. Incluso en eso... Después de todo, ¿para qué son los amigos?

Dulce Sangre -PAUSADA/EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora