Narra Des
Me encontraba en la escena en la que me estaba besándome en el salón de clases con alguien; y pos si se lo preguntaban, sí, con uno de mi clase. No diré nombres...
Pero en fin: Hoy llegaban los de intercambio, o sea, los nuevos. Me interesaba, pues habría nuevos a quien darles un poco de Desayuno... ya saben a lo que me refiero.
— ¿En qué piensas? – me preguntó el chico, intrigado.
—En nada...– contesté con una sonrisa pícara en los labios.
Antes de que pudiera decir algo, lo acorralé en la pared detrás de nosotros, poniendo una de mis piernas en su entrepierna; soltó con gemido de placer que logró hacerme sentir un cosquilleo en la parte baja de mi cuerpo.
"Nos escucharán si lo hacemos aquí; aunque, tal vez no si lo silencio..."
Le besé para ahogar sus jadeos y suspiros, pero no funcionaba tanto pues en medio de un beso él logró apartarse para gemir mi nombre con deseo. —D-Des...
Deslicé una de mis manos por su espalda, palpando con los yemas de mis dedos todo su cuerpo, hasta llegar a sus pantalones. —Solo será un momento de diversión...– me acerqué a su oído con cautela. – Así que... Disfruta, ¿sí? – sentí como se estremeció ante mis palabras.
Sin pena metí mas profundo mi mano, hasta rozar uno de sus glúteos... soltó un gemido agudo, y nos miramos. Como si sus labios me atrajeran me acerqué a él y lo besé con pasión, como si no estuviéramos conscientes de que estar haciendo esto aquí sería peligroso.
—Y... ¿S-si alguien nos descubre? – preguntó en medio del beso.
—Es temprano, nadie llega a estas horas...– le dije para tranquilizarlo.
Después de estar jugando con su parte trasera, decidí ir más allá...
Tocando su cadera deslicé mi mano hasta llegar a su miembro; gimió.—Por fin...– jadeó en mi oído. Parecía estar desesperado por este momento. Dejó escapar varios gemidos al estar acariciando y deslizando mi mano por esa parte tan sensible, era muy ruidoso, así que para acallarlo, le besé.
Quería que ese momento de poder darle placer y hacerlo gemir mi nombre llegase pronto, así que hice movimientos continuos en su miembro empezando a masturbar al chico. Suspiraba y gemía en mi cuello y oído, y aunque me gustase eso, no podía dejar que se escucharán sus sonidos por toda la escuela; sus gemidos fueron ahogados por los besos que continuamente hacía llegar a sus labios.
Al estar haciendo esos movimientos de vaivén con mi mano en la zona más sensible de su cuerpo, luego de unos minutos el chico gemía más agudo, y eso solo significaba una cosa: se correría. Los fluidos preseminales comenzaban a salir. Este chico estaba mas que mojado... y así me gusta. —Creo que...– un gemido le interrumpió e hizo que su cabeza se alzara en un a respuesta al placer que le daba. – que me correré...– avisó dificultosamente.
"Que poco dura... O soy muy bueno... O no aguanta nada..."
Puse mi mano en la punta de su miembro, impidiendo que se corriese. —Des...– gimió. – ¿qué haces? – me preguntó entre suspiros.
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Dulce Sangre -PAUSADA/EDITANDO-
Roman d'amourEn la universidad en donde asiste -más que estudiar- el Rey de los vampiros: Marshall Lee, resulta que transfieren al príncipe del reino más reconocido -el dulce reino, en donde todo está hecho de caramelos y todo parece ser felicidad...-: El Prínci...