No son celos ¿por qué los debería de tener?

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Narra Gumball:

Me encontraba caminando en el campus de la universidad, algo ¿enojado? sí, creo que sí... ¿la razón? Aún no lo tengo claro.
Tal vez me digan ustedes: ¡son celos! ¡Son celos! Pero, déjenme decirles, queridos amigos, que no. No puedo negar que fue causado por Marshall y su... ¿novia? (Creo que sí), pero no fue por la razón que ustedes piensan...
Simplemente fue porque me molestan las parejitas que siempre son tan cariñosas... me gusta el amor, pero no tan... empalagoso. Recuerdo la vez que el Señor cerdo y Tronquitos no paraban de besarse... ¡Agh! ¡Fue horrible!

Mientras pensaba, escuché pasos acelerados dirigirse hacia mí, pero tal vez era solo un estudiante corriendo porque llegaría tarde a sus clases o algo... Entonces sentí una mano cálida que me tocaba el hombro...
Voltee la cabeza para encontrarme con la persona la cual me hizo actuar de esa manera, y detrás de ella se encontraba Marshall flotando y dirigiéndose a mí con una sonrisa intranquila...

—Hola... ¿Gumball, cierto? –. Dijo apuntándome con su dedo índice y dándome una sonrisa amigable... "Es de mala educación apuntar..."

—Sí, ¿qué ocurre? –. Respondí algo serio... Había algo en ella que no me gustaba... no sé el qué, pero lo había.

—Bueno, Marshall me dijo que eran buenos amigos, así que...–. Me perdí cuando dijo eso... No me creo lo que he escuchado. Había dicho "buenos amigos" ¿en serio dijo eso? ¿Me consideraba así? Apenas me conocía, no puede ser cierto. —Así que... ¿qué te parece? –. Después de haber terminado de hablar, me dedicó una sonrisa amable. No escuché lo qué había dicho, así que solo me limité a asentir. — ¡Qué bien! ¿entonces nos vemos ahí? –. No escuché en donde dijo que nos veríamos, o con quienes eran... así que asentí y le sonreí para que fuera convincente, ya luego le preguntaría a Marshall si es que sabía o había escuchado en dónde era. —Bien, entonces nos vemos allá, ya me iré, mi amiga Cake debe de estar buscándome...– se dirigió a mí y me dio un abrazo. Después de unos segundos le correspondí; se separó de mí, me dio una sonrisa sincera y luego fue a despedirse de Marshall dándole un abrazo. Un abrazo fue lo único que le dio..., por alguna razón eso me hizo sonreír en el interior.

Se fue caminando por el campus, hasta llegar a una esquina, girar, y desaparecer...

¿Ella es así de amable? Me imaginaba que era más brusca... aunque, tiene pinta de ser una zorra... ¿por qué le digo zorra? Ni siquiera la conozco, "no Gumball, no empieces a juzgar ya tan rápido...". ¿Entonces qué haré? No escuché nada de lo que me dijo, ¿será importante? ¿Por qué cada vez que tengo una sola duda, aparecen millones de preguntas en mi mente? ¿Marshall habrá escuchado lo que dijo? Mejor no iré, bueno, no vale la pena ir si ni siquiera sabes qué carajos es lo que está planeado... ¿y si luego me deja de hablar por no ir? ¿Por que me preocupo por eso? Ella no es importante para mí...

—Creo que deberíamos ir ya a clases, se nos hace tarde...– al escuchar su voz di un pequeño salto, estaba muy concentrado en mis pensamientos que no recordé que Marshall estuviera tan cerca. Voltee, y cuando lo vi cerca mío (demasiado a decir verdad) di unos pasos hacia atrás, haciéndome tropezar con una piedra detrás de mí. Cerré los ojos por inercia... Esperando ya caer de culo al suelo, pero no... Sentí como unos brazos me tomaron y detuvieron mi encuentro contra el cálido y duro suelo... Abrí los ojos, para encontrar de nuevo mi cara muy cerca de la de mi "salvador".

—Eh...– Me separé de él, poniéndome de pie. Titubee antes de decir algo – Deberíamos irnos ya a las clases...– miré mi reloj – Ya son las siete con cincuenta y seis. – Él solo me miro algo ruborizado y asintió.

Avancé dirigiéndome a los edificios, dirán ¿para qué? Simple, para ir a por mí mochila. El camino a el edificio fue muy callado, así que se me ocurrió preguntar por la muchacha que se encontraba frente a nosotros hace unos minutos... — ¿Quien era ella? – Parecía que estaba celoso, se notaba por mi pregunta y por el tono en la que la decía – Solo es que... no se nos ha presentado...– lo miré, se veía pensativo.

—Solo una amiga más... ¿por qué?– volteo a verme.

—Bueno, no se nos ha presentado...– empezaba a dudar que me había prestado atención.

—Intenté hacerlo, pero saliste disparado de la habitación – me sonrojé y baje la mirada. No podía creer que me comporte así...– ¿Te pusiste celoso? – soltó sin ningún rodeo, así tal cual. Me volteo a ver dudoso, eso sí que me sorprendió. Me pilló desprevenido; no sabía qué contestar, ni yo sabía si realmente lo eran o no.

         — ¿P-por qué debería tenerlos? – pregunté ahora yo, evadiendo la pregunta de él. Alzó los hombros con indiferencia. El ambiente se volvió incómodo, así que para cortar el hielo, dije lo primero que se me vino a la mente –Ya llegamos...– mirando el edificio frente a mí caminé a la entrada, pero antes de agarrar la barandilla para abrir la puerta, me tomó del hombro.

         —No has contestado mi pregunta...– me dio una sonrisa juguetona y me miró a los ojos.

—Eh, yo... creí que ya no importaba la respuesta.– miré hacia otro lado; me daba pena verlo después de salir "huyendo" de la habitación de esa forma... Da pena ¿no? Marshall me miró con obviedad, así que solo dije un "no lo sé".

—Claro que lo sabes, dime... A caso, ¿eso es un ? – alzó una ceja, burlón, y me tomo de la barbilla para girar mi cabeza y lo mirara. Traté de rehusarme, pero era más fuerte, lo suficiente como para forzarme a voltear... Estaba nervioso y por alguna razón ¿asustado?

—Bueno, como por ahí dicen... "El silencio, otorga." – mencionó con una sonrisa socarrona. – Así que, lo tomaré como un sí... Bubbs.– me guiñó un ojo, y soltó mi barbilla, para luego dirigirse a la puerta del edificio en donde se encontraban nuestros cuartos.

— ¿"Bubbs"?– le pregunté algo extrañado, pero por alguna razón que yo desconocía me gustaba como me decía.

— ¿Te molesta que te diga así? – me miró de reojo y sonrío burlón, para luego abrir la puerta, y adentrarse al edificio.

—No...– musité sonrojándome. No quería que me escuchara, la verdad me costó un poco admitirlo, y eso que lo dije en voz baja. – Por cierto, – me adentré al edificio, empujando la puerta para así avanzar hasta donde se encontraba Marshall. – no me dijiste quien era ella...– Le insistí, él se tensó por alguna razón...– Me refiero, ¿cómo se llama? O... ¿qué es para ti? – me miró nervioso al soltar esa pregunta, ¿no se suponía que era "solo una amiga mas"?

—Eh, pues... Su nombre es Fionna, y...– se rascó la nuca con nerviosismo y volteo la mirada hacia otro punto – Bueno, hemos estado saliendo un tiempo... Pero no es nada serio – Lo miré sorprendido, ¿por qué dijo que era solo una amiga, cuando se suponía que salían? ¿Acaso no me lo quería decir?

— ¿Salen? – caminé hasta las escaleras que daban hasta donde se suponía eran las habitaciones, y las empecé a subir mientras le preguntaba sobre su "amigovia", no sabía como la considerarla, dijo que era solo una amiga, pero en realidad salen...

—Bueno... Sí, salimos, le di una segunda oportunidad...– bajó la mirada.

¿Segunda oportunidad? – paré en seco, haciendo que él subiera la mirada.

¿Acaso lo engañó? ¿Qué le hizo?

—Eh, sí... Pero, luego te explico porqué... Ahora, hay que ir por la mochila, se nos hace tarde...– volvió a dirigirse escaleras arriba.

Todo el camino me puse a pensar que pudo haberle hecho...
Se veía tan tierna, ¿era capaz de romper el corazón de alguien? Y más importante aún... ¿el de Marshall?

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¡SALSEO!
Perdón por tardar en subir capítulo, pero es que, estoy ocupada con cosas de mi escuela, así que, sorry :'(
Pero creo que podré volver a la rutina.
Y como soy primeriza en esto de escribir... Pero bueno.
Buenos días/noches
Adiós :)

Dulce Sangre -PAUSADA/EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora